El príncipe de la noche de luna (Una Historia De Treizor Bloods)

🤴Parte 1👸

El tiempo es misterioso si no lo puedes entender jamás se detiene, sube por siempre y nunca baja.

En la segunda era (lumini) el reino de (REBERFON) se encontraba amenazado, por la raza de los vampiros, el rey Hozgurel armo su ejército con la misión de derrotarlos, logrando obtener la victoria en la montaña de neko. Muchos años antes de mi nacimiento después de la gran batalla, el rey Hozgurel buscaba con desesperación a un heredero perfecto tal como él quiere, con belleza insuperable, los ojos como lunas que resplandecen en la oscuridad y su cabello dorado como oro.

La reina busco de muchas maneras lograr darle al rey un heredero, cundo aconteció que la reina quedo embarazada, todo el reino celebro su felicidad, pero cuando llego el momento del nacimiento del príncipe esperado, la alegría de la reina no tenía rival todo lo que ella quería, al fin era suyo pero al ver a su hijo, sus ojos se llenaron de lágrimas, los ojos del niño eran marones como la madera, el rey al verlo su corazón se endureció, todo sentimiento hacia la reina se extinguió.

Durante dos años Hozgurel permaneció en las sombras, no salió de su castillo, ni siquiera la misma reina lo veía, el único que podría verlo era su mayordomo Judá, incluso se llegó al rumor de que el rey se había convertido en un vampiro, pero todo cambio cuando la princesa Helena hermana del rey dio a luz a su hijo, se desconocía quien era el padre del niño, ya que el esposo de la princesa había muerto en la gran batalla en la montaña neko, cuando el niño nació todos los que se encontraban en el castillo fueron a verlo, quedaron impresionados, ya que el niño era tal como el rey quería que fuera su heredero, felicidad y odio permanecieron en el reino desde que nació el príncipe Treizor.

A la edad de 19 años el príncipe Treizor, se había convertido en un joven apuesto, su cabello era rubio sus ojos parecían lunas resplandecientes y su piel pálida. Pasaba jugando en los jardines reales, acompañado siempre de sus primos, el príncipe William, la princesa Alexandra y Misuki su primo heredero al trono.

La reina siempre me veía con odio, ya sea porque el rey prefería siempre mi compañía más que la de su propio hijo, un día la reina caminaba por los pasillos del castillo, hacia la habitación del rey, se detuvo al ver la puerta de frente.

-su majestad puedo entrar, por favor permítame ver...te lo suplico Hozgurel, déjame verte todo este tiempo, te has apartado de mí.

Una voz fría se escuchó, que salía de la puerta diciendo, ¡vete de aquí no vuelvas a pronunciar mi nombre! ¡Por los años felices que pasamos te perdonare esta vez!, pero si lo vuelves a hacer serás castigada, ahora márchate y no vuelvas nunca.

La reina ahora solo contaba con una sola razón para vivir, lograr que su hijo Misuki sea el próximo rey. Yo Pasaba la mayoría de mi tiempo entrenando y jugando con mis primos, pero en ciertos momento se me llamaba a la habitación real, siempre estaba oscura, conversaba siempre con mi tío de tantas cosas que se me era difícil recordarlas, veía su tristeza cada vez más, por eso decidí aprender a tocar el arpa; ocurrió que cada vez que tocaba una melodía, mi tío se alegraba, se reflejaba en él una bella luz de alegría, pero aun así no salía de su habitación.

El reino había prosperado en gran manera, se acercaba el festival más importante del reino, (la noche de luna) esa noche se celebraba; el día en que los vampiros fueron derrotados, diferentes reyes y nobles de reinos venían solo a celebrar, en esos días la reina endureció su corazón cada vez más, ninguna persona la contradecía, hasta llegaban a temerle. En una ocasión mientras yo jugaba sentado en el trono, ella me vio y grito con toda su furia que me alejara de ese lugar, dispuesta a golpearme se acercó a mí, pero en ese momento apareció mi madre a defenderme.

- ¡Aléjate de mi hijo, no te atrevas a lastimarlo! -Grito mi madre con una gran furia en su mirada.

- tu hijo pretende ser algo, que nunca será - La reina le respondió enojada pareciendo que se controlaba, para no hacer algo terrible - enséñale su lugar en este mundo, o yo se lo enseñare.