INVIERNO (Yunjae)

INVIERNO

Iba Caminando por el parque de Seul con mi cámara en mano, hacía mucho frío, logico era temporada de invierno,  aunque este invierno tenia algo en especial, no lo se algo inexplicable que incluso se respira en el aire, los árboles cubiertos de un blanco resplandeciente, los paisajes a lo lejos se ven hermosos, cada rincón que llama mi atención le tomo una foto,niños, animales, personas y una que otra familia, todo lo que sea de mi agrado.

Eran pasada las 2:00 de la tarde y, decidí levantarme de aquel árbol donde estaba viendo a los niños jugar, entre a una cafetería que estaba situada enfrenté del parque, al entrar me senté en aquella mesa situada a lado de la vitrina opaca, con mi mano decidí limpiar un poco para ver mejor, de repente una mesera se acerco sacandome de mis pensamientos

—Desea algo de tomar señor?-dijo con una linda sonrisa

—Un cafe y unas galletas de chocolate por favor-le dediqué el mismo gestó
—Ahora se lo traigo-Tomo la orden y se retiró.

Su sonrisa era hermosa al igual que ella, su mirada y sus facciones reflejaban que era una chica tierna. Ella llego con mi pedido, lo dejo sobre la mesa y haciendo reverencia se retiro. Al tomar mi taza para dar el primer tragó a mi café, vi que la puerta se abrió fijé mi vista hacía la puerta y vi entrar a un chico claramente mas alto que yo, pelo castaño y al parecer un cuerpo bien formado, en eso voltea hacia donde yo me encontraba y el comenzó a caminar, yo lo segui con mi mirada discretamente y se sentó en la mesa de enfrente que estaba en el ventanal, una mesera se acercó a el y tomo su pedido, se retiro y al poco rato, regreso con un cafe y una rebanada de pastel de chocolate, yo por fin le di el primer trago a mi café pero pude ver que el me observaba, ¿¡acaso se dio cuenta de que yo lo observaba!? Yo en ese momento desvíe mi mirada al ventanal viendo como la gente pasaba en eso recordé las fotos que había tomado hoy en el parqué tomé mi cámara y me puse a ver aquellas fotos, niños jugando en la resbaladilla, en los columpios, familias compartiendo juntas, pajarillos paseando por el cesped y uno que otro niño que me pidió que le tomara una foto con su hermano, amiga o mascota, en verdad era feliz al ver su cara llena de felicidad y así pase tomando mi taza de café y viendo las fotos, despues llame a la mesera y le pedí la cuenta, ella rápidamente me la trajo, pague y me espere un rato mas, en ese momento mi camara accidentalmente tomo una foto en dirección de aquel chico, al darme cuenta de lo ocurrido sali lo mas rápido posible.

Ya ha pasado dos semanas desque que lo vi en aquélla cafetería, desde ese dia no lo he vuelto a ver, al recordar su mirada me estremezco,  se ah convertido en una adicción, quisiera volver a verlo y poder besar aquellos labios carnosos, gracias a mi cámara puedo verlo todos los días, horas, minutos, pero no, eso no es suficiente yo lo quiero en persona, siempre vengo al parque para ver si de casualidad lo encuentro, me siento en el mismo árbol de siempre en espera de que el aparezca y hoy no sera la excepción, al llegar a aquél árbol me doy cuenta que hay otro chico sentado en el árbol de a lado pero no logro verlo bien asi que solo llego y me siento y comienzo a ver a los niños y todo lo que se encuentra a mi alrededor, de pronto unos niños se acercan a mi, eran los mismos pequeños que hace dos semanas les tome una foto.

—Hola!-dijo feliz-Disculpa... nos podrías tomar... una foto en la fuente por favor-dijo penoso, a lo cual yo Sonreí-

—Claro vamos-los niños sonrieron y se fueron a la fuente y tome la foto, yo llevaba la foto de la vez pasada y se las entregue diciendoles que mañana les traería su foto ellos asintieron felices y yo Sonreí.

Al dar la vuelta mis ojos se toparon con los de aquella persona que se encontraba sentada en el árbol opuesto donde yo me encontraba, era el, aquel chico que conocí en la cafetería, mi cuerpo empezó a temblar y mis manos a sudar por fin había vuelto

a ver aquellos ojos que hacían que mi corazón palapitara al mil me acerqué al árbol y volví a tomar aciento, podía sentir su mirada en mi, de pronto el silencio que que se había echo presente fue roto por una hermosa y sexy voz

—Se ve que te encanta tu trabajo verdad?-el se levanta y se acerca a mi poniéndose en cuclillas- por que no me miras?-me toma del mentón-

—Pe...perdón esque yo...yo pensé... que le hablabas a alguien mas- conteste nervioso

—Acaso vez a alguien mas por aquí cerca?-pregunto volteando a todos lados como buscando a alguien mas y yo solo negué con la cabeza- sabes eres muy lindo, tus ojos son muy hermosos y tus labios son tentadores y tu voz...-su mirada se poso en mis labios- perfecta-se acerca mas- como te llamas?
—Jae...Jaejoong- contesté nervioso, probablemente con mis  mejillas de un color carmesí-

—Que lindo nombre- termino con la distancia de nuestros rostros- yo me llamo Yunho- dijo rosando mis labios- sabes que todo este tiempo, estuve pensado en ti, en sí volveria a verte, hasta que te encontré en este parque y no te dejare ir-

Me empieza a besar y yo sin dudarlo le correspondo aquel beso cálido y tierno, tenia muchas ganas de besarlo, de tenerlo cerca de mi, cuando se nos acabó el aire nos separamos y decidimos irnos de ahí llegando a una casa muy linda y ahí empezamos de nuevo con nuestro beso tierno que poco a poco fue convirtiéndose en uno fogozo y necesitado, al poco rato la ropa empezaba a estorbar, el me cargo colocando mis piernas alrededor de su cadera y subimos a su habitación, ahí todo lo que teníamos de cordura se fue al diablo y nos desicimos de todas la prendas empezando una noche inolvidable, después de un rato me encontraba con el abrazado recargado en su pecho, el rompió aquél silencio diciéndome lo que nunca me imagine ¿quieres ser mi novio? Yo me quede en Shock total pero después de unos minutos conteste con un “SI” , desde entonces hemos vivido juntos.

Al año me pidió que me mudará con el ya que no quería estar lejos de mí, tenemos 10 años de una hermosa relación de casados, y con nuestro hijo de 5 años,  nuestro pequeño Changmin. Y desde aquel entonces los Inviernos ya no son los mismos ahora son más cálidos y con un misterio que los dos compartimos...