Me encontraba en un conducto de ventilación con un olor casi a moho y un espacio bastante reducido. Gateaba por él con sumo cuidado de no hacer ningún ruido. Acababa de entrar por una puerta lateral, destruyendo algunas cámaras de seguridad de la zona, matando a algunos de sus guardias entrenados o simplemente dejándolos inconscientes, tomando total control de la sala electrónica de la casa para apagar las cámaras de seguridad, la ventilación y alguna red eléctrica. Esta misión era sencilla comparado con muchas otras, pero se necesitaba precisión.
Llegué a una trampilla, una de muchas que había pasado a diferencia de que esta era la indicada, y miré el mapa para comprobar que no me equivocaba. En absoluto, estaba en lo cierto. Guardé el mapa y rebusqué en un pequeño bolsillo de mi pantalón para sacar un gancho con un pegue en su inferior. Lo pegué en el conducto del aire a una distancia prudente de la trampilla y le até una cuerda negra. Saqué un pequeño bolígrafo metálico del mismo bolsillo que en realidad era un pequeño láser de fundición. Con él dibujé un cuadrado alrededor de la tapa de la trampilla y cuando el metal cedió, saqué la tapa y la coloqué dentro del conducto. Até la cuerda alrededor de mi cintura y recé porque el tamaño fuese correcto y saliese bien. Me lancé del conducto de ventilación del techo hasta llegar a tensar la cuerda. Me quedé a cinco centímetros del suelo con un leve dolor por el impacto de la cuerda en mi cintura. Me puse de pié y me desaté dicha cuerda. Estaba justo donde debía estar, en la habitación de Pawel Nowak, un polaco ex-armero profesional militar que además estuvo en contacto con uno de los asesinos en serie más buscados, que tiene un poder casi absoluto político y es mafioso. Pawel es uno de sus peones, o mejor dicho, casi una de sus torres. Y si acabas con la torre reduces su ganar en el juego de ajedrez. Mi misión era encontrar las cartas mensajeras que se enviaban mutuamente estos dos para llevármelas y matarle. Claro que no contaba con encontrármelo duchándose y con cinco chicas semidesnudas en su cama durmiendo. "Podría haber sido peor" me dije.
Sigilosamente rebusqué en los cajones de la habitación, en los huecos de la pared, en un baúl, el interior del armario y bajo la cama. Todos los rincones, incluso entre las camisetas. Nada, las cartas no estaban allí, en cambio una botella de vodka vacía sí. Eso me daba esperanzas de que estuviese borracho.
Coloqué un alambre en la mirilla de la puerta del baño con una cámara pequeña en su extremo conectada a una pantalla. "Dios, ese baño era más grande que tres habitaciones mías" Comprobé con felicidad como el objetivo estaba distraído en la ducha tras una cortina. Saqué mi celular y envié al grupo de la misión un sms codificado, inlocalizable:
- "El zorro está en la madriguera" -
Segundos después recibí mi respuesta de mi superior.
- "Procede"-
Apagué el celular y lo guardé. Siempre precavida. Abrí la puerta con el máximo de los silencios y con la mayor rapidez que pude la cerré detrás de mí, intentando no formar corrientes de aire. Aquello parecía una sauna, con los cristales empañados y el vapor en el aire. Era un poco sofocante. Mantuve la respiración a medida que me acercaba y sacaba una pistola de mínimo ruido. Mi corazón resonaba con fuerza en mis oídos. Cuando estuve delante coloqué bien mi dedo en el gatillo y jalé de la cortina de la ducha a la vez que disparaba. Pero lo único que logré ver fue cómo una pelota con peluca caía al suelo y un maniquí era sostenido por nailon. Eso sólo podía significar una cosa: era una trampa.
- Genial señorita- recibí un fuerte golpe con un palo metálico en el costado que me hizo caer de rodillas al suelo- Veo que ha conseguido llegar muy lejos- recibo otro golpe aún más fuerte en el otro costado – Nadie sabe que estás aquí, pero no me tardaré en avisar – sonrió.
Me levanté dejando el dolor a un lado cómo me habían entrenado y apunté con mi arma a su cabeza, pero otro golpe en mi mano hizo que esta se me cayese lejos. "Maldito bastardo"
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Cazadores de Serpientes
Science FictionCazadores de Serpientes es un grupo de agentes secretos encabezado por el jefe Ramsés, que trabajan diariamente en muchas misiones para acabando con todos los pilares de un asesino en serie y ladrón de millones y billones de dólares. Su objetivo: p...