–eh? d-donde estoy? ahg mi cabeza esta matándome– acababa de despertar en la sala de mi departamento y mi cabeza duele como si tuviera una enorme resaca, mire el reloj de la pared y son las 2 de la tarde, supongo que me quede dormido así que trato de encender mi tele para ver las noticias pero no enciende, de hecho acabo de darme cuenta de que no tengo luz así que me acerco a la llave maestra pensando que se había apagado pero todo parece en orden.
–debo decirle a Karen que repare esto– me digo a mi mismo mientras camino hacia la puerta para ir a ver a mi casera y comentarle sobre las luces. . . aveces me pregunto que habría pasado si jamás hubiese abierto esa puerta, si tan solo hubiera ignorado todo y me hubiera vuelto a dormir.
No pude evitar caer de rodillas en cuanto esa puerta se abrió, mis ojos no podían creer lo que veían –esto no puede ser real– me repetía una y otra vez en mi mente negando los hechos. Era un paisaje casi salido de una película de desastres, calles desoladas, autos abandonados a mitad del camino o sobre la acera, un silencio que erizaba la piel. Cerré la puerta de un golpe cegado por la negación y vociferando por toda la habitación.
–muy bien Gabe nada de esto es real, todo esto no es nada más que una pesadilla seguro bebiste demasiado anoche, ahora cálmate cierra los ojos y despertarás–
Pero no importaba que tan fuerte cerrará mis ojos nada cambiaba, ese horrible silencio seguía ahí (cabe destacar que vivo en una zona bastante transitada no importa la hora), me senté en el piso de mi sala tratando de buscar alguna explicación lógica a lo que estaba pasando, pero simplemente no la había.
–KAREN!!!– grite levantándome del piso –ella debe saber que paso, tengo que verla cuánto antes– salí corriendo de mi departamento para cruzar la calle hasta su casa, cuando llegue golpee la puerta sin cesar, sería la primera vez que me alegraría de ver esa cara malhumorada sin embargo nadie abrió, me percate de la puerta no tenía seguro tal vez olvido cerrarla con llave, me arme de valor y entre en su casa mientras pensaba en una excusa para cuando me viera.–K-karen?– exclamé un tanto nervioso por el ambiente que se sentía en el aire –soy Gabe, estás en casa?– continué hablando esperando una respuesta mientras recorría esa gran casa, algo me resultaba extraño pues por el polvo que hay sobre los muebles pareciera que no ha estado aquí en mucho tiempo, pero eso es ridículo si tan solo ayer hablé con ella. –he de admitir que para tener 78 años tiene un gusto bastante moderno en cuanto a decoración– pensaba para poder calmar un poco mis nervios por haber irrumpido en una casa ajena.
Pasado un tiempo solo quedaba por revisar en su habitación así que toque la puerta antes de entrar –hola?? Hay alguien aquí?– pero nadie respondió, salí de aquella casa con incluso más preguntas que cuando entré, –¿que está pasando? ¿Adónde fueron todos?– esas y más preguntas rondaban mi mente mientras caminaba por las calles de mi vecindario que exceptuando los coches abandonados ahora se encontraban completamente vacías.
Ha pasado una hora desde que comencé a caminar, lo mas gracioso es que en realidad no tengo idea de hacia donde voy, a pesar de estar aparentemente solo no soy capaz de calmarme ya que este ambiente tan silencioso no hace mas que mantenerme con la guardia en alto. todo en las calles se ve como si hubiera pasado muchísimo tiempo autos, casas, hasta el asfalto de las calles se ve deteriorado por el tiempo ahora que lo pienso al ver el reloj de mi sala cuando me desperté no se movía lo que significa que pudo haber pasado quien sabe cuanto desde que me dormí, pero entonces. . . ¿como sigo vivo? una persona no puede sobrevivir ni una semana sin comida y sin agua aun menos, nada de esto tiene sentido pero mis pensamientos son opacados por un ruido que oigo en la lejanía.
-que fue eso?, h-hay alguien ahí?- pregunto esperando una respuesta pero no recibo mas que el ruido de unos botes de basura cayéndose, por alguna razón decido ir a revisar pensando que se trata de algo o alguien asustado, cuando me acerco escucho un sonido el cual me hace apurar aun mas mi paso, son maullidos -¿oye que haces aquí tu solo?- me sorprendo al ver a un pequeño gato gris oscuro dentro de una caja, aunque luego me doy cuanta de que no esta solo. -oh dios ¿que te ocurrió? exclamo mientras veo unos centímetros al lado de la caja del gatito, era su madre que yacía a un lado seguro ella fue quien volteo los botes cuando bajo del techo, trato de llegar con su pequeño pero ya era muy tarde.
no pude evitar dejar salir un par de lagrimas siempre fui muy sensible cuando se trataba de animales, la voltee para poder ver la causa de su muerte ya que podía ver como un pequeño charco de sangre se formaba debajo de ella pero al ver su herida no pude evitar retroceder un poco asustado.
-¿eso es una. . . mordida?-
buenos días tardes o la hora que sea desde donde me lees, esta es la segunda parte de una historia que llevo mucho tiempo pensando en escribir, así que espero que me acompañen a descubrir que es lo que pasa en este extraño mundo y por que nuestro protagonista se encuentra allí, no olvides votar y seguirme para recibir notificaciones.
Red
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Don't Forget
Science FictionUn mundo roto al igual que mi memoria. Personas cuyos rostros no logro recordar, una cálida voz de alguien que tal vez conocí?, la dulce sensación de un beso contra mis labios la cual se descanse con el pasar de los dias.