Jojo's cute adventures

Josuke

Josuke

-No puedo mas con todo esto-

Fueron mis ultimas palabras antes de huir de casa.

-FlashBack-

Formaba parte de una familia muy adinerada e importante de Japón, los Matsumoto.

Al ser hija única, mi familia estaba ansiosa por comprometerme rápidamente con alguna otra familia de la aristocracia para así, dar mas prestigio a nuestro apellido pero sobretodo por los beneficios que mí prematuro matrimonio daría.

Me entere, al oír una conversación de mi padre, de que habían acordado un matrimonio con el hijo mayor de la familia Minami.

En realidad no me importaba casarme con algún hombre joven de alguna familia importante, pero el problema es que Yukio Minami tenia 32 años y yo solo 17, era totalmente ilegal lo que estaban planeando hacer.

Obviamente mi padre sabia de eso, por ese motivo después de tener una reunión con su consejo ordeno que la boda se realizara una semana después de mi 18 cumpleaños.

-

Faltaban dos días para "el mejor día de mi vida", pero sentir un dolor en el pecho que no me dejaba dormir.

Salí de mi enorme habitación para acercarme al balcón que había en el salón de reuniones.

Las semi-transparentes cortinas bailaban siguiendo el compás del viento, que al mismo tiempo, acariciaba delicadamente mi cuerpo cubierto solo por un delgado vestido de tirantes bastante corto blanco.

Sentí que alguien me abrazo por detrás y me acercaba a su pecho.

Me sobresaltó tanto esa acción que empuje a esa persona mientras me alejaba lo suficiente de ese sujeto. Me di cuenta de que era él, el asqueroso de Yukio Matsumoto. Él era un hombre muy alto y musculoso con el cabello color chocolate y ojos grises, era bastante apuesto, pero un pervertido en toda regla. En nuestro primer encuentro para conocernos intento hacer perversidades conmigo, gracias a una sirvienta no pasó nada, pero el mal rato me lo llevé.

Siempre se la pasaba acosando a la mínima que nos quedábamos solos, daba igual el lugar o con quien nos encontrábamos en ese lugar, el siempre intentaba rozar mi cuerpo con el suyo y era una pesadilla el estar cerca suyo.

-Querida___- dijo mientras me miraba con esos ojos grises.- Antes de la ceremonia no deberíamos mantener relaciones, pero tu cuerpo me provoca una insoportable erección cada vez que te veo.

-Me das asco, jamas me tocaras, aunque me case contigo, no me pondrás un dedo encima en tu vida.- Le solté con rabia.

-¿Eso crees?- empezó a reírse y cuando paró continuo hablando.- Veras pequeña, te guste o no me tendrás entre tus piernas, puede que no sea hoy, pero ten por seguro que al día siguiente de la luna de miel, no podrás ni caminar.

-No puedo más con todo esto.- le dije mientras salía corriendo hacia mi habitación.

Él no me persiguió ni nada, así que me decidí, me iria de casa.

-Fin del Flashback-

Habían pasado dos semanas de mi desaparición, había cambiado completamente mi cabello para que no me reconocieran, también había cogido mucho dinero y me había ido de Tokio.

En estos momentos me encontraba en Moriho, un pueblo/ciudad que se estaba desarrollando poco a poco. Me hospedaba en un hotel hasta poder conseguir algún apartamento y trabajo.

Me asuste de enormemente cuando alguien toco la puerta de mi habitación, estaba apunto de huir cuando escuche a alguien gritar detrás de la puerta.