Capítulo. 4: Insomio

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-"Sé que es difícil Toby, lo entiendo, pero te prometo que todo va a mejorar, confía en mi"- dijo en voz baja.

-"¿Cuándo va a irse?"- dijo Toby con un tono un tanto inocente en su voz temblorosa.

-"No estoy segura aún cuanto tiempo se quedará, cariño"- respondió ella con tono amable. Toby no respondió, él sólo siguió mirando hacia delante en la pared, sosteniendo su brazo dañado cerca de su pecho. Después de varios minutos de silencio, su madre suspiró, antes de que ella se inclinara para besarle la mejilla y se puso de pie para salir de la habitación.

- "Buenas noches, cielo"- dijo mientras cerraba la puerta.

Las horas pasaron lentamente, Toby no podía dejar de dar vueltas en su cama; Cada vez que él dejaba que su imaginación asumiera el control, podía oir el chirrido de los neumáticos y los gritos de su hermana. Al recordarlo apartó unas mantas, sacó una almohada, se la puso sobre la cara y lloró en ella. Podía sentir como su pecho subía y bajaba mientras dejaba escapar cada temblorosa respiración mientras lloraba. Podía oír su llanto lastimero. Él habría estado gritando y llorando si no hubiera presionado la su almohada sobre su cara. Después de unos segundos se sacó la almohada de la cara y se sentó, encorvado, respiraba dificultosamente, con lágrimas en sus ojos, no podía dejar de llorar. Aunque trató de evitarlo, pero aun así no podía dejar de quejarse y gemir mientras estaba allí sentado temblando.

Aspiró un poco, se puso de pie y caminó alrededor de su cama hasta la ventana y miró hacia fuera, tratando de respirar profundamente, tratando de calmarse. Se frotó los ojos y miró hacia el grupo de altos árboles de pino en la calle. De repente se detuvo, su mirada se centró en algo que estaba de pie bajo la luz de la calle. No podía apartar la mirada de esa "Cosa" que se situó al lado de la luz de la calle, entonces, notó que eso tenía largos brazos y que lo miraba con ojos inexistentes. "Eso" no tenía rasgos; No tenía ojos, ni boca, ni nariz, sin embargo, mantenía la mirada hipnotizada en Toby. El zumbido en sus oídos se hizo más fuerte y más fuerte cada segundo que miraba, de repente todo se volvió negro.

A la mañana siguiente Toby se despertó en su cama. Se sentía diferente, no estaba cansado en absoluto, y cuando conscientemente se despertó, se sentía como si hubiera estado allí tendido, despierto durante horas. Ningún pensamiento le fluía a través de su mente. Se incorporó lentamente y se tambaleó hacia la pared, pero apenas se levantó, se sintió mareado automáticamente. Se tambaleó hacia la puerta y bajó las escaleras. Sus padres, estaban sentados en la mesa, su padre estaba en sintonía con el pequeño televisor que estaba en la sala, y su madre estaba leyendo el periódico. Ella rápidamente miró cuando sintió la presencia de Toby detrás de ella.

- "Buenos días dormilón, has estado durmiendo mucho,"- dijo y lo saludó con una sonrisa. Toby lentamente miró el reloj y se dio cuenta de que eran las 12:40 pm.-"Quería desayunar, pero hacía frío, me iba a despertar, pero sentí que necesitaba dormir"- dijo y la expresión de la mujer pasó de feliz a preocupada, porque su hijo se resistió responder a ella.

-"¿Estás bien?" Toby bruscamente tropezó y se sentó junto a su padre. Sentía como si estuviera en reposo, y no tenía control sobre sus acciones. Veía todo lo que hizo, pero no parecía registrar todo en su cerebro correctamente. Extendió la mano y sin querer tocó a su padre, pero terminó siendo abofeteado. Su padre se volvió hacia él bruscamente y empujó su silla con el pie.

-"¡No me toques muchacho!"-Gritó el hombre.

Su madre se puso de pie enojada-"¡Para! ¡Esta es la última cosa que necesitamos!"- grito con una mirada de desprecio a su esposo.

Pasaron los días, y las cosas continuaron mal. Connie pasó la mayor parte de su tiempo limpiando la casa, y su desagradable marido pasó la mayor parte de su tiempo desordenando a su alrededor. Era lo que solía ser antes del accidente. Toby nunca salió de su habitación. Se sentaba junto a su cama, y temblaba. Su mente se preguntaba, pero sus pensamientos lo contradecían. Se paseaba alrededor de su pequeña habitación como un animal enjaulado, o miraba por la ventana. Continuó el ciclo insalubre. Connie siguió siendo empujado por su marido, era demasiado sumisa a él, y Toby se quedó en su habitación.

Ticci Toby - El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora