Sick Of It {JJ Outer Banks}

Quemando bajo la piel

JJ se enderezó, observando su casa desde la entrada e inmóvil. Sus pies no quieren subir el par de escalones hasta el porche, sin embargo quieren correr de vuelta a la seguridad de la casa de Jhon B. Sabe lo que viene, lo conoce como a su propio nombre, pero a diferencia de un nombre, no es tan fácil de aceptar.

Da un primer paso y la madera cruje bajo sus botas. Se estremece y su espalda se tensa. Podría golpearse mentalmente porque sabe que se ve ridículo. Asustado de una casa, aterrorizado por su propio hogar. Tampoco está muy seguro de poder llamar hogar a este lugar.
Una tos masculina sale del interior y el cabello de su nuca se eriza. Veinte, veinte minutos y habían hecho la diferencia. Él solo quería acompañar a Kiara lo más cerca de su casa posible. Tenían tiempo, lo tenían pero JJ sabía que era ajustar demasiado a su limite. Límite que normalmente no tenía, pero con su padre malhumorado sabía que lo mejor era llagar a tiempo, sin embargo, aquí estaba, con veinte minutos de retraso y paralizado en la entrada de su casa.

Terminó de subir los escalones, mordiendose el labio con más fuerza cada vez que la madera crujía bajo sus pies. Tarde o temprano tendría que enfrentarlo, solo estaba retrasando lo inevitable. Se dio ánimo a si mismo y abrió la puerta lentamente, rezando porque su padre estuviera dormido. No tendría esa suerte, una voz llamándolo "pequeño bastado" lo alcanzó desde el salón y el rubio solo pudo tragar saliva en su lugar.

Aún tenía los moretones de la última paliza, había asustado a Kiara y a Pope con ellos y no quería tener que dar más explicaciones. Simplemente estaba cansado de darlas. Su padre apareció, fulminadolo con la mirada y parando a unos metros de él con aspecto dominate.

-Hey, papá...- JJ inició, luciendo tan inocente y ajeno como podía, rezando mentalmente porque su padre estuviese tan borracho que no pudiese coordinar sus movimientos. De nuevo no tendría esa suerte. Lo supo cuando el labio superior del contrario se torció y cuando su ceño se frunció con desprecio y odio.

-¿Dónde estabas?- La pregunta se disparó seca y cortante y el rubio retrocedió inconscientemente sobre sus pasos. - Acompañé a Kie a casa- JJ respondió, sabía que la respuesta era insuficiente. Podría decir que rescataba a un niño de ahogarse o que lo atropelló un coche y sería igual de inútil. Su padre se acercó con un movimiento rápido, tomándolo por el cuello en el acto y empujando su espalda bruscamente contra la pared. Todo el aire abandonó los pulmones de JJ con el golpe e inmediatamente subió sus manos para tratar de deshacer el agarré en su cuello.

Arañó, golpeó y empujó a su progenitor como pudo, mientras la agonía subía burbujeando por sus venas y pinchando en sus pulmones que suplicaban por una gota de aire. -No pue_no puedo respirar- las palabras salieron desordenadas y ahogadas y su padre solo aumentó la fuerza en el agarre de su cuello. JJ pensó que lo mataría, que está vez realmente lo haría. Y en un impulso que buscaba desesperadamente respirar, golpeó su rodilla contra la entrepierna de su padre, liberandose del agarre y respirando sofocadamente.

Tubo un error, cometió un fallo al parase a respirar, le dio tiempo al mayor para golpearlo contra la pared y enviarlo directamente al suelo. Cayó con un ruido sordo y su cabeza se golpeó contra una esquina, comenzando a sangrar y llebándolo a un estado entumecido y desorientado. Podría estar entumecido, pero notó a la perfección cuando la bota de su padre se clavó en su estómago, luego en su pecho y de nuevo. Otra vez y otra vez.

Jadeó, trató de agarrar las piernas del contrario y hacerlo parar. Juraría que hasta suplicó que se detuviera. Sin embargo, no lo hizo. Se arrastra como una sensación caliente, quemando bajo la piel y ya no puede respirar. Los golpes ya no duelen, las palabras no se escuchan, las lágrimas no se sienten frías. Quema bajo la piel y siente sus costillas crujir.

No sabe cuando se detuvo y se siente mareado, quizás los golpes ya no duelen, aunque sabe que está siendo golpeado, pero su pecho se aprieta y siente ganas de vomitar y llorar, porque es su padre quien lo envió al suelo, es su padre quien lo golpea y es su padre quien lo detesta de sobremanera. Y eso duele más que cualquier golpe.

¿Continuará?

Bueno esto ha sido todo. Puedo dejarlo aquí como un capítulo único y con un final así de feo o continuarlo si me lo piden y quizás darle un final feliz.