Capitulo 1: El inicio

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La historia comienza en el presente año, mientras Jean estaba revisando las historias de sus amigos en Facebook, la de su pocos amigos ya que a más de 4000 no los conocía. Entre deslizamientos de abajo hacia bajo, ella se siente desanimada y un poco acongojada, pero aparece el enemigo de "tener nuevos amigos"  personas que quizás conozcas, ella baja y regresa con cierto desdén y algo preocupada.

—Eso de tener nuevos amigos cada vez me agrada menos, pero  la verdad es que.. encuentro nuevos amores—su estado de preocupación cambia por una media sonrisa.

Agregar, agregar, agregar, agregar, ya iban 4, seguía y la cantidad cambia, aumentando a 8, seguía y perdía la cuenta, deslizó a la izquierda y exclamó:

— ¡A no! .... — hizo una pausa y frunció el ceño y juraría que deseo no haberlo hecho, diciendo — !Este no!

Mamá: ¿Hija te pasó algo?

Jean: ¡Noo! — gritó fuertemente, pero no lo suficiente como siempre (lo cual no es suficiente) y mientras sus ojos volvían a la pantalla, dijo: solo fue un equivocación y nad— mientras hablaba en voz sumamente baja, llega mamá y le interrumpe.

Mamá: Te estoy hablando ¿Qué, no escuchas? — si! Exacto! Jean no gritó y pensó que sí lo hizo, mamá si que lo hizo, su cuerpo se estremeció tanto que se asustó.

Jean:  ¡ay! Mamá me asustas— temblorosa y poco despreocupada pues el susto se fue en cuánto su mamá dio media vuelta.

Puesta en escena, Jean seguía disgustada pues esa solicitud de amistad nunca se debió enviar, era algo que no debía pasar, no ahora, no ahora que se había creado una segunda cuenta. Definitivamente estaba disgustada y más por el hecho de que lo más probable que pase si la cancela, es que le llegue la notificación de la solicitud de amistad y si este decide aceptarla, luego no podrá y se preguntará ¿porque? Y esto es fácil, a Jean ya le paso un par de veces, solicitudes de amistad que quiso confirmar pero que no se podían, como si el enlace estuviera muerto y al entrar al perfil en busca de respuestas, pues en definitiva, el encontraría lo mismo, una solicitud que nunca se envió. Y sería un claro error al aceptarlo... pero sería obvio el motivo.

Jean: Yo lo tengo que cancelar — Decidida, presiona sin dudar y sigue su camino.

Jean no quería a nadie de la familia en su nuevo Facebook, era su zona de  escape y libre expresión aumentada al 100. Por cierto.

Ya eran las 12 y faltaba  poco para almorzar, no tenia muchas ganas, desayunó tarde, como la mayoría de los días desde que sus días comenzaron después del fin de su clase y para siempre porque era lo que tanto añoraba. Claro! Ahora en retrospectiva ella extraña esos momentos que daría unos años de su vida por volver a ver, pero que esta segura que si eso pasa, daría unos más y lo suficiente para irse ya.

Mamá: Jean es hora! Ven a comer y lávate las manos. ¿¡Si!? — Su mamá siempre habla con mucha sutileza pero cuando se trata de algo que le afecte a ella termina la oración con mucha fuerza, hace denotar que debes hacerlo.

Jean: Esta bien mamá, es algo que hago antes de cada comida.

Mamá: No es lo que estoy viendo— Mirándola fijamente— mejor ven ya ¡Las moscas te avivarán!

Jean apenas entraba al baño, presurosa abre la llave y suena el rascado del metal, ella deseaba se detuviera pero no pasó, se enjuaga lo más rápido posible y de pronto...

Mamá: ¡¡Jean!! ¿puedes venir ya?— su mamá alza la voz un poco molesta

Jean sin darse cuenta seguía en el baño, le gustaba el agua y no le gustaba que le salpique agua que no sea del grifo, o tocar una parte del lavadero pero le paso, y esta era su segunda vez de  enjuague.

Jean: ¡ay! porque me pasa esto a mi... —entre palabras que penas se pueden oír.

Terminó lo más rápido posible y secándose entre sus prendas, fue y se sentó; y empezó, pero no sin antes volver a chequear su teléfono, se paró y fingió ir a ver un vaso con agua, aceleró su paso hasta llegar a la ventana de la sala y llegó a cogerlo  llevándoselo junto a ella, tomo el vaso llenándole de agua y exprimió un limón, lo llevo junto a su plato y ahora si.. empezó.

Rin Rin/ llego una notificación  a Jean (desde telegram), es la app donde tienen una conversación más segura, decidieron que sería como su plan de salvaguardas para todos sus planes. Y para los demás, solo Whatsapp.

Conversación en Telegram:
Eliana:
-  Plan b, bebe
Jean:
- se lo que significa, descuida. Besos.
Eliana:
- Gracias, te aviso luego como me fue.
- Te quierooooo
Jean:
- Jajajajaja solo ve con cuidado y avísame cualquier cosa.
Eliana:
- siii

— Eliana parece estar muy emocionada y eso que ya son novios, me pregunto ¿que se sentirá? — mientras la comida seguía intacta, jean pensaba un poco triste y dio un suspiro pero no sin antes dar una sonrisa — espero que le valla bien, estoy muy feliz por ella, se lo merece!

No paso mucho para que su mamá notara su ausencia.

Mamá: Hija debes comer, esa comida se enfriará y ya sabes lo de las moscas.. y a todo esto ¿a quien le hablas? — su mamá le  observa, parecía desearlo con su mirada el móvil y con sus manos quererlo pero todo parece quedar ahí.

Jean interrumpe su mirada perdida en el tiempo y responde — madre lo haré ahora mismo ¡disculpa!

Mamá: lavas los trastes — mamá se retira.

Jean tiene ciertas inquietudes que comienza a cuestionar en su mente con un poco de preocupación — A mamá siempre parece preocuparle más quien es la persona, nunca parece notar lo suficiente si estoy feliz o si estoy triste, supongo que su enfoque es otro. Pero aveces lo importante es quién te importa y si soy lo que le importa debería preguntármelo con mucha más sutileza y si es por el hecho de que me gusta alguien ó si solo es de broma... bueno.. ¡no importa! —hace una pausa muy brusca frenando todo intento de seguir pero cada vez su corazón habla por ella— ó tan siquiera.. el hecho de tener novio. — ella muy triste se resigna a seguir debatiendo y decide después de varios intentos, comer.

Jean: Cómo quisiera conocer a alguien,  quien me ame y a quién yo ame por igual. Que sea mutuo — la tristeza se fue muy rápido pero vino con una sonrisa en el rostro y de esperanzas se tornan sus mejillas rosadas— ¡soy cociente! Soy consciente que la esperanza es algo peligrosa para una mujer como yo,
la del tipo que busca el amor verdadero y vivo por ello. —Entre risas Jean parece a ver recordado algo— no puedo creer que cite un trozo de una canción, estoy muy emocionada... esa canción es sumamente triste y creo que si tuviera 60 ese sería mi final, si la historia que tengo ahora fuese a los 60— Jean decide comer y esta vez,  en serio pero recuerda la canción y empieza a cantar..

Hope..  is a dangerous thing.. for a woman.. like me.. to have..

Inclinó su mirada hacia el techo, levantando su mano intentando coger algo, algo que no esta y expresa su más sentido pésame, como si algo fuese a morir ¿el amor puede ser efímero, verdad ? pero ella habla de esto antes de que lo sea — aveces quiero coger una estrella, siento que puedo hacerlo cuándo levanto las manos, como si las tuviera cerca al cielo, es tan mágico, aveces siento que es así contigo, intento llegar a ti pero, aunque ¡salte! y ¡salte! y esté por llegar, siempre es mejor observarte de lejos, porque eres como una estrella y me quemarías viva, entera y completa. ¿A caso tú, fulminarías mi corazón con destellos al más puro estilo de una canción de amor? ¿Que es lo que pasaría?

Jean no parece muy contenta, pero sabe que el día apenas comienza y que debe comer, paso mucho para que logre acabar, pero antes de esto. Ella sabía que tenía que terminar, y ademas de ello, limpiar y ordenar toda la cocina ¡era su día! El día o la tarde que nadie querría, no a sus 20. No ahora que sus defensas están bajas y sus sentimientos están en pleno revuelto, ella quería escuchar música e imaginar una historia junto a su amado pero eso era imposible con su mamá en casa. Decidida a empezar, se pone en marcha y comienza con los trastes, limpia las mesas, pone todo en su lugar, ordena todas las cosas a su lugares correspondientes y sin darse cuenta el tiempo pasó y al fin su angustia parece haber cedido.

Voló y voló, el tiempo sin volver, como recuerdos que jamás podrán volver a suceder. Con chicas como Jean, el tiempo siempre es corto, así lo siente ella excepto por los momentos que duran tan poco para todos que cuándo se trata de él, para ella se sienten muy lentos mientras suceden cuándo los recuerda.

Y recordarte, me recordó amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora