Tenías que ser tú

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Saint Seiya y sus personajes son propiedad de Masami Kurumada, yo sólo los utilizo por diversión.

Fanfic publicado en Amor Yaoi, Saint Seiya Yaoi (foro), Fanfiction el 09 de agosto del 2017.
Razón:  Ficsotón.

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No había esperado una gran bienvenida, es más, hasta esperaba que Tethys le saltara encima por dañar a su "amado" señor y controlar a todos (que eran tan sólo niños), sin embargo, apenas había pisado el templo marino cuando los generales marino (a excepción de Sorrento), se abalanzaron mirándole casi suplicante. Traían ropas de niño, bolsas de alimento, algunos juguetes y sobre todo, y por lo que notaba, tenían tatuado en la frente "desesperación". Quiso reír ante la vista tan lamentable, pero no pudo, no cuando aquellos mocosos habían representado su familia.

—¿Qué ocurrió...? —no pudo completar su frase cuando un fuerte temblor se sintió, y el llanto infantil de un niño retumbó las paredes.

Un pequeño de siete años, corría con un enorme camisón de dormir hacia su dirección. En sus manos traía aferrado un peluche de Kraken, andaba descalzo y con el rostro rojo por el llanto. Atrás, hecho un manojo de nervios, se encontraba Sorrento que traía en manos un pequeño abrigo.

—¡No! —gritó el niño.

Kanon giró su cabeza para poder ver a los demás, pidiendo una muda explicación, pero los demás sólo veían aterrados al niño.

Si Kanon no hubiera estado presente, quizás nunca hubiera creído que un niño, pudiera elevar a un hombre con el agua. Tuvo que retroceder para que el agua no llegara a él, y con los ojos muy abiertos y una ceja elevada, observó la escena.

—¡Julian! —gritó Sorrento—. ¡Bájame!

—¡No! —fue la respuesta firme del niño lloroso—. Quiero volver a mi casa, quiero estar con mi mami.

—Pero... señor Poseidón... —Krishna se quedó callado por la fulminante mirada del menor.

Kanon soltó un largo suspiro. Esto estaba fuera de control. Además ¿qué esperaban? Eran simples adolescentes tratando de cuidar a un niño pequeño. Aunque... sus compañeros también lo fueron y ninguno mostró tanta incompetencia como ellos. Claro, sin contar con el incidente ocurrido en el santuario con el tema de Aitor, pero eso ya era otra historia.

El gemido del pequeño Julián lo atrajo de nuevo a la realidad. En cierta manera, el niño le recordaba a Milo, esa forma de su cabello y los grandes ojos expresivos, sonrió ante los recuerdos. Siempre que tenía oportunidad cuidaba a sus actuales compañeros (aunque eso nunca lo mencionaría), y podría decir que tenía cierta "experiencia".

Se acercó al niño despacio y se arrodilló ante él. Lo primero que notó fueron como los ojos claros se enfocaron en los suyos, para luego inspeccionarlo de arriba a abajo.

—Soy Kanon de... —hizo una pausa sin saber que rango usar—. Dejemos en sólo Kanon —sonrió. El niño hizo frunció sus cejas, el silencio y la desconcentración del menor, que hizo caer a Sorrento, fue lo único que se apreciaba ahí. Pasó cinco minutos, para el pequeño hiciera un gesto de sorpresa, agrandando sus ojos y lanzándose a sus brazos.

—¡Dragón! —ser llamado de esa manera le hizo ampliar más la sonrisa. Relajó sus hombros y envolvió en un abrazo—. ¿Dónde estabas? ¿Por qué estoy aquí?

—Estaba de viaje, regresé para seguir cuidándote.

—¿Quiénes son ellos? —hizo una señal con su cabecita, mandando miradas amenazantes a los demás.

—Son el resto de tus generales marinos. ¿Recuerdas la historia de Poseidón y sus marinas? —el niño hizo un gesto afirmativo ante sus palabras—. Bueno, ellos son. Además, fuiste muy descortés con Sorrento, debes pedir una disculpa.

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⏰ Última actualización: May 05, 2020 ⏰

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