Jeno y Renjun son mejores amigos, pero sucede un giro inesperado cuando en el baile de luna llena aparece una marca en las muñecas de ambos, marcas de almas gemelas.
√Contenido Homosexual (obvia)
√Solo copias u adaptaciones con mi autorización.
√Ome...
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Cuando Renjun llegó al orfanato en Corea a los tres años, apenas y sabia hablar chino, ahí conoció a Mei Shua, ella iba todos los días y le hablaba en chino, le enseñaba palabras en coreano. Era una beta, pero siempre había olido a flores. Cuando cumplió cuatro, Mei Shua decidió adoptarlo. Renjun no recuerda mucho a su madre biológica así que fue fácil adaptarse a la nueva vida, ir al colegio, vivir en un pequeño departamento con su hermano mayor Xiaojun y aprender coreano.
Todo iba bien, pero deseó notar las cosas que su madre y su hermano se contaban en secreto o cuando Mei Shua lo acostaba, diciéndole que todo estaba bien después de verla vomitando a las tres de la mañana, mientras lloraba, aunque con el tiempo mejoró.
Cinco años después, para el cumpleaños numero diez de Renjun, decidieron mudarse a Busan, en un pequeño vecindario y Xiaojun volvió a China. Ahí conocieron a las señoras Lee, Irene y Seulgi, con tres hijos, Lee Jaehyun, Lee Jeno y Lee Eric.
Renjun no hablaba bien coreano y Jeno se reía, le apretaba las mejillas y decía algo en coreano que no fue capaz de entender hasta que empezó a hablar coreano fluido.
Todo iba bien de nuevo, pero su madre enfermó nuevamente y dos meses después ella murió, en la cama de un hospital, conectada a muchos tubos y la piel pálida, una semana antes de su cumple años.
Xiaojun llegó de China, dos días después de la muerte de la mayor. Duró un año y medio viviendo con él pero debía volver y las señoras Lee se ofrecieron a cuidarlo. Renjun creía que eran una familia feliz pero años después cuando Jeno declaró que no estaba interesado por nadie, sus abuelos le quitaron la herencia.
Renjun recuerda que Mei Shua decía algo sobre almas gemelas, una pieza faltante en su vida y él nunca lo entendió, hasta ese momento en el que Jeno lo abrazaba con fuerza, sollozando en su cuello.
- Perdoname, Junnie.
Renjun le acarició el cabello, formando una pequeña sonrisa, el aroma del alfa siempre lo tranquilizaba.
- Jeno-ah.
El alfa alzó la cabeza, con los ojos rojos y viéndolo fijamente como si fuera un cachorrito.
- ¿Me vas a perdonar?
- Incluso si no quisiera, moriría si no.
Jeno le sonrió, besándole las mejillas y sentandolo en la cama.
- Junnie, soy un idiota y lo sé, siempre lo he sido pero no quiero ser un idiota contigo - le besó la mejilla de nuevo, sonriendo - Ahora eres mi omega.
- Siempre lo he sido.
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Cuando bajó por las escaleras, Chenle se le lanzó encima llorando, balbuceando cosas en chino y sollozando.
- Estás bien, estás bien.
Jisung lo abrazó luego, el alfa menor no lloraba pero lo abrazaba con fuerza.
- Hyung, creo que sufrí más que tú.
Los demás rieron y Taeyong lo ayudó a terminar de bajar, abajo Renjun lo abrazó con lágrimas en los ojos.
- Cachorro, eres mi cachorro - Le susurró.
Se río, separándose del abrazo y abrazando a Jaehyun, éste lo alzo del piso apretándolo.
- Aun puedo matar a Jeno -. Lo vio fijamente -. Digo, si quieres.
- Gracias por la oferta, puedo usarla luego.
- Todos, dejen de abrazarlo, es mío -. Jeno lo jaló por la cintura, sentándolo en el mueble.
Sicheng le puso una caja de pizza al frente, guiñándole un ojo.
- Me alegra que Jeno recapacitara. Lo iba a hacer recapacitar yo de un golpe -. Yukhei le rodeó los hombros.
- Aun estás débil, no se separen mucho -. Le habló Jungwoo.
- No lo haremos.
Renjun siempre pensó en eso que le faltaba, y ahora que lo tenia se sentía como un rompecabezas completo, con su familia rodeándolo y Jeno a su lado, nada iba a salir mal. Lo recordó varias horas más tarde cuando Donghyuck y Jaemin lo empujaron dentro de la piscina y Taeyong les reclamó molesto.
