La nueva integrante de Karmaland 4 (Youtubers & tú)

Adaptarse

Estimada ______,

Recibí tu correo, y pasé por Andorra el día de ayer. Me informé de la situación, y quiero que sepas que no vas a volver a saber de Antonio nunca más. Yo me encargaré personalmente de eso. Lamento que te haya causado esos pequeños inconvenientes.

Por otro lado, estoy al tanto de la popularidad que alcanzaste en internet, y del poder que tienes en tus manos. Quiero que sepas que si decides exponerme, tengo claro que caigo, hasta el fondo, pero no caeré solo, te irás al fondo conmigo, y a diferencia de ti, yo sí tengo los medios y contactos para salir y subir nuevamente a la cima en un dos por tres. Así que sugiero que no me vuelvas a amenazar.

Espero que tomes una decisión sensata.

Cariños, pastelito.

Un escalofrío recorrió la espalda de la chica, y agradeció haber ido a la cama a leer el correo en su laptop. Sus piernas habrían fallado. Sentía como su cuerpo se helaba y sudaba frío, no tanto por el cuerpo del correo, era lo que esperaba, sino por el sobrenombre que su ex suegro había utilizado para despedirse. Era el sobrenombre que utilizaba Antonio para dirigirse a ella en público, especialmente en el círculo de la clase alta de su familia, para aparentar ser la pareja perfecta.

Auron: ¿Qué pasa? ¿Has visto un fantasma? – bromeó entrando a la habitación, la chica se veía pálida, pero al no reaccionar con risas ante su comentario, se preocupó. - ¿Pasó algo? – preguntó mientras se sentaba en la cama frente a ella.

______: El padre de Antonio respondió. – dijo casi en un susurro. Y dio vuelta el notebook para que pudiese leer.

Raúl la miró, intentando consolarla con la mirada, y luego dirigió su vista a la pantalla, tomando el aparato en sus manos. Leyó con detenimiento, pero no logró entender muy bien. ¿Ella estaba asustada por la amenaza? Quizás el tipo era capaz de mandarla a matar. Dio un vistazo a la dirección de correo y entendió al instante que no era un hombre cualquiera, sino un importante empresario de Europa. 

Raúl: Tranquila, él no podrá hacerte nada. No mientras yo esté aquí. – dijo con cuidado mientras giraba su cabeza para verla. – Y cómo que pequeños inconvenientes, que pedazo de idiota.

______: Sé que no lo hará. – se calmó un poco con la presencia de su compañero en la habitación. – Era lo que esperaba que respondiera, al fin y al cabo, sí era una amenaza lo que le envié y confío en su palabra sobre que hará lo posible para que Antonio no me vuelva a buscar jamás. Y no te preocupes por lo otro, él también es violento y cree que es normal. Pero lo que me dejo mal es que al viejo le encanta jugar con las emociones de las personas, es una de las personas más manipuladoras que alguna vez conocí. – comentaba con la mirada perdida, como si recordara escenas mientras hablaba, a veces con tristeza, a veces con rabia. – El sobrenombre que utilizó para despedirse fue intencional. Él quería dejarme mal. Y lo logró. – finalizó triste, para al fin mirar al chico. 

Auron: Él no puede verte, y puede que te haya tocado una fibra, pero puedes salir adelante. Eres la mujer más fuerte que he conocido. – y puede que haya sonado a una frase para animarla, pero el realmente creía eso.

______: Gracias, cariño. – dejó a un lado su laptop y se acercó para poder abrazarlo. – Tienes razón, pueden dolerme muchas cosas aún, pero no le daré en el gusto. Ahora estoy bien, y me estás haciendo compañía. – le sonrió para después esconder su cara en el cuello de Auron.

Auron: Y que conste que estoy aquí por que quiero, no por la cuarentena obligatoria. – sonrió al escuchar la risa de ______.

______: Eres un mentiroso, estabas desesperado por irte. – lo empujó suave, haciendo que el chico se balanceara.