𝗛𝗼𝗺𝗼𝗳𝗼𝗯𝗶𝗮 | 𝗙𝗿𝗲𝗱𝗲𝗱𝗱𝘆

H

- ¡Ah!~

Gemidos y jadeos se escuchaban por toda la habitación, ¿la razón?
Dos chicos del mismo sexo se encontraban en una situación un tanto... caliente.

Él más alto lamía y succionaba el cuello del más bajo tocando cada extremo de este sin pudor alguno.

- Mmm, F-fred, b-basta, pueden, ¡ah! pueden atraparn-nos

El más bajo tapó su boca con ambas manos para tratar de parar los sonidos que salían en armonía de sus algo hinchados labios, él más pálido paró de besar su cuello para admirarlo, era una vista maravillosa.

El pelicafé tenía el cabello alborotado, tenía los ojos cerrados con fuerza, el ceño ligeramente fruncido y las mejillas coloradas, simplemente digno de apreciar según el azabache.

Con una sonrisa coqueta, acercó su boca al oído del contrario para suspirarle despacio, causandole escalofríos al moreno.

– Acepta que es más placentero hacerlo así.

Mordió levemente el lóbulo de la oreja de este.

– ¡Ah, di-dios mío, Fred!

No hay que decir que al castaño le estaba encantando esa sensación, estaba más que excitado, esperando por más.
El ojigris sonrió malicioso dispuesto a seguir con su labor pero un ruido en la puerta los había interrumpido

– Freddy, ¿estás bien? Llevas ahí mucho tiempo y te oí gritar.

el mencionado abrió los ojos asustado, como pudo se acomodó los botones de su camisa y su cabello, el contrario hacía esto último mirándolo con una pizca de diversión.

Freddy abrió un poco la puerta, encontrándose con su mamá

- Eh, cla-claro mamá, estoy bi-bien, en un minuto sa-salgo

- Bien cariño, de paso buscas a Fred, no lo he visto desde hace 20 minutos y ya está lista la cena.

solo asintió volviendo a cerrar la puerta.

Escucharon los pasos de la señora alejarse, se tocó la frente y suspiró aliviado, el azabache soltó una pequeña risa, ganándose así una mirada molesta por parte del castaño.

- ¿Qué?
Ten un poco de humor, siempre pasa esto y aún no te acostumbras.

Sonrió triste y revolvió los cabellos del menor para salir de aquel baño de lo más tranquilo.

– Sí, uno se acostumbra a ocultarse de la gente.

Dijo en un susurro y dejó escapar un suspiro melancólico para después abandonar el cuarto.

Nueva historia ;)
— 🌙.