►La ecuación es simple. Xú Míng Hào necesita contratar a alguien. Tú necesitas un trabajo Excepto como cualquier ecuación real, ¡no es jodidamente fácil en absoluto! No cuando Minghao tiene que agregar el hecho de que se vio obligado a contratar...
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~~~~~~~~ Es otra de esas noches.
"¡Hola! ¿Dónde vas esta noche?
"Restaurante Blue Plaza, por favor".
"Muy bien." Tus manos agarran el volante y miras detrás de tu hombro para asegurarte de que el camino esté despejado antes de salir de la acera, hacia el destino.
Las cosas estaban funcionando bien últimamente. Con los turnos adicionales que has estado asumiendo, manejando durante noches enteras, pudiste pagar tus facturas a fin de mes y más. Tus ahorros se estaban acumulando muy bien, por lo que te dio una ventaja sobre el alquiler para el próximo mes. Y al adelantarre al juego de las finanzas, pudiste tomar menos turnos y ponerte al día con el sueño que tanto necesitabas. También ayudó que recibieras un bono pronto, ya que era fin de año.
Por primera vez en mucho tiempo, las cosas iban bastante bien.
Un repentino ruido metálico al costado del pequeño taxi te saca de tus pensamientos y miras por el espejo retrovisor para encontrar a una pasajera. Inmediatamente, te quitas el cinturón de seguridad, abres la puerta para ayudarla a entrar, pero ella te golpea y finalmente abre su propia puerta, cayendo en tu asiento trasero en un lío borracho.
"¿Estás bien?" Te vuelves a hacia atrás para mirarla.
La chica tiene mechones rubios miel, vestida con un bonito vestido negro. Ella asiente, agitando la mano con cansancio. "Llévame a un hotel", arrastra sus palabras y suspira con cansancio, presionando su mejilla contra el asiento de cuero del pasajero frente a ella.
"¿Perdón?" Justo cuando estás a punto de pedirle que repita y aclare qué hotel, la hermosa mujer de repente se queja y, desde tu visión periférica, notas que alguien viene hacia el taxi. Lleva en sus brazos un abrigo de color topo, probablemente perteneciente a la chica y se nota su desorden de cabello negro, la camisa de vestir blanca con mangas enrolladas hasta el codo y pantalones de vestir apretados y zapatos de cuero.
La figura del hombre emerge de las sombras de la noche y se hace visible a la luz de la calle. El timbre familiar de su voz te hace retroceder más rápido de lo que tu cerebro puede registrar, agarras el volante hasta que tus nudillos se vuelven blancos.
"Sarah! Olvidaste tu abrigo. El hombre se acerca a la puerta del taxi y asoma la cabeza, volviéndose hacia ti. "Perdón por esto."
Tu pecho sube y baja de nerviosismo. Y haces un ruido descontento desde el fondo de tu garganta en reconocimiento, negándote a darte la vuelta o incluso mirar por el espejo retrovisor. La chica, Sarah, tira de su manga y se aferra a él. "Ven conmigo", se queja y suplica. "Te lo pido por favor Mínghào.
