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-¿Estás segura de esto?.- pregunto mirandome con esa mirada tan delicada con esos destellos cafés.

-No podría estar más segura de esto...

Entramos en la habitación, era delicada con sabanas blancas y una vista maravillosa de la ciudad, las paredes eran lo suficientemente opacapas para dejar entrar la poca luz de la tarde que quedaba.
Podía notar como se acercaba poco a poco, sosteniendome la mirada; realmente no sabía como sentirme ya que nunca había echo esto, me atemoriza un poco pero esta sensación se disperza por completo cuando empieza a tomar de mi blusa para sacarla de mi cuerpo. Me dejo llevar y empiezo a sacarle la suya, el se detiene a mirarme un momento para después decir "Eres hermosa All", me ruborizo un poco y dejo que una pequeña risa salga de mi boca.

-Te quiero Kile...

La distancia que había entre nosotros se pierde por completo al pegar mi cuerpo con el suyo al darnos un beso. Su mano se posa en mi espalda y empieza a bajar lentamente hacia la parte de mi trasero, empieza a jugar con la bosa de mi pantalón, para después dirigirse al botón y desabrocharlo. Los nervios recorren todo mi cuerpo como una tormenta eléctrica dentro de mí.
Una vez fuera mi pantalón y el suyo nos encontrabamos mirandonos, de arriba a bajo, tratando de decifrar lo que estaba por suceder. No podía dejar de mirar esa piel canela que me estaba volviendo loca.
Se acerca de nuevo a mi pero esta vez me hace saltar sobre el y envolver mis piernas al rededor de su cadera, me sostiene con sus firmes manos en mi trasero.
Me recuesta lentamente sobre la cama, empieza a tirar de mis bragas, el cosquillo se hace presente, asi cómo la sensación de desearle cada vez más. Empieza a besarme el cuello para seguir bajando a mi vientre, el placer que siento se apodera de mi y ahora soy yo la que empieza a tirar de la única prenda que lleva el puesto.

Sentimiento divino...

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