Prologo

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Llega un momento en la vida de todo ser, que debe enfrentarse a su realidad, ¿Qué realidad? Pues... yo que carajos sé, cada quien tiene situaciones distintas en la vida, y cada quien sabe cuándo debe reconocer y enfrentar sus desastres. Pero como estoy jodida, y necesito que alguien me entienda un poco, quien quita y den opiniones buenas, quizá otras no tanto, pero ajá, la vida es así...

El problema fundamental que me atañe enfrentar, y que para efectos de ayuda deben leer cuidadosa y detenidamente es un simple, estúpido y vergonzoso, de esos que en algún momento todos vivimos, y quizá muchos van a tener la idea errónea después de leer mis palabras que soy la típica adolescente puberta en busca de atención, pero no amigos, esta historia, que no venderé como algo maravilloso, es peor, soy una jodida adulta joven, regodeada en su miseria, que está al filo de la independencia y que ha superado fortuitamente sus batallas escolares; en palabras simples, una desempleada veinteañera con el rotulo de "necesitas experiencia" en su hoja de vida, asfixiada de los créditos universitarios, y jodidamente solitaria como cementerio a media noche... Bueno, aunque no es realmente verídico que a media noche esos lugares estén completamente solos.

En fin, el punto es, que esto que escribiré, y de lo que obviaremos mi nombre para evitar la vergüenza, es como todas esas cosas que voy teniendo atoradas en mi mente en medio del siniestro que es mi vida, y lo desesperante que es no afrontar mis realidades, sino haberme apegado como lapa a la esperanza.

Quizá se aburran bastante, o no pasen de aquí, o se rían de lo patética que soy, pero no olviden, que ustedes también lo son. 

Lo patética que puedes serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora