Página 2: nuestro lugar de encuentro.

84 10 5
                                    


Los reflejos de el sol acariciaban ansiosos el pelaje anaranjado de aquella misteriosa criatura; esta, se encontraba junto al anciano aventurando en busca de un ingrediente especial para el caldo de la tarde.

— Kurama, creo que nos tomaremos más tiempo del deseado.— Advirtió a la criatura el amable anciano, sonriendo con gran amor y ternura; el zorro, de gran estatura por cierto, solo soltó un ligero gruñido, para así seguir avanzando hasta las profundidades del gran y oscuro bosque de los sueños, siendo guiado por su fiel amigo, hasta el final de los tiempos.

— Advirtió a la criatura el amable anciano, sonriendo con gran amor y ternura; el zorro, de gran estatura por cierto, solo soltó un ligero gruñido, para así seguir avanzando hasta las profundidades del gran y oscuro bosque de los sueños, siendo gu...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Uzumaki naruto, ¿cuántas veces te he dicho que andar a las afueras de la aldea precisamente a estas horas es demasiado peligroso?.— Regañaba una hermosa mujer de cabellera roja, esta se mostraba completamente molesta, y en cierta parte temerosa a que algo pudiera sucederle a su hijo. Su mayor miedo consistía en ello.

— Mamá..., lo siento mucho, ttebayo.— Se disculpaba cabizbajo, no era la primera vez que recibía quejas por ese hecho.

— Naruto, cariño. ¿Acaso quieres matarme?, ¿te das cuenta de lo preocupada que estuve?, ttebane.— Reprendió nuevamente al borde de las lágrimas, siempre que sucedía esto entraba en una crisis que solo la presencia de sus seres más queridos podía detener.

— Ya mamá, lo siento, de veras...— El blondo no sabía como actuar, ya no tenía la más mínima idea de qué hacer para excusarse, pero el ver a la mujer derramar lágrimas fue algo que revolvió completamente su estómago.

— Promete que no vas a llegar tan tarde a casa, aún eres un niño, no sé qué haría si algo te sucede...— Suplicó por lo bajo, acercándose al muchacho, y aferrándose  a su pecho. No importa cuánto creciera, siempre sería su pequeño hijo

— Lo prometo, pero no llores más.— Fue entonces cuando sujeto la mandíbula de la mujer, para luego sonreírle con suavidad. Calmando poco a poco el dolor en el corazón de esta.

Después de un corto lapso de tiempo la escena terminó y kushina finalmente fue a preparar la cena, faltaba poco para que minato llegase a casa. Así que naruto fue a tomar una ducha rápida para calmar sus nervios y deshacerse de sus malas experiencias del día.

Puede que el drama sea un poco recurrente en la pequeña, pero hermosa familia.

Pero, cabe destacar que el rubio no se quejaba por ello, de hecho estaba feliz de tener a dos figuras paternales las cuales realmente le amaban y se preocupaban por él.

Se sentía tan lleno con tan solo esos dos que siquiera se imaginaba una vida sin ellos, esas personas eran necesarias en su vida, y si algún día no estuvieran, definitivamente él tampoco.

Amaba a sus padres con todas sus fuerzas y nada del mundo cambiaría ese parecer.

Él amaba tener una familia.

— Te he dicho que es peligroso, pero no entiendes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Te he dicho que es peligroso, pero no entiendes.— Repetía por cuarta vez presionando con más fuerza la delicada oreja de el menor, sasuke intentaba zafarse a como de lugar.

— Itachi ya, ¡no hagas eso!.— Lloriqueaba dando leves manotazos en dirección a su hermano, para su poca suerte no terminaba por atinar alguno.

— Mamá estaba muy preocupada y tú vienes con tu rebeldía, debería abandonarte bajo un puente.— Presionó demás, sacándole otro chillido.

— ¡Lo siento, lo siento, no lo vuelvo a hacer, de verdad!.— Sus ojitos ya estaban cristalizados, su hermano realmente sabía como hacerle sufrir.

— Bien.— Le soltó, satisfecho ante la promesa, porque eso obligatoriamente debía ser una promesa— pero la próxima vez voy a meterte en un genjutsu y te haré sufrir por tres días seguidos.

— ¡Cómo digas..!— Se quejó bajito tallando su oreja con rapidez.

— ¡Y ven a cenar!.— Gritó por último antes de dirigirse a la cocina.

Sasuke era un chico bastante tímido en presencia de naruto.

Pero con su familia era completamente insoportable.

No se quejaba, de hecho aquellos impertinentes apodados seres queridos le traían felicidad.

Pero en ocasiones, quería deshacerse de cada uno de ellos sin dejar rastro, pequeñas cosas que no se harían realidad.

Realmente, no tenían porqué hacerse realidad.

[☀️]

Al día siguiente, todo transcurrió con calma hasta la llegada de la tarde.

Una vez presente esta, el uchiha iría al lugar de todos los días para acechar al rubio.

Y para su suerte, al llegar y esconderse tras los arbustos, allí estaba él.

Nuevamente limpiando su hermoso y rubio cabello, si no fuera porque comprendiera por lo que este estaba pasando, diría que tenía una obsesión con aquello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nuevamente limpiando su hermoso y rubio cabello, si no fuera porque comprendiera por lo que este estaba pasando, diría que tenía una obsesión con aquello.
Pero, para qué negar que le gustaba verle limpiándose.

Iba a hablarle, de eso seguro.

— ¡Naruto!.— Le llamó sonriente, el rubio se alarmó pero al verle suspiró más calmado.

— Hey...— Iba a saludar claro, de no ser porque olvidó el nombre del muchacho frente a él. Se detuvo aún con la mano en alto.

— Sasuke.— Se apresuró a decir colocándose a un lado de el rubio.

— Disculpa por mi idiotez..— Rió bajo para luego darle la mano al muchacho.

Si supiera todo lo que provocaba esa pequeña acción

— No hay problema, ¿nuevamente en apuros?.— Dijo aquello último sin pensar. La había cagado o al menos eso creía

— ¿Qué?.— Se mostró desconcertado ante lo dicho, y alzó una de sus cejas con curiosidad

— Digo, ¿si te has dado un golpe, o algo?.— Dijo con rapidez y, sonriendo con nerviosismo, solo esperaba a ver la reacción del rubio para verificar si realmente la había cagado, o no.

— Oh, no, no.— Dejó escapar una risita— es que siempre que tengo oportunidad me lavo el cabello.

Mintió.

Sasuke lo supo.

— Ya veo.— Dijo con calma finalmente liberando la mano ajena. Cómo se arrepintió de ello

— Creo que este será nuestro lugar de encuentro después de todo, ya van dos veces con la de hoy...— Fijo su mirada en la cascada tratando de desviar el tema. Aunque, aún tenía un poco de curiosidad

— Oh, a lo mejor es así.— El uchiha se mostró feliz.

Aprovecharía toda esa tarde junto al rubio, quería conocerle, y no perdería la tan preciada oportunidad de hacerlo.

El diario de un doncel. [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora