Amor de cristal

Sub-capitulo 2 impulso suicida

-Aquí vamos......

Me levante aun con pereza y sueño, recordé lo último que hice anoche, lo que pasó con Salome. Agité mi cabeza borrando esos pensamientos para luego levantarme casi tambaleando del sueño y con un bostezo, aun me sentía dormido por lo que sería mejor lavarme la cara y así despertar un poco. Ya en el baño logré lavar mi cara y despertar un poco, al menos mientras tomo una ducha.

-No sé si quiera ir hoy al colegio.

Digo desalentado pues no estoy muy seguro de haber dormido bien anoche. Al cabo de unos minutos, casi una hora, terminé de alistarme para ir al colegio. Repentinamente recordé que no le había escrito a Mariana a su celular, traté de buscar el número por todas partes: en mi pantalón, en mi mochila.....Finalmente recordé que lo había guardado en el bolsillo de mi camisa, pero no estaba ahí.

-Debió haberse caído cuando me la quitó Salomé, a esta hora estará dormida, Maldición...

Golpee con poca fuerza la pared, tendré que explicarle a Mariana lo que pasó....o quizá....

-Podría probar suerte y ver si Salomé esta despierta... espero que si.

Terminé de alistarme dispuesto a salir e ir a la casa de Salome. Toqué la puerta una, dos y tres veces; pero no hubo respuesta. Moví el pomo de la puerta sin esperanzas pero la puerta estaba abierta y sin seguridad, ¿es buena idea entrar o debería irme?, no estoy seguro de que sea lo correcto pero solo entraré para echar un vistazo, ella estaba boca arriba sobre el sofá, sus pechos estaban al descubierto trayendo únicamente sus bragas. Mi vista estaba fijada en el suelo por si se había caído o algo por el estilo, finalmente decidí agacharme y gatear por la habitación en busca de aquel papel.

-¿Donde podrá estar?.

Susurré algo desesperado por encontrarle, me levante levemente fijándome si ella aun dormía, sorprendentemente si, debe ser por la borrachera de anoche, no es que tolere muy bien el alcohol que digamos. Me levante mientras la miraba fijándome que detrás de ella justo en la orilla del sofá había un papel, es ese, no cabe duda, ahora solo debo tomarlo sin que se despierte.

-Salome no es un buen momento para despertar, por favor.

Volví a susurrar mientras estiraba mi brazo para tomarlo hasta que....Mi celular comienza a sonar, era la alarma que indicaba que tenía que irme, lo saqué rápidamente apagando la alarma, ella no despertó pero lo que pasó fue peor incluso. Salome se dio la vuelta quedando sobre el papel, apretó ligeramente mis labios al ver por dónde podría meter la mano. Entre su brazo y su s pechos había un hueco por el cual puedo meter la mano y tomar el papel, me armé de valentía y comencé a estirar mi mano sin ver para no mirar sus pechos. Logré tocar algo por lo que deduje que era el papel. Fue entonces que Salome soltó un ligero jadeo, al ver lo que había agarrado me encontré con que sujeté su pezón, trague saliva soltándolo inmediatamente, moví un poco más mi mano tocando el papel, retiré aquel con mucho cuidado logrando conseguirlo.

-Al fin.

Dije algo emocionado mientras salía de allí. Agregué el contacto y anoté la dirección en mí celular, le envié un mensaje a Mariana aun estando fuera de la casa de Salome.

-"Hola, Mariana, soy Jake. Perdón por no escribirte antes, es solo que mi celular se había quedado sin batería".

No esperaba una respuesta pues ella estaba ocupada o yendo al colegio seguro. Cerré la puerta de Salome y me fui al colegio. Nada más llegar, Antony me recibe con una palmada en la espalda.

-Bien hecho.

Me dice. Yo sin entender nada lo cuestione mientras caminábamos al salón.

-¿Por qué "Bien hecho"?