Hashirama's biggest gamble

La apuesta más grande de Hashirama

Notas:

Esto es bastante idiota y me disculpo de antemano. ¡Disfrutar! (:

Madara estaba haciendo todo lo posible para luchar contra la sonrisa del gato de Cheshire que amenazaba con arrastrarse por sus labios. Tenía diamantes nueve y ocho en la mano, un buen comienzo. Hashirama y él fueron los últimos en permanecer detrás de la mesa de póker y Madara estaba haciendo todo lo posible para que su mejor amigo perdiera incluso sus pantalones. A Hashirama no le quedaban muchas fichas de todos modos.

Es cierto, no fue más que una fiesta de caridad que su compañía realizó, por lo que la cantidad de dinero ganado iría al hospital local y a alguna organización ambiental, pero ese no era el punto. El punto era ganarse a Hashirama. Una hazaña que honestamente no fue tan difícil. A pesar de la terrible suerte de Hashirama, el hombre no pudo parar cuando debería. Un pequeño problema de juego tal vez ... Pero, ¿quién era Madara para detenerlo cuando su pérdida no haría ningún daño?

Hashirama miró sus cartas y llamó. Se repartieron las primeras tres cartas. El fracaso fue diez de espadas, jota de diamantes y reina de corazones. Hashirama levantó su apuesta, expresión cuidadosamente guardada. Madara sabía por el minúsculo movimiento de su ceja que tenía que tener algunas buenas cartas. Pero él no estaba tan mal, ¿verdad? Él ya tenía derecho en su mano. 'Aumento.' Puso varias fichas más en la pila.

El Senju estuvo reflexionando un momento antes de asentir resueltamente. 'Estoy adentro.' Miró a Madara directamente a los ojos. ¿Está esperando una casa llena? ¿O solo está mintiendo? Madara evaluó. Tal vez iba a perder esta ronda después de todo. Pero de todos modos podía seguirle el humor a su amigo. 'Muy bien, llama.' Decidió y sonrió a Hashirama. El turno se repartió y reveló diez de diamantes. 'Lástima que ya estoy dentro, apostaría algo más'. Hashirama se echó a reír. Tenía que estar tan seguro de su victoria.

'¿Qué pasa con esto? Entras también y apostaré a eso ... Umm ... ¡Lo sé! Una cena con mi encantador hermano. Hashirama ofreció con una sonrisa abrasadora y brillante. ¿Te refieres a eso en serio? ¿Dónde está la victoria de tener que pasar una cena con tu culo de hermano? Madara se burló. Muy bien, probablemente no sería tan doloroso teniendo en cuenta que puede o no estar un poco enamorado del mencionado Senju de cabello plateado, pero no lo admitiría en el corto plazo.

'¡Awww ven pronto, Madara! ¡No eres divertido! Y puede ser una muy buena compañía. Hashirama al otro lado de la mesa puso mala cara como un cachorro abatido. 'O al menos una compañía muy atractiva'. Añadió en reacción al resoplido seco de Madara. El Uchiha consideró la oferta nuevamente. No era muy probable que ganara de todos modos y el juego ya lo estaba cansando. Podía humorizar a su mejor amigo solo esta vez, aunque podría arrepentirse más tarde ya que Hashirama no se callaría por mucho tiempo.

'Multa. Solo por el infierno de Tobirama, matarte lentamente una vez que descubre que lo perdiste en una apuesta. Madara finalmente estuvo de acuerdo y empujó todas sus fichas al banco. Su corazón dio un salto cuando se repartió el river y aparecieron los siete diamantes en la mesa. Dioses, tenía el color de la escalera. Pobre Hashirama. Incluso si tuviera un full-house no podría ganar esta ronda. Lo que significaba ... Tenía una cita con un Senju Tobirama.

El gemido de desesperación y decepción que lanzó Hashirama cuando revelaron las cartas en sus manos solo podía describirse como salvaje. Madara casi se compadecería de él si no fuera tan engreído por el cambio del juego. Parecía que la fortuna estaba con él. Esa fecha estaba destinada a ser suya.

Técnicamente, estaba tratando de reunir su valor y pedirle a Tobirama que saliera por un buen tiempo. Izuna se estaba divirtiendo cada vez que Madara resolvía que lo haría y luego retrocedía como un cobarde. Ahora tenía una excusa bastante sólida para la cita sin tener que pedirla. Espléndido. Debería jugar al póker con Hashirama con más frecuencia.