OBRA DE LENGUAJE

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EL REGRESO

Bogotá, Colombia, casa de los Carrington.

Habitación amueblada elegantemente. Al fondo a la derecha, una puerta con dirección al pasillo. A la izquierda, otra puerta hacia el baño.

En la enorme cama, Lesley duerme, no tranquilamente. Se mueve bruscamente, una leve capa de sudor cubre su frente y sus manos se aferran fuertemente a las sábanas.

Lesley. - ¡Aahhh! (Se sienta sobre la cama con rapidez, su respiración es agitada) ¡Horror!, Otra vez esa pesadilla, ¡Ya sal de mi cabeza! (Grita con desesperación) ya ha pasado un año desde que te marchaste (susurró) ¡Que tortura! (Toma su cabeza entre sus manos) (tocan la puerta)

Hazel. - ¿Esta bien señorita? (Pregunta la sirviente a través de la puerta)
Lesley. - si, si Hazel, estoy bien (su tono de vos era perezoso)
Hazel. - el desayuno está casi listo, y el biberón de Cristal también
Lesley. - gracias Hazel (masajeó su cien)
Hazel. - ¡no hay de que! (Las zancadas se escucharon cada vez más lejos)

Lesley se puso de pie, abrió la puerta y se dirigió a la habitación del frente. Entro y camino en dirección a la cuna, su hija se encontraba llorando desconsoladamente.
Lesley. - ya pequeña (le susurró mientras la cargaba), ¿Por qué tengo que recordarla a ella cuando te veo? (Sonrió con melancolía) tienes hambre, ¿Eh? (Besó su frente)

Tomó una manta que se encontraba sobre el borde del objeto de madera y envolvió a la pequeña en ella. Salió de la habitación recorriendo con su mirada las paredes del pasillo Griss, cuadros y fotos de su hija adornaban está dándole un toque cálido. <<¿Como alguien puede abandonar a una cosita tan bella como ella? - pensó>> sacudió su cabeza tratando de así sacar todo recuerdo y pensamiento torturóso, no dejaría que los de la servidumbre la vieran mal, de nuevo.

Lesley. - buenos días (sonríe entrando a la extensa cocina)
Estrella. - buenos días niña Lesley (hace un movimiento con la cabeza en forma de saludo)
Hazel. - buenos días
Lesley. - ¿Me das el biberón, porfavor? (Apuntó el lugar donde se encontraba el objeto lleno de lactosa)
Flor. - (aparece por la puerta) buenos días niña Lesley, la buscan (recitó la mujer vestida de sirvienta)
Lesley. - ¿Quien me ha de buscar tan temprano? (La ve confundida)
Flor. - la señorita Valentina
Lesley. - hazla pasar a mi despacho porfavor
Flor. - como ordene señorita (se marchó)
Lesley. - ¿Tienes a Cristal? (Le tendió a la bebé)
Hazel. - por supuesto (sonrió tomándola)

Lesley le dió una última mirada a la bebé y salió por la puerta de la cocina, cruzando la sala para llegar a la puerta del fondo, la abrió y sonrió a la mujer que yacía sentada en la silla rotante.

Valentina. - Lesley (se puso de pie para abrazarla efusivamente)
Lesley. - Valentina Broncovich (recibió el abrazo pero no con tanto entusiasmo), ¿que se le ofrece a tan tempranas horas del día?
Valentina. - quería verte (sonrió coquetamente) y también quería ver a la pequeña Cristal
Lesley. - pero nos vimos el día de ayer (sonrió pero no mucho)
Valentina. - jamás me cansaría de verte (se le acercó quedando a milímetros de su rostro)
Lesley. - ya hemos hablado de esto Valentina (se alejó rápidamente)
Valentina. - solo dame una oportunidad (su voz era desesperada)
Lesley. - no estoy lista, sabes lo que ocurrió un año atrás (su cara permanecía sin expresión)
Valentina. - ¡Cuándo estarás lista, llevo pidiéndote que me des una sola oportunidad Lesley, una sola y siempre pones esa excusa! (Exclamó con desespero)
Lesley. - ¡Lo siento!, Es algo inevitable (agachó su cabeza) no puedo corresponderte
Valentina. - Es por ella ¿cierto?, ¿Es por tu esposa?, ¡La que te abandonó a horas de a ver dado a luz, superala ella se fue, te dejó, no te ama, no volverá, es una desgra... (Una mano impacto con su mejilla)
Lesley. - ¡Guarda silencio, Yo sé que es una desdichada pero no tienes el derecho de hablarle tu así! (Toda ella destilaba furia)
Valentina. - Lesley, solo tienes que superar eso (susurró masajeando su lastimada mejilla)
Lesley. - no puedo (una lágrima brotó por su mejilla), simplemente no puedo (susurró), no me hagas recordar más. Perdón (llevó su mano a la mejilla de la otra acariciándola con culpabilidad)
Valentina. - descuida, la verdadera herida que me duele es la del corazón (la miró triste)
Lesley. - perdón Val (la abrazó) perdón, pero no puedo corresponder tus sentimientos, no de esa forma (susurró)
Valentina. - ¿Hemos de ser amigas entonces? (Sonrió triste)
Lesley. - me temo que si Val (le revolvió el cabello de forma juguetona)
Valentina. - entonces dejemos lo sentimental aun lado y a lo que vine (se limpió su rostro con un trozo de tela) ¿Que te parece hacer una reunión de amigos hoy por la tarde? (La miró entusiasmada)
Lesley. - (llevó una mano a su mentón en señal de estar pensando) me parece bien, pero (detuvo el festejo de la otra) una reunión, no una fiesta.
Valentina. - lo que diga mi capitán (tomó postura de soldado juguetonamente)
Lesley. - (ríe) ahora fuera de mi casa soldado
Valentina. - (pone una mano en su pecho fingiendo indignación) me voy pero no por qué me este corriendo, si no por qué ya no la soporto (caminó hacia puerta, pero antes de salir se volteó) vuelvo en unas horas con los amigos que formarán nuestra reunión (guiña un ojo)

¿Te Quedarías A Mi Dado? (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora