kai· ros
['kïräs] sustantivo, griego.
los momentos cruciales, delicadamente perfectos: la fugaz oportunidad de tiempo y lugar que crea la atmósfera oportuna para la acción, las palabras o el movimiento.
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En un mundo lejano ubicado en un universo paralelo al nuestro; existía una sociedad regida por la clasificación de alfas, betas y omegas.
A la edad de quince años te presentabas como una de aquellas tres categorías junto a un olor característico que sería la combinación perfecta con el de tu pareja destinada.
En este mundo el destino era lo más importante que había, ya que regía cada una de las vidas que el lado alfa, beta u omega había vivido, y además de que era otorgado por la creadora de todo aquel universo; la Diosa luna. Por eso mismo habían principios que se inculcaban en cada niño desde muy temprana edad, principios básicos en son de proyección de vida, una vida junto al destinado que la Diosa luna enviaba para cada uno.
Uno de ellos era Kairos; la búsqueda diaria de aquellos momentos fugaces pero perfectos para la realización de ciertas cosas.
Había un alfa, Park Seonghwa, quien era alguien admirado por muchos, ya que tenía las características que lo hacían perfecto para ser el modelo a seguir de todo alfa convencional y que conseguían la atención de casi todos los omegas que conocía.
Pero Seonghwa solo tenía ojos para un solo omega; Yeosang.
Aquel chico de ojos inocentes, cabellos rosas y labios rojizos, con un tranquilizante olor a miel y canela, junto a unas facciones que fácilmente podrían ser de un ángel; y por eso mismo es que Seonghwa lo llamaba Cheonsa.
Yeosang era su Cheonsa.
Y con su Cheonsa fue que experimentó por primera vez Kairos.
Seonghwa conoció a Yeosang en su primer año de universidad, cuando trabajaba en la cafetería que quedaba justo frente a la secundaria del menor, quien entonces no era más que un desconocido para él.
Hasta que un día sintió un fuerte olor penetrar cada ápice de su ser. Como si tuviera un frasco de miel y unas ramitas de canela justamente a su lado, enloqueciendo a su lado alfa, quien simplemente gruñía un 'omega' en su interior, dejando a Seonghwa totalmente confundido.
Hasta que lo vio, y enseguida supo que aquel omega de cabellos rosas con una sonrisita angelical, que lo estaba mirando igual de sorprendido; era su destinado.
E igualmente aquella fue la primera vez que los dos sintieron Kairos en cada parte de su ser.
Yeosang se acercó al mesón, siguiendo con su olfato el fuerte olor a chocolate y menta de aquel alfa que llamaba tanto la atención de su omega interior quien le pedía a gritos tirarse sobre él para abrazarlo por siempre y pedirle ser mimado. Cosa que avergonzaba en demasía al adolescente; su omega era lo único que lo convertía en alguien mimoso, ya que Yeosang era alguien muy tímido de por sí.
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kairos • seonghwa + yeosang
Fanfictionexistían tres principios que les eran inculcados a los niños desde temprana edad; kairos, dérive e ikigai. seonghwa era un alfa considerado perfecto en todo sentido, el cual recibía atención de muchos omegas en general, pero él solo tenía ojos para...