Llora,olvida y sonríe

Capitulo 2

Me quedé sola una media hora. Hasta qué un chico de un curso más vino a sentarse a mi lado.

-Cuál es la desgracia?- me preguntó.

Que me preguntara eso quería decir que no sabía nada de la foto, puede ser que la hubiera visto pero por suerte no me había reconocido.

-Pues, hoy es el peor día de mi vida.- respondí con la voz entrecortada. Sé qué en realidad no le había dado ningún dato del motivo de mi tristeza pero no encontraba modo de decírselo.

Me miró a los ojos. Le devolví la mirada. Hubieron unas milésimas de segundo de contacto visual antes de que me soltara un discurso sobre que me hubiera pasado lo que me hubiera pasado tenía que seguir adelante, sobre que el mundo no se iba a acabar, que hay infinitas de oportunidades y hay que aprovecharlas al máximo...

Fue el típico rollo que me hubiera soltado Marc. Cuando dicen esto parece algo muy fácil, y yo la teoría me la sé, pero los procedimientos ya son más complicados. Quien cuando algo malo le pasa piensa que seguro que tiene un lado positivo?

Estuvimos un rato hablando, mientras yo me preguntaba quien era ese chico, que sin conocerme de nada me había venido a consolar.

Sonó el timbre, señal de que empezaba la siguiente clase. Se despidió de mi diciéndome que no quería volver a verme así nunca más. Me quedé un rato pensativa y decidí lanzarme y preguntarle por su nombre antes de que se alejara demasiado.

-Me llamo Carlos. Y tu?

-Sofía Sánchez.- respondí.

-Aahh, por casualidad no serás hermana de Pedro?

-Jajajaja pues resulta que sí. Por cierto, gracias por haber perdido tu tiempo en consolarme- añadí.

-No me las tienes que dar. Es que no me gusta ver a las chicas guapas tristes...

En ese momento no sabía que decir así que me levanté del banco y me arme de valor para volver al aula mientras él también se alejaba en dirección contraria.

Antes de entrar de nuevo a clase pasé por el lavabo para limpiarme la cara y disimular un poco que había estado llorando.

Camine por el pasillo vacío hasta la puerta. Miré por el cristal y vi que el profe ya había llegado.

Respire profundamente,cogí el pomo y abrí. Todos se giraron hacia mi. Manu (el profesor de física) me pregunto que porque llegaba tarde. A lo que yo respondí que había tenido que ir al baño porque me encontraba realmente mal.
No sé si se lo creyó, pero creo que el resto de la clase ya sabía el motivo de mi ausencia.

Ya nadie llevaba la camiseta con la foto. Supongo que la profesora de la asignatura anterior les debió obligar a sacársela y ponerse el polo de deporte. De esa manera pude reconocer quién se había reído de mi y quién no.

Me dolió mucho ver que uno de los que iba con el polo verde era Gon.
No me lo esperaba de él. Repito, que en los 3 meses que llevábamos de relación no habíamos tenido ninguna discusión ni había visto ningún indicio de que lo nuestro iba a acabar. Por lo que me sorprendió mucho que me traicionara de esta manera.

Durante toda la hora Manu tuvo que pedir silencio varias veces. Seguramente yo era el motivo de aquel continuo cuchicheo.

Estuve toda la clase sin levantar la cabeza del libro. Metida en mis pensamientos, aislada del mundo exterior. Tenía muchas cosas en la cabeza, pero la que raramente ocupaba la mayor parte era Carlos. Ese chico que había conseguido que, por momento el escándalo hubiera desparecido de mi vida.

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Nada más Manu salió del aula, Marc vino a mi sitio. Inexplicablemente su presencia no me alegró mucho, como solía hacer. Se me quedo mirando unos segundos antes de preguntarme:

-Cómo va todo?

No respondí. Sabía que sí empezaba a contarle lo que sentía me derrumbaría otra vez y no encontraría forma de salir de aquel agujero negro.

-Eiii! Qué hoy cumples 16, alegra esa cara!

Le regale una sonrisa forzada y a él no se le ocurrió otra cosa que agradecérmelo gritando a toda la clase:

-Hoy, 17 de diciembre del 2014 es oficial que Sofía Sánchez ya no es una niña. Así qué todo el mundo a felicitarla.

La respuesta de la gente no pudo ser otra que soltar una gran carcajada al unísono.

Me levanté decidida para salir al recreo. Me había propuesto hacer como sí yo no fuera la víctima de aquella ridícula situación.

Me sabía mal que Marc, Bea ,Inés y Paula fueran a ser criticadas por estar conmigo. Pero en ese momento me di cuenta de lo importantes que eran para mi. Sin ellos yo no sería nada, no tendría ningún motivo para levantarme cada día y me sentiría muy sola.

Valoré mucho que vinieran conmigo. Justo ahora que tenían tanto que perder. Durante los cuatro años de insti nos habíamos estado creando una reputación que se acababa de ir a la mierda. Habíamos conseguido ser de los popus y tener una imagen.
Por lo que agradecí que me prefirieran a mi antes que a su imagen. Menos Gon que se ha perdido mi amistad y cariño por querer ser aceptado por los demás.

El recreo acabó y tocó volver a clase. Por el pasillo nos cruzamos con la dire. La saludamos con un "buenos días" y continuamos con nuestro camino.
Al pasar por su lado me cogió del brazo y me pidió que, por favor, la acompañara a su despacho. Me temía lo peor. Que me iba a replicar ahora?

Pensaba que me iba a comentar algo sobre la foto pero, paraíso sorpresa, me pidió que llevara una bolsa a secretaria y me felicito por mi cumpleaños.

-Siempre hay alguna cosa buena. En todo. Sólo has de saber dónde buscarla. No lo olvides.- me dijo antes de que me fuera.

De repente la visión que tenía de ella cambió por completo. La tenía fichada como una señora fría, metódica y estricta. De esas que tienen que cumplir cada una de las normas. Aunque sea de lo más complicado. Pero esa frase me hizo verla con otros ojos. Me pareció una chica amable, a la que le gusta ayudar a los demás si lo necesitan sin perder su autoridad, incluso con encanto. Se había ganado el cariño de la mayoría de los alumnos sin ser pelota ni tener la intención de caer bien. Era natural y sincera. Lo malo es que a veces era demasiado directa y decía las cosas muy claras.
Quizá es por eso que algunos, como yo, le teníamos un poco de respeto. Soy de esas personas que no soportan que les digan lo que hacen mal y menos con aire de superioridad.