Capitulo 18.

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La lluvia recorría mi cara, el pelo lo sentía pegado a mis cachetes, pero nada importaba porque otra vez me saque el corazón y lo puse en sus manos, dejándome totalmente vulnerable.
Le había confesado que moría de celos y quería que fuera malo , pero malo solo conmigo. Lo quería para mi, lo quería a el , ya no valía la pena engañarme a mi misma , estaba total y perdidamente enamorada de Guillermo Calesa, al fin y al cabo el tenia razón , yo no lo podía mantener "profesional". Era un mal chiste, podía ver como él intentaba buscar las palabras justas, pero ya habia tardado mucho en responder, si sintiera algo, lo mas mínimo, me hubiera agarrado, acercado a el y hubiéramos tenido el beso mas perfecto del mundo ¡Hasta teniamos lluvia!  Realmente perfecto, digno de una pelicula , pero como era de imaginarse, mi vida dista mucho a una de esas películas románticas , donde sabes que va a terminar bien.

Hay dos tipos de películas , están las películas que las ves sabiendo que van a terminar bien, sabes que te van a hacer sufrir pero tenes el final feliz asegurado y luego están las películas que las ves pensando que son como las primeras, pero a los 20 minutos que vas de la etrama ya sabes que es un engaño , que la película te va a destruir. Guillermo era de estas ultimas.

Ella ni si quiera se fijo en mi, se colgó directamente en los brazos de Guillermo y lo beso y él le siguió el beso. Y tuvieron el momento de película que tanto había querido.

No sé cuánto tardo su beso en acabar, cómo tampoco sé cuánto tiempo me quede allí quieta, viéndolos, sintiendo que mi corazón se convertía en un puzzle de millones de piezas.

Me fije en mis bolsillos si tenía algo de efectivo, cómo por suerte quedaba algo aún, pare el primer taxi que encontré y subí en el.

Cuando estaba ya por cerrar la puerta, logré ver cómo Guillermo separaba a Sole de su boca y buscaba algo con la mirada, cuando me vio, pude leer en sus labios como decía "Bianca", le dediqué una triste sonrisa, de buena perdedora mientras mientras cerraba definitivamente la puerta del taxi.

- vamos a la universidad del distrito
- esta buena señorita?
- la verdad... no, no lo estoy
- la puedo ayudar en algo
- No se preocupe, nada que mucho chocolate, música deprimente y muchas lágrimas no puedan arreglar

El taxista me sonrió a través del espejo y no volvió a hablar durante todo el trayecto. Colaboró en poner la banda camila y alcanzarme un paquetes de pañuelos.
Los 10 minutos que tardaba el viaje hasta mi apartamento me los pase ahogándome en mi llanto.

Cuando abrí la puerta, estaban las chicas viendo una peli en nuestro living, me acerqué llorando m. Ellas como buenas amigas no preguntaron nada, solo me consolaban con caricias y abrazos.

Me fije en el reloj y eran las 09:00 am de la mañana, si no me apuraba iba a llegar tarde s mi primera clase de ética.
Me vestí lo más rápido que pude, me hice una coleta alta con mi cabello y salí disparada a donde era la clase, por suerte en el camino me dio para conseguir un café muy cargado.

Cuando llegue a la clase busque mi celular en mi cartera pero no estaba. Maldita sea! El se había quedado con mi celular, no podía tener tanta mala suerte! Antes muerta que pedírselo y recordar la humillante noche de ayer! Era hora de caminar mi celular por uno más nuevo y lindo.

El profesor se presentó y su nombre me resultó familiar, en mi mente pensaba una y otra vez de donde lo conocía.
Seguramente no llegaba a los 40 años y si los tenía los llevaba muy buen, su pelo rubio contrastaba con su piel dorada, parecía que había vuelto de una playa de la Polinesia, sus ojos eran de un azul electrizante y tenía una sonrisa que mamá mía!!! HOT!

- Disculpe ? Me puede repetir?

- Su nombre es señorita...?

- Lapithz , B o
ianca Lapithz

OMFG! Otra vez tu ..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora