Epílogo

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Creí que si ya no estaba demostrarias un poco de cariño hacia mi pero tú actitud al llegarte la noticia de mi muerte no fue la que esperaba.

- Ammes- su vos se quebraba cada vez más -fa-fallecio -

- Entiendo-

- ¿Acaso no te duele?-

-¿A ti te dolería algo que nunca te importo?-

Tus palabras me duelen aún después de haber muerto, no creí que sigue me harías daño ... Talvez debí haberme dado una oportunidad a mi, de encontrar mi felicidad de ser feliz ...

- eres un maldito infeliz, ella te amo tanto y tu ¿cómo la trataste? María debe estar decepcionada de ti -

Un dolor inmenso se hizo en la mejilla derecha del azulado el cual ahora se encontraba en el piso sobándose la mejilla ahora roja

- ¡no vuelvas a pronunciar su nombre! - lo toma del cuello quitándole casi el aire - si lo haces, te mueres -

Talvez la única vez que el amo a alguien fue cuando ella estaba a su lado, ahora solo es un cascarón vacío y creí que talvez podía llenar ese vacío.

- me alegra saber que ammes no volverá a ver a un patán como tú, tu no merecías a alguien tan buena como ella -

- callate tu eres el menos indicado para decir eso, después de todo por culpa tuya fue que ella se refugió en mi -

- lo se, pero yo nunca le hice un daño tan grande como tú lo hiciste -

Gracias Sonic, siempre fuiste un gran amigo y compañero, te quiero mucho por eso...cerré lentamente los ojos y vi en mis manos una rosa roja, al verla solo me recordaban esos ojos que se metían  hasta tu alma esa mirada tan fría y gelida que solo tú tenías, deje caer esa rosa y un cálido abrazo me rodeó, intenté divisar de quién era ese cálido abrazo pero un sollozo y unas lágrimas sobre mi hombro llamaron mi atención.

- lo siento, perdoname mi hermosa rosa -

Deseaba llorar pero no lo hice, ¿por qué?

- porque ya lloraste lo suficiente por el en vida - su vos era tranquila y hermosa me extendió la mano a la cual no me negué en tomar aún siendo abrazada por el azabache - no volverás a llorar nunca más - no podía ver de quién era esa hermosa vos pero cuando me tomo de la mano, todo el dolor que sentía se marchó.

Me solté del abrazo del azabache y al mirar atrás vi como el estaba de rodillas frente a una lápida que tenía gravado mi nombre, el había traído un ramo de rosas rojas y las dejo junto a mi tumba.

- Mi rosa, nunca te dije un verdadero "te amo" cuando estabas a mi lado ¿tuvo que pasar esto? ¿tuve que esperar a que tú ya no estuvieras más conmigo para decírtelo? -

Te amo -



Tres Cartas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora