the way you look tonight. ☁︎ sakuatsu. ¡!

único.

—La música es buena, ¿no? —una chica totalmente desconocida para el rubio, estaba coqueteando con él desde que llegó a la celebración. Él se mostraba cortés por educación, pero no sabía cómo decirle a la chica que no estaba interesado.

Los novios estaban llegando al salón, con una gran caravana detrás. Miya había llegado antes al lugar. Siguió la caravana unos minutos pero tiempo después, se cansó. Esa es la razón por la cual no se encontraba con el resto.

—Apenas han puesto dos canciones. —le respondió a la chica, riendo.

—Bueno sí, tienes razón. —ella lo acompañó riendo, pero el ambiente era tenso.

La gente se iba acumulando dentro de la estancia.
Se supo que los recién casados habían llegado finalmente cuando comenzaron a aplaudir. Habían demasiadas personas.

En ese momento, Atsumu aprovechó para alejarse de la mujer. Si se volvían a encontrar, le diría que la perdió de vista por la cantidad de personas.

Mientras se pasaba por las personas, logró divisar una cabellera conocida. Era Bokuto junto con... ¿Sakusa?
Terminó de moverse entre la gente, llegando a donde estaban sus compañeros.

—¡Tsumu! —Bokuto gritó con alegría, golpeando su hombro.

La mente de Atsumu parecía haberse detenido. El tiempo se había detenido mientras miraba a Sakusa, quien se veía bastante elegante. Su típico peinado había desaparecido, su cabello rizado estaba desordenado, se veía muy suave. Llevaba un traje con tirantes que resaltaban su figura. Y hablando de resaltar, sus labios parecían llevar un poco de labial, apenas, pero notorio para el rubio.

Al describir esto en su mente, al procesarlo, su rostro sonrojaba. Aunque la poca iluminación lo hizo pasar desapercibido. Había mirado al chico por segundos, largos segundos, tanto que éste notó como Miya estaba embobado mirándolo, así que le dedicó una ligera sonrisa. Atsumu correspondió confundido.

—¿Tsumu? Pareces perdido. —Bokuto volvió a hablar.

—Ah, sí, lo siento. Buenas noches, Bo-kun, Omi-kun. —mantuvo su sonrisa.

—Sí, buenas noches. —Sakusa habló.

Bokuto se sentía levemente incómodo. Golpeó las espaldas de ambos compañeros y suspiró.

—¡Okay! Creo que estamos en la misma mesa, son dos mesas con los del equipo. —señaló a donde se podía divisar a Hinata y Tomas ya ubicados, conversando.

Los tres se dirigieron hacia su mesa. En ese anuncio de Bokuto, Atsumu se había puesto al lado de Sakusa para caminar así que cuando llegaron, se sentaron cerca.

—¡Hey! —Hinata les sonrió. Tomas hizo lo mismo.

Sakusa asintió con la cabeza a modo de saludo, Atsumu sólo sonrió.

—Hola chicos. —Inunaki apareció y se sentó en la mesa con el resto.

—Estoy feliz por Barnes, ¿ustedes no? —dijo Hinata.

—Claro que sí. Además, la ama mucho. Y ella a él, se nota. —concordó Atsumu, mientras todos asentían y daban su opinión respecto al matrimonio.

El tiempo pasaba rápido, entre conversaciones, los brindis, aplausos y el primer baile de la pareja, llegó el momento de correr las mesas y hacer paso a la pista de baile.

(...)

Todos parecían disfrutar de la música. Atsumu y Sakusa estaban sentados en su mesa, conversando de temas triviales, mientras también reían al ver a Bokuto y Hinata bailando como payasos.