Meladian Akaira

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Vivía en una aldea francesa, una mujer cuya belleza solamente era opacada por misteriosa personalidad,  los rumores de las personas narraban que esta bellísima mujer de nombre Celeste estaba al servicio del "señor de las tinieblas" ya que jamás se había desposado con ningún calé que le otorgara la vida digna de una dama de su categoría. 
Para librarse de todos los rumores la hermosa mujer decidió casarse con un marqués que había pedido su mano insistentemente tiempo atrás. Era de esperarse, al poco tiempo Celeste quedó embarazada y como un tributo a su señor decidió entregarle a su hija para que le sirviera eternamente al cumplir los 15 años de edad... 
Llegó el momento, la chica que había dejado su etapa infantil mucho antes que cualquier otro niño, estaba lista para servir, al que su madre llamaba "nuestro señor", con todo fervor..... 


Todo estaba listo, las velas en su posición, el incienso despidiendo su hipnotizante aroma, mi madre en el suelo recitando las mismas palabras a las cuales me había estado preparando para oír toda mi vida y yo de pie, en medio de una estrella de sal observando con calma el rostro aterrado de mi padre. 
-Señor de nuestras noches, amo de las tinieblas, te ofrezco el tributo que hace 15 años prometí- los ojos de mi madre se tornaron de un color vino oscuro en el momento q colocaba un dije con forma ovalada en mi cuello -Te ofrezco a mi progenie, Meladian Akaira. 

Meladian, soy  una chica con el cabello quebradizo largo hasta los hombros recogido en una media coleta alta y de color negro,  ojos rojo sangre y con el enojo se ponen amarillos,  piel es muy pálida, alta y delgada, la boca siempre tiene color negro; estaba en medio de aquel cuarto.


En ese nítido instante la habitación pareció arder en llamas al mismo tiempo que se sumergía en el mismo hielo del ártico, las sensaciones fueron tantas que no supe distinguirlas todas.... 
al momento en que me recobré pude ver a mi madre tirada en el suelo junto a mi agonizante padre sobre un charco de sangre y varias heridas profundas en su pecho. 
El soltó un pequeño alarido y dijo

- Meladian no por favor-  sus ojos se empañaron, pero esto no tuvo ningún efecto en mi -No cometas el mismo error que tu madre-. 
-Mi... Madre- dije con voz profunda mirando a la mujer que me había dado la vida y que ahora yacía muerta frente a mi inerte cuerpo. 
-¡¡¡ERROR!!!-dijo con voz firme y penetrante un hombre alto, de tez morena, cuerpo perfectamente moldeado y sonrisa malévola -Error ha sido el tuyo al desposar a esa bruja de quinta- la sonrisa volvió a resaltar en su rostro perfecto, pero no me perturbó. 
Mi padre no resistió un segundo más en el mundo y dio su último respiro. 
-Ahora tu estas conmigo Akaira- posó una mano alrededor de mi cintura y me besó con sus duros labios de piedra. 
"Error" resonaba en mi mente mientras mi cuerpo se convulsionaba agresivamente en el suelo de mi antiguo hogar, mis ojos quemaban como si estuvieran hechos de dos hogueras recién encendidas, mi boca sentía como si espadas fueran incrustadas en ella, y mi estomago sentía como mil alfileres se clavaban en el expandiéndose hasta la garganta. 
-Error- dije mientras me levantaba del suelo torpemente -Error- repetí en cuanto comencé a avanzar a lo largo de la habitación para acercarme al hombre que me había causado dolor con solo un beso -¡¡¡Error!!!- grité, un rugido resonaba en mi interior al momento de abalanzarme a la salida de la casa, escuchaba los pasos del "Señor de mi madre" muy cerca de mi, solo sentí un tirón en el cuello y una rápida caída salvaje mientras me alejaba de la promesa q mi progenitora había echo tiempo atrás. 

Un año después 
Sigo siendo la misma, seria, pero no en exceso, algo torpe y actúo sin pensar, me enojo con facilidad ya que no tengo mucha paciencia. tengo una mascota un gato negro con ojos azules que calma su estado de animo se llama Dorian,  no cambio no envejezco y tampoco puedo morir, la luz del sol me lastima debo estar cubierta todo el tiempo para que nadie vea como mis ojos cambian de color cuando me enfurezco, el collar de mi madre ese que me protegió el trágico día de "mi" muerte desapareció estoy segura que él lo tiene, no estoy sola me acompaña un amigo muy especial Dorian el gato negro q mi mamá usaba para conseguirle información de los cazadores de brujas el no habla pero puedo entenderle gracias a sus ojos color zafiro que calman mi estado de animo con solo verme. 

Yo busco venganza y el me acompaña encontraré mi medallón y dejare de ser una bruja con los defectos de un vampiro o mas bien un vampiro con las habilidades de una bruja... 
Meladian Akaira

Crónicas de ValendiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora