Solo pude ver, ese sueño era muy extraño, recuerdo que estaba en la casa de mi novio, en esa casa llena de cuadros y estatuas con formas que uno nunca llega a entender a menos que te detengas a detallarlos con mucho cuidado, las luces estaban apagadas con la única excepción de la del pasillo que estaba subiendo las escaleras, esa nunca la apagaban por la noche, esta era la guía nocturna del hermano menor de Samuel, como todo niño pequeño le temia a la oscuridad y de vez en cuando despertaba en medio de la noche con ganas de ir al baño.
Pude notar que lentamente mi cuerpo atravesó los pasillos de la casa hasta subir las escaleras que guiaban al segundo piso, podía sentir como a mis espaldas sujetaba algo en mis manos, pero por más que intentaba verlo, mi mano no respondía, en realidad ninguna parte de mi cuerpo lo hacía, era como si no me perteneciera y alguien más tuviera el control sobre mi ser, tan solo era una espectadora de los actos que realizaba mi cuerpo.
Una vez en el piso de arriba sentí como mi mano libre se extendió y arrastrándose por la pared apago la única luz que persistía encendida, de esa manera lentamente avance hasta el cuarto de los padres de Samuel, me estresaba el ver lo tardío que un paso sucedía al anterior volviéndose cada vez más desesperante, no sabía que ocurría, pero un temor muy grande por lo que podría ser inundaba mi pecho.
La mano volvió a extenderse para abrir delicadamente la puerta de la habitación manteniendo de manera detallista el silencio sepulcral que devoraba a la casa y de esta manera me deslice dentro de la recamara. Los padres de Samuel dormían profundamente sin más iluminación que la luz de la luna que entraba por la ventana dibujando las siluetas de los cuerpos bajo las sabanas. El padre abrazaba a la madre rodeándola con un brazo mientras se podía notar que entre las piernas de él pasaba una de las piernas de su amada, una escena un tanto romántica para una pareja, que muy probablemente acababa de consumar su amor.
Mi cuerpo se aproximó a la cama y subiéndose en ella con mucho cuidado se acomodó sobre padre y extendiendo por primera vez el brazo que no había podido ver, finalmente se reveló ante mí la silueta de un cuchillo muy largo que confirmo mis sospechas. Con un movimiento rápido el arma corto la garganta de la madre quien impactada por el sorpresivo acto se volteó cayendo de la cama ahogándose en un charco de su propia sangre que ahora bañaba el suelo de la recamara.
Los movimientos bruscos terminaron por despertar al padre y acto que fue seguido por una serie rápida de puñaladas que arremetieron una y otra vez contra el padre, atravesando su pecho sin piedad justamente donde se encontraba el corazón, sin piedad, bañándose de sangre y tiñendo las blancas sabanas en un oscuro rojo que en medio de la oscuridad parecía negro, el padre grito lo más fuerte que pudo pero ya era tarde para él, su corazón se detuvo y finalmente el grito desgarrador se convirtió en un silencio vacío, seguido de un golpeteo rápido en los pasillos que culmino en la aparición de Samuel en la habitación.
En ese momento nuestras miradas se cruzaron, estaba en pánico, yo jamás había pensado en hacer nada de esto, esto solo podía ser una mala pesadilla, el me miraba con esos ojos confundidos y asustados mientras palidecía ante la imagen de la mujer que amaba asesinando a sus padres. Podía sentirlo mi rostro, no permanecía inexpresivo, una mueca lo adornaba, una preocupante y a la vez perturbadora...una sonrisa, una que más allá de la felicidad cruzaba los límites de la demencia.
No sabía qué hacer, me sentía impotente, tal vez el único acto voluntario que logre hacer en ese instante fue llorar, podía sentirlo, como misa lagrimas caían bordeando aquella horrenda sonrisa. En ese instante a Samuel dejo escapar de sus labios atemorizados una sola palabra, que se convirtió en la última.
-Samuel: Jennifer...
En mi memoria siempre guardare ese momento ¿Quién podría olvidarlo? Más cuando tras eso mi cuerpo se lanzó sobre él cortándole el estómago y arrojándolo por las escaleras. El ruido despertó al único miembro de la casa que aún conservaba sus alientos, el hermanito de Samuel, Marcos.
Mi cuerpo salió del cuarto de los padres y se topó con el pequeño en el pasillo, atemorizado por verme ensangrentada, corrió hasta su habitación donde buscó refugio bajo la cama esperando que yo no lo pudiera alcanzarlo, ojala no hubiera sido así, mi cuerpo lo siguió y tomándolo de las piernas lo arrastro hacia a fuera.
El niño espantado intentaba desesperado zafarse, gritaba y forcejeaba, pero era inútil, mi cuerpo solo continuo su acción sin piedad, lo tomo por ambos brazos lo sacudió y una vez se quedó quieto mirándolo con terror en su rostro puso su dedo, mi dedo frente a mis labios haciéndole la señal de silencio, tras eso, volteó al niño, le quitó la camisa de la piyama y con el cuchillo dibujó en su carne una cara feliz, para luego dejar ir al niño quien asustado se volvió a esconder bajo la cama.
En mi memoria quedo grabada como el fuego la risa que siguió después de ese vil acto, las caras de horror, pánico e impotencia que cada uno en esa casa me mostró, en especial esa risa que más allá de malvada era diabólica, una risa que corto el silencio y tras ella solo abrí súbitamente mis ojos la mañana siguiente en mi cama, como si nada hubiera pasado.
Estaba tan asustada esa mañana que decidí ir a ver a Samuel y contarle todo, que bella sorpresa me lleve cuando al llegar lo único que pude ver fue el exterior de la casa cerrado por la policía que investigaba el asesinato de Samuel y sus padres.
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Hazme vivir (preparando para amazon)
HorrorUna serie de extraños asesinatos empiezan a suscitarse Nightlia y Martel un detective se ve introducido en el caso luego de la muerte de uno de sus colegas, en su búsqueda descubrirá que hay mucho mas que un asesino y la clave para descubrirlo se en...