En esta secuela de Ella Está Conmigo, las tensiones aumentan a medida que los secretos se desentrañan después del arresto de Chris. Scarlett y Chris son fuertes, pero incluso los más fuertes pueden hundirse bajo el peso de la angustia y la pérdida...
A ti que estás por leer esto, vengo a decirte que si no has leído "Ella está Conmigo" te recomiendo que des media vuelta shu shu y vayas a leerlo antes de que te hagas un autospoiler colosal porque, aunque sea el prólogo, tiene información muy importante en la trama.
Los que ya habéis leído podéis continuar e ir directamente a por el turrón.
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PRÓLOGO
A veces a la vida le gusta reírse de ti.
Supongo que de vez en cuando se aburre de lo que ve, así que la vida dice: «Anda, ¿por qué no le damos un poco por saco a esta? Tendría su gracia, ¿no?».
Y los amigos de la vida — el drama, el dolor, la incertidumbre y las desgracias — contestan: «Genial, cariño. Cuenta con nosotros. Mira y verás los destrozos que podemos causar».
Y se ponen todos manos a la obra, se meten en tu vida, la lían a base de bien y después se sientan con una cervecita fría en la mano y unas pizzas y se ríen, se ríen y se ríen de ti.
Al menos, así es como yo creo que pasa, porque a veces tengo la impresión de que mi vida no es más que un puto episodio largo de «vamos a ver cómo podemos joder hoy a Scarlett».
Ahí fuera hay un hombre decidido a matarme. Un hombre que ya ha hecho daño y ha matado a otras personas para vengarse de mí. Estoy completamente loca por alguien con el que sé que no podré estar nunca, que acaba de descubrir que le mentí y lo engañé desde el principio y al que acaban de detener.
Acaban de detener a Chris.
La policía ha dicho que ha asesinado a su padrastro, Greg. Pero Chris no es un asesino; es incapaz de hacer algo así.
¿O tal vez no?
Protege con celo a las personas a las que quiere, y le preocupaba que Greg pudiera hacerles daño a sus hermanos desde que supo que había salido de la cárcel. Sé que haría cualquier cosa para proteger a sus hermanos... pero ¿matar?
Chris odiaba a Greg con toda su alma —después de todo, lo maltrató cuando era pequeño— , pero no me lo imagino matándolo y viniendo después a mi casa a ver una película como si fuese un día cualquiera.
De todas formas, ¿por qué piensa la policía que lo hizo? Estuvo toda la noche en mi casa, y antes con Robert... ¿no? Y ¿cuándo murió Greg? Salió de la cárcel hace casi una semana, ¿no querría pasar algún tiempo con Ryan, su hijo, en lugar de estar dando por saco a Chris?
Ryan.
Me pregunto si su hermanastro se habrá enterado de que su padre ha muerto. Me pregunto si se habrá enterado de que acaban de detener a Chris como sospechoso. Ryan ya lo odia por ser Chris. No quiero ni saber lo que hará si piensa que él es el responsable de la muerte de su padre. Antes, esta era solo una pequeña rivalidad, pero ahora alguien está muerto y Chris está en la cárcel acusado de asesinato.
No puedo perder a Chris. No ahora, no cuando ha llegado a significar tanto para mí. Todos aquí en King City lo han hecho. Todos mis amigos son las personas que nunca pensé que alguna vez tendría en mi vida, gente que me hace sentir que pertenezco, como si tuviera una familia. No puedo perder más, ni Ryan, ni Matthew, y ni siquiera la policía van a quitarme todo eso.
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Nota de Maddie:
¡Feliz Navidad! ¡Yeeeeeeeeeeeee!
Vengan a por sus abrazos, de uno en uno y en fila india.
*Abrazos psicológicos a todos*
Hola, chicos y chicas, bienvenidos nuevamente a esta historia, y digo nuevamente porque es un placer volver a encontrarme con vosotros.
Como ya habéis visto, este el es prólogo de "Quédate Conmigo", libro número 2 de la Saga Conmigo.
Sé que esta parte es muy cortita pero por algo es el prólogo y no un capítulo. Ahhhh pensando. Vamos a dejarlo por ahí y no estoy muy segura de cuando voy a empezar a publicar los caps porque me gustaría tener varios para que así no me tarde mucho cuando ya estemos todos dentro.
Y bueh.
Eso es todo por hoy.
¿Os ha gustado vuestro regalo de navidad? Espero que sí.
¿Cómo habéis pasado vosotros la navidad?
No es lo mismo con una pandemia obviamente, pero personalmente os puedo decir que este año me ha enseñado muchas cosas, entre ellas no comer cosas raras por ejemplo.
Además de que muchos hemos tenido problemas no solo con la enfermedad sino también muy personales, muy al interior de nosotros. Pero ahí seguimos, dándole a este año como a cajón que no cierra. Y nadie asegura que el próximo año será mejor pero podemos hacerlo mejor, solo esperemos que lo peor ya haya pasado.
Mi frase del año ha sido: "Espero que sanes de aquello de lo que no hablas con nadie".
Buenardo, a que sí.
¿Y mi canción del año? Bonitooo, todo me parece bonitooo.
Otra vez, ¡Feliz Navidad! ¡Yeeeeeeeeeeeee!
Pronto el regalo de Año Nuevo. Oh sí.
Los quiero a todos, mis cucarachitas.
Las cucarachas sobreviven a una explosión, ¿o no? Pues nosotros estamos sobreviviendo a una pandemia, ¡Toma!
