«Cánticos de una brecha»

Sinfonia

En sueños deslumbra, las realidades bailan,
Un mundo vivo que prospera olvidado y dejado atrás,
Su historia perdura por los siglos de los siglos,
Dejando una fractura de historia en el cósmico que solo el destino pudo conocer.

El brote cada día crece y crece en su absoluta infinitud,
Cada minuto es más lejano y cada segundo llevado es más continuo,
¿Cuánto puede enumerar la continuidad lejana del infinito?
Un brote puede manar por siempre y seguir siendo el inicio y contarse.
Enumerarse sería cantar esta canción, pues lo que aquí se canta tiene una razón.

Una vez en tiempos remotos, un humano desafío la existencia y probó ser Dios,
Quería ser eterno en un mundo paradójico/astral, ir a la imposibilidad,
Ver lo que nadie conoce a simple vista. - “¿Qué es el alma?”- preguntó con denuedo,
Y aunque nadie sabia la respuesta, el estaba dispuesto a saberlo,
Un chico único con una bendición peculiar y desafortunada sería objeto de atención,
Sin descanso o paciencia lo molestó,
Pues su fin era alcanzar la transcendencia y alcanzar lo mas alto en el todo sin exigir ninguna clemencia,
Sin quererlo asedió algo que no debía y con la alquimia consiguió saber los secretos de la esencia de la vida,
Cuando los desentrañó,  los mas altos se enteraron y un gran cántico alzaron,
El universo se baño de caos y sinfonía hasta que el mismo quedaría tan marcado que una cicatriz quedaría,
Toda la existencia se enteró de los grandes misteriosos y al tener tales eventos frente a sus ojos temieron.
Temieron tanto que la muerte no tardó en llegar a su pensamiento,
Y atentando contra su vida solo enmarcaban su destino.
Esto llevo al equilibro de la continuidad, y disipando los eventos del todo que observaba,
Cambiaron los sucesos que recordaban todos sin igual.
Sin embargo, la cicatriz perduró, el ambicioso se condenó,
Y el destino sin duda algún retornó al pasado, antes de la existencia de este simple pensador,
Que quería ser dios convirtiendo la vida en su hobbie y su ambición en su veneno incluso peor,

Se dice que aún esa cicatriz canta esperando al destino nuevamente,
A un todo que lo gobierne y lo haga brillo que lo llene nuevamente.

Aún danza sosegada en las líneas del cosmos, una fractura,
Una brecha que esconde cánticos en su interior.
Su sinfonía aun se oye repleta de fulgor y siendo un piso de algo superior,
Oye, el canto de un brillo intrínseco de un elegido con gran voluntad en su interior,
Clama su llegada, pues el destino le dió el poder de selección y quién más que el,
Para danzar cada todo en su interior.

El cántico de una brecha que enaltece y danza en el vacío cósmico,
Esperando ser hallada por el brillo de un origen,
Que vió la rotundez de un cataclismo que dejó al todo sin palabras.

Cuídense todos si lo oyen cantar,
Pues es el séptimo del brote y no tiene miedo a causar estragos de lo que lo originó,
Y lo mantiene vagando sin cesar.

-Un llamado de un mensajero.