Secreto || Yoonmin

Parte Única

Entró a la habitación que compartían dando un portazo, se sentía sumamente molesto y triste por la situación que vivían y es que llevaban un año de novios y las cosas cada vez eran más difíciles para ambos, debían esconder su relación de todos, solamente sus compañeros de grupo lo sabían, todos los apoyaban, pero se habían vuelto muy paranoicos con el tema por motivos entendibles, no les convenía un escándalo de esa magnitud cuando sus carreras estaban en la cúspide del éxito.

Era una situación sumamente estresante y deprimente no poder demostrar sus sentimientos ante una sociedad tan conservadora como lo era Corea, sabía que en caso de que todo saliera a la luz una gran parte del fandom les daría la espalda, pero estaba seguro que muchos más se quedarían a apoyarlos, pero tenían miedo, en Corea la homosexualidad era un tema tabú todavía y le temía al rechazo de sus familias, sabía lo conservadoras que eran y muy posiblemente les darían la espalda.

Se deshizo de su abrigo y se dejó caer en su cama, sus manos se hicieron puños y se permitió llorar de frustración y de tristeza, sabía que tenían una responsabilidad con el grupo y con ARMY, pero cada día era más difícil ocultar sus sentimientos, se sentía como un rehén, no sabía cuánto podía soportar su relación de esa forma y es que sentía que cada día iba en picada, amaba a su mayor y sabia que el sentimiento era mutuo, pero para ser honestos estaban mejor antes, cuando ninguno de los dos había aceptado lo que sentía por el otro, y es que sí, Park Jimin y Min Yoongi habían estado enamorados desde su debut, pero ninguno de los dos se atrevía a decirlo en voz alta, quizá si nunca lo hubieran aceptado no estarían en esta situación y guardarían ese amor tan inmenso para sí mismos, demostrándolo sólo entre miradas discretas y pequeños mimos que pasaban desapercibidos.

Sintió un nudo en la garganta, le dolía mucho el pasar por una situación así, quizá si hubieran nacido en otro país no tendrían que pasar por esto, sintió como sus lágrimas hacían un lento recorrido por sus mejillas hasta caer en sus sábanas, sintió como un peso ajeno se dejaba caer a su lado y como unos brazos rodeaban su cintura, mientras una respiracion tranquila golpeaba suavemente su nuca, inmediatamente un calor le inundó, era como si solo el hecho de tenerlo cerca fuera suficiente para calmar el dolor que sentía en su corazón.

-No llores amor, saldremos de esta como siempre lo hemos hecho- susurró suavemente en su oído, su voz se oía cansada, como si le doliera lo que estaba diciendo y es que aunque era muy fuerte, había cosas que le hacían sentir mal y una de ellas era ver a su pequeño llorar, lo entendía, claro que lo entendía él también siente esa impotencia cada que los ubican en lugares separados para mantener las apariencias y no levantar sospechas en público, aún así es tan difícil contenerse estando en el mismo espacio, tanto así que siempre se dan pequeñas muestras de cariño de manera rápida como es el caso de hoy mientras hacían un en vivo con los demás miembros, Jimin tomó su mano de manera inocente y colocó su cabeza en su hombro.

Al finalizar el en vivo se llevaron una reprimenda por parte del líder, claro que lo entendían, el debía dar la cara por ellos en caso de estar en problemas, pero ¿A caso él no entendía lo que es estar tan cerca de la persona que amas y no poder si quiera tocarla? Le parecía injusta su situación y eso día con día los llevaba a sentirse sumamente mal, no querían afectar a nadie, solo querían amarse abiertamente sin miedo al que dirán o a las consecuencias que esto traería porque se supone que estaban en pleno siglo XXI donde no debería ser un pecado amar a quien tú desees.

Sintió como esos brazos le sostenían como siempre lo habían hecho y su corazón se llenó de una emoción tan difícil de describir con palabras, un calor abrazador azotó cada parte de su ser, se sintió dichoso y amado y él solo podía devolver ese sentimiento con la misma intensidad con la que lo recibía.

-Date la vuelta Minnie, quiero ver tus lindos ojitos- susurró bajito.

Y lo hizo, con la cabeza gacha se dio la vuelta, su mano tomó su barbilla para obligarlo a verle a los ojos y ahí estaban, tan cerca el uno del otro, sus ojitos yacían rojos y sus mejillas empapadas por las lágrimas que derramaba.

-Siento mucho lo de hoy hyung, yo solo... Solo quería estar cerca suyo- habló tan bajito, como si no quisiera ser escuchado.

El corazón de Yoongi se contrajo, sus manos temblaron y sus ojos picaron por las lágrimas que se obligaba a retener para que su pequeño no lo viera en ese estado y hacerlo sentir peor de lo que ya estaba y es que no debería disculparse, no debería hacerlo porque no estaban haciéndole ningún daño a nadie, solo se amaban y no deberían ser juzgados como si fuera un pecado o un acto inmoral.

Llevó sus manos a sus mejillas y limpio con tanta delicadeza como si tuviera miedo de romperlo con algún movimiento bruzco y es que Jimin era como una pieza delicada e invaluable ante sus ojos.

-No amor, no debes disculparte, no hiciste nada malo Jiminie.

-Pero nos metí en problemas hyung, lamento no poder contenerme, lo siento tanto- dijo mientras más lágrimas descendían de sus ojos siendo detenidas por las manos del mayor que acunaba dulcemente sus mejillas.

-Yo también lamento esto Minmin, lamento no poder gritarle al mundo que te amo y que eres lo mas hermoso que tengo, lamento verte llorar por algo que solamente te debería traerte felicidad, lamento que pases por todo esto, porque tú eres el ser más precioso que existe y no mereces estar triste mi amor- dijo mientras besaba sus párpados mojados.

-Te amo tanto hyung, gracias por seguir a mi lado aunque lo mas fácil sería dejar esto, gracias por cuidar de mi y sobre todo gracias por amarme- dijo mientras lo abrazaba fuertemente transmitiendo cada sentimiento que había en su pecho.

-Prometo que un día dejaremos de escondernos Jiminie, prometo que seremos tan felices que esto solo será un mal recuerdo, por el momento solo podemos amarnos en silencio, pero te juro por el amor que te tengo que un día esto dejará de ser un secreto...

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