Bueno no puedo dar más vueltas, ya será de noche y nisiquiera quiero saber que pasa en ese condominio de noche.
Camino de forma calmada pues no estoy muy ansioso de volver a ese condominio, llego y abro la puerta grande e imponente que me recuerda que del otro lado estará tal vez mi muerte, más no creo en esas estúpidas bromas y entro con más confianza
Mi niño eres el nuevo inquilino? (preguntó una señora de al rededor de 70 años)
-En efecto señora soy Sebastián, un gusto
-Gracias al cielo es alguien tan grande, verás por mi misma no alcanzo mis cajas de ropa en el sótano, me ayudarías a bajarlas?
-E-een el sótano? (mierda no creo pero mi vida no vale un par de vestidos viejos)
-Si, quiero regalar esa ropa porque no la ocupo, tendrías problema en ayudarme?
-Bueno no podría decirle que no si tiene un problema(corre, no la mires, corre tu vida vale más que su ropa)
*Bajamos, tengo el sentimiento de entrar en la boca del lobo, la carta me advirtió que me harían bajar, y siento como tiemblo pero intento disimular por la señora
-Mi niño no se ve nada, al llegar al piso aprieta el interruptor a tu derecha
-Claro
*Seguimos bajando cada vez veía menos y el miedo de a poco afloraba en mi hasta que sentí que llegaba al sótano y encindo la luz
-Por fin llegamos señora
*Me percato de que no hay nadie a mi lado, pero hace un segundo estaba esa señora, no era posible, estaba dispuesto a retirarme porque cada segundo aquí era un poco más de miedo, desesperación, angustia, puse un pie sobre el primer escalón cuando las luces fallaron y pestañaron un leves instante, de repente se encienden y al fondo veo una figura
-O perdón no lo había visto(espera, qué hacía alguien aquí con las luces apagadas, esto no me gusta)
*Las luces vuelven a fallar un instante, el más largo de mi vida, la persona ya no estaba, tengo miedo, y escucho un silvido, se escucha cerca lo que significa que está lejos, no alcanzo a pensar pero el sonido se empieza a alejar y empiezo a correr, correr, correr, correr.
*Corrí tanto que llegue a mi piso, no pensé que podía correr tanto pero la sensación de euforia logró salvarme la vida, entro en mi departamento y cierro la puerta detrás mío y voy corriendo por la nota.
-Es real, ya creo, ya entiendo,tengo que leerla de nuevo
*la leía una y otra vez y no podía parar, lo leía buscando algo más, algo que ignore la primera vez, algo que me salve de nuevo.
-Mierda tiene que haber, tiene que haber porque no sé si pueda sobrevivir.
*Suena le timbre y por un momento me alegre de no tener que estar solo, hasta que abrí y me di cuenta de mi error.
-Hola en qué puedo ayudarte(mire de pieas a cabeza a la mujer en frente mía, un vestido bastante escotado de un rojo vivo, era muy atractiva y curvilinea, pelirroja y con un labial rojo tan profundo cuando me di cuenta de algo era una mujer.... De rojo)
-Hola, tu tienes que ser el nuevo vecino, que tal si me dejas pasar para, conocernos mejor. (hablaba en un tono seductor, mierda sabía que pasaría pero no me puedo recistir)
-Es es estoy desempacando y es todo un un desastre(atiné a decir con una cara de embobado que no tenía desde los 15 años)
-Será la próxima guapo.
*Se va contoneando las caderas exageradamente mientras inevitablemente la miro hasta que baja las escaleras.
-Bueno eso fue bueno, creo, nesecito respuestas y algo de cordura en todo esto
*De repente se escuchan ruidos en el departamento vecino 499, son unos ligeros golpes pero de a poco se hacen más fuertes llamando mi atención
-Claro, tal vez rebeca me pueda ayudar, podría ir a su departamento más rato con una excusa y preguntar.
*Los ruidos se hacen paulatinamente más fuertes hasta que los golpes resuenan en mi apartamento.
-Quisiera ir a preguntar pero esta ocupada, tendré que esperar
*Los golpes continúan hasta que de repente paran abruptamente
-Devería ir a preguntar si todo está bien?
*Siento que es mi oportunidad de hablarle y voy a tocar a su puerta, en un instante se abre la puerta con Rebeca, que está muy herida, sangrado en sus brazos y moretones por sus pierna
-Estás bien?? (me alarme pues pensé que sería violencia doméstica y me lamentaba por no venir en su ayuda antes)
-Estoy bien, qué quieres? (me miro a los ojos y notaba un desinterés en su tono de voz y en su semblante)
-Escuche fuertes golpes, segura que estas bien, alguien te hizo eso, llamó a las autoridades(entré en pánico de que su agresor saliera a confrontarme)
-Estoy bien, solo me golpeo para sentir algo, hace años que no siento nada
-Pero tus heridas se ven muy graves, y los golpes se escuchaban hasta mi departamento, no será un exceso?
-Si te molesta me golpearse más despacio, buen día
*Me cierra la puerta en la cara y me quedo con las ganas de ayudarla, probablemente esté pasando por una depresión o algo peor
-Otro día preguntaré(digo ya en un tono de cansancio rendido de intentar algo normal en este edificio)
*Me devuelvo a mi casa y entro a mi aviación, aprovecho para cerrar la ventana y poner un cartón para que no puedan ver hacia dentro debido a mi falta de cortinas
-Que mañana sea un día mejor, ya no sé que hacer
*Me acuesto para por fin descansar de este día de locos
-no se como me encontré envuelto en la mayoría de situaciones de la carta, lo peor es que hay mucha información que me falta, nesecito un alido en este lugar ( a mi mente viene Rebeca) sería bueno, pero parece que será difícil convencerla
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Hogar Dulce Hogar
Science FictionHay sucesos inexplicables, paranormales, o simplemente tétricos. El misterio de las torres abarca todas y ninguna, es la representación viva de una película de horror, acompáñame a explorarlo.