Parte I

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            Reían, reían sin parar, no comprendía por que pero no dejaba de reír, como niños después de una travesura o de algo divertido, reía y era tan feliz, hacía cuanto no lo era, ¿cuándo lo fue?, esa es una buena pregunta, siempre en silencio y con una seria mirada, sin gracia ni diversión, sabía que reía, en algún momento de su vida lo hacía, pero no era capaz de recordar cuando lo hacia, solo sabia que cada día que pasaba y crecía era menos lo que lo hacia, ya nada le parecía chistoso, prefería enfocarse en su mundo y en sus deberes, era una persona tan aburrida, tan apartada, sus rasgos faciales eran de una persona atractiva, pero aún así nadie estaba cerca, pasaba por el mundo sin llamar la atención, aún con tan llamativa característica, pero como llamaría la atención si nunca se preocupó por lucir bien, por todo esto a nadie le termino interesando su persona, y por consecuente la soledad fue la única que estuvo junto a su callada persona, los dos solos en un callado y monocromático mundo, aquel extraño e incómodo sentimiento que te produce la soledad golpeaba en su interior, pero no hacía nada para curar ese mal, prefería seguir así, sin relacionarse, prefería eso, la lejanía que a la cercanía, el rincón que al centro, el último lugar que al primero. Caminaba en la vida sin nadie y por alguna razón que no entendía, seguía caminando sin nadie, aún y cuando la gente intentaba acercarse, sin dudar las apartaba, y con el tiempo la gente se le apartaría más y más, hasta que ya no había nadie. Pero hoy, hoy esta habitación que por cinco años solo tuvo a un  callado y nada emocionado ser vivo en su interior, sin ignorar a las polillas en busca de luz, las cucarachas presentes en todas partes, insectos que se colaron por el marco de la puerta y otros más seres vivos minúsculos presentes en el ambiente, de pronto fue escenario de risas y carcajadas, de brincos y de alboroto, de desorden y compañía, hoy la volvía a sentir, la risa, la diversión pero como nunca la había sentido. Todo este tiempo había perdido algo muy importante, que recuperó con la aparición de esta delgada y hermosa chica con su corto y teñido cabello de color gris, con sus piercings y tatuajes, con esa forma tan alegre y tan deslumbrante de vestir, era toda una belleza que resaltaba por encima de los demás y los demás o la odiaban por ser como es, o querían estar junto a ella por ser como es, siempre rodeada de personas, en especial hombres, habían muchos hombres que intentaban no solo tener a su disposición a su hermoso cuerpo, querían estar cerca de esa persona siempre, pero a diferencia de ella, eso era algo que nunca tuvo, nunca vistió para resaltar, nunca llamó la atención, nunca tuvo algún pretendiente, o al menos eso creía, nunca tuvo nada de eso. Y es que ella era todo lo contrarío a su persona, eran dos seres tan sustantivos, pero aún así, aquí están, queriendo que la noche no termine, abrazándose y saltando sobre la cama, no lo sabía, no lo entendía, siempre había apartado a las demás personas, y si no lo lograba, simplemente se apartaba de ellos y ya, pero ahí estaba ella, no la consiguió apartar como a los demás, y tampoco se pudo apartar de ella, esa sensación que sentía en ese momento era tan extraña, nunca la había sentido, era algo totalmente nuevo, algo a lo que le temía, como todo ser vivo a lo desconocido, pero que también le despertaba la curiosidad, como a cualquier desconocedor ante algo nuevo que le asombra y de buena forma, y simplemente quería conocer más de esto, aún y cuando sentía miedo, dejó todo lo que le caracterizaba de lado y se entregó a la compañía y sentimientos. Las risas callaron y de un momento a otro, el silencio se había apoderado de la habitación, los dos estaban acostados, frente a frente, compartiendo sus miradas, en los labios de ella se dibujaba una suave sonrisa, al ver esa sonrisa lo entendió, ella estaba feliz de estar ahí, siendo de compañía, y no solo entendió eso, ella sentía feliz por la compañía que tuvo toda la noche, entendió que los dos fueron felices con la compañía del otro y que querían seguir así, aquello le llenó de tranquilidad, entonces solo vio sus ojos, y aquel perturbante silencio que siempre habitó en esta habitación, se convirtió en algo diferente, en uno cómodo, cálido, satisfactorio, tranquilizante, aquel silencio era agradable, era perfecto, era un buen silencio, uno que ninguno quería romper, entonces ella movió su brazo, acercó su mano a su cabello y lo acarició, nunca alguien diferente a su mamá había tocado su cabello y ella con su dedo índice suavemente lo acomodó, luego suavemente lo acarició, lo hacía con cariño y suavidad, ante aquella acción solo se inmutó a cerrar los ojos y disfrutar de todo esto, acurrucada su cabeza ante aquella suave mano como un gato contra las piernas de su dueño, entonces se preguntó por qué estuvo todo este tiempo tan sola, por que huía de las personas hacia la fría soledad, por que eligió a la soledad y el silencio por sobre esto, no lo entendía, pero aún así se sintió feliz, por que acababa de ser salvada de un mal destino, ella la había salvado, la que ahora peinaba su cabello se había convertido de pronto en alguien de quien no quería apartarse, alguien que quería tener siempre cerca.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2020 ⏰

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