❛❜ ΣPIDEMIA ♔ TAEKOOK 》

⌦;; Número tres.❞

El cuerpo dolía realmente, mi cuello, brazos y cintura. Pero a la vez no quería levantarme de ahí, había algo que me hacia sentir tibio y tenía un aroma dulce. Esperen...

-Buenos días, cariño.-
Un TaeHyung sonriente se encontraba debajo mío. Estábamos acomodados de una manera en la cuál yo dormía encima de él, mi cabeza estaba en el espacio que dejaban sus hombros y cuello, mis manos en su pecho y él tenía puesto sus brazos al rededor de mi cintura, sus manos tenían agarrando su celular. Vaya, no sé como explicar bien esta situación.

-¿Q-qué?, ¿por qué estamos así?, ¿qué fue lo que ocurrió?.-
Y en un intento de querer levantarme, me detuvo.

-Solo quedemos así por un rato más.-
Esas palabras fueron suficiente para saber de qué se trataba todo esto y qué había ocurrido la noche anterior.

-Lo mismo dijiste por la noche y mira cómo estamos acomodados. ¡Espera! Dios, ¿te duele tu cuerpo? Lo siento mucho, debo pesar demasiado.-
TaeHyung soltó una risita que fue muy difícil escuchar. Realmente no pesaba nada, JungKook era como una ligera pluma. Lo tomó de la cintura y lo sentó en su regazo, ahora los dos estaban sentados en el sofá pero Jeon encima de él. Así que, digamos que aprovechó el momento.

-De hecho, ¡agh! Me duele justo aquí.-
Señaló su nariz y Jeon frunció el ceño.

-¿Por qué te duele ahí?.-
Se acercó a TaeHyung y examinó su nariz con detenimiento. El mayor sonrió levemente.

-Pues, verás, ayer mientras dormías golpeaste mi nariz por accidente.-
JungKook sorprendido, puso cara de arrepentimiento.

-Lo siento mucho, Hyung.-
Formó un puchero con sus labios y siguió mirando la nariz del contrario intentado hallar algún moretón o marca.

-Está bien, te puedo perdonar sólo si...-
Rápidamente tomó al menor de las mejillas y dio un beso rápido y tierno en sus rojizos labios.

-¡O-oye! N-no hagas eso.-
Un JungKook con mejillas sonrojadas era lo que había obtenido TaeHyung, y le gustaba realmente.

-Entonces no estás perdonado. ¡Ay! me duele mucho.-
Sobo su nariz falsamente y JungKook volvió a tener un puchero en sus labios.

-¡Bien, bien! Perdón. Pero hazlo rápido.-
Cerró sus ojos y TaeHyung sonrió tiernamente al ver aquella escena de JungKook.

Volvió a tomar sus mejillas ya sonrojadas y unió sus labios otra vez, amaba la sensación que se transmitían el uno al otro. Sus labios haciendo sonidos y chasquidos que se escuchaban en toda la habitación, los dulces sabores que sentían y las mariposas en el estómago que ninguno quería admitir que tenían.