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Advertencia: Este capítulo va fuera de la cronología, pero solo será este, ya que se me pasó. XD Ya no lo vuelvo a hacer. UnU

Fer, lo importante es que recuerdes quién eres y cómo llegaste a dónde estás.

•••
ACECHANDO A LUCIFER.

La investigación estaba por comenzar, debían admitir que era una experta en el sigilo, es por ello que la enviaban en ese tipo de misiones, por desgracia, todo su equipo estaba en su antiguo departamento, porque si, la escuela le pagaba el alquiler, como si fuera un tipo de almacén o algo así, claro que no había cosas muy importantes, por así decirlo, en fin, primero tenía que reportarse, luego ir al departamento y finalmente pasearse por la ciudad en busca de información para elaborar estratégias.

Despertó a la hora acostumbrada, se duchó y vistió, todo lo rutinario, un par de mensajes a las personas adecuadas y estaba lista para salir.

Pero, por otro lado...

—¿Qué yo qué? — preguntó el de cicatrices.

—Tienes que seguirla, buscar información y si es posible, traerla. — le dijo Kurogiri.

—La última vez que lo intenté, ambos salimos heridos, manda a alguien más, a la loca, por ejemplo. —

—¡Si! ¡Yo quiero una nueva amiga! — exclamó la rubia.

—No, tú has tenido más contacto con ella, sabrás cómo arreglarlo. — decía un poco cansado.

—Ya verán, la traeré hoy mismo. — murmuró con enfado.

Se escuchó una sonora risa por parte del chico con cabellos celeste. Este imaginó lo que ella diría en esa situación. "¿Cómo ves? Todo meco este vato, si o no. "

—No te lo tomes a la ligera. — empezó negando con la cabeza. —Asegurate de no mirarla a los ojos, también tienes que cuidarte de su defensa, siempre está alerta... Pensándolo bien, es mejor que te ganes su confianza.

—¿Te burlas de mí? — una vena resaltaba en su frente.

—Shigaraki habla enserio, ella tuvo un entrenamiento militar, su defensa es bastante buena, pero tú ya lo has notado. — señaló la cicatriz de su abdomen.

Ambos tenían un trabajo y había que cumplirlo a huevo.

Kurogiri abrió un portal a la escuela, bueno, fuera de, y Dabi, por poco cae. Lucy salía de la escuela, ¡Ay que pesada la vida de soltera! Pensaba, los brazos en su nuca y mirando al cielo, caminó hacia la agencia a paso tranquilo, está vez iba con tiempo. Algunos metros atrás, el pelinegro la observaba, sólo debía seguirla hasta que bajara la guardia.

Tardó 20 minutos en su lugar de trabajo, notó como se recargaba en el escritorio de la secretaria, bueno, secretario, ella le sonreía, muy coqueta, él, un castaño de ojos azules, le devolvía la sonrisa. El villano miraba extrañado, pero a su vez, sin importancia.

Salió dirigiéndose al metro e hizo lo mismo, iban rumbo a el barrio donde anteriormente estaba el bar. ¿Peligroso? Obvio, al menos para una chica, pensó. Pero ella caminaba con seguridad, detuvo su andar en una licorería, esto extrañó al muchacho, demoró 5 minutos ahí, sin embargo salió sin nada, continúo su camino y llegó a un vecindario, una casa de lo más asquerosa, pensó y no estaba equivocado, era realmente fea.

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