Único

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Dos amigos y dos miradas diferentes.

YoonGi había sido el mejor amigo de TaeHyung desde que ambos tienen memoria, eran vecinos, y a pesar de que YoonGi era unos años más mayor, había congeniado rápidamente, su infancia la pasaron juntos, si no era en casa de los Min era en casa de los Kim, dormían e iban al colegio juntos, se comportaban prácticamente como hermanos, por eso, cuando más mayores se iban haciendo, más perdían el contacto.

A ambas familias no les extraño que se volviesen más independientes uno del otro, mientras Kim seguía en la escuela, Min ya estaba en el instituto, cuando Kim entraba en el instituto, Min ya estaba a un año de marcharse a un bachiller de artes, el momento en el que YoonGi dejó la escuela, las cosas se complicaron.

Cuando Kim TaeHyung entró al bachiller de artes siguiendo los pasos de su Hyung, Min YoonGi ya estaba haciendo sus estudios de composición.

Cuando Kim Taehyung empezó a sentirse atraído por Min YoonGi, este ya tenía novia y Kim no quiso confesar su homosexualidad.

Y el más pequeño empezó a llorar por las noches, sabiendo que sus padres ambos católicos de mente cerrada, no le aceptarían, sabiendo que a sus compañeros de clase les daría asco alguien como él, sabiendo que a los gay se les encerraba en las taquillas y se les golpeaba en aquel pequeño pueblo de mentalidad cerrada, sabiendo que a los gay se les insultaba.

Pero sobre todo, sabiendo que Min YoonGi no era gay, y pensando que solo una insignificante confesión como su sexualidad, podría dañar toda esa amistad que tanto les costó mantener.

Empezó a escribir en un diario bajo candado, escribía su día a día, pero nunca escribía la noche, nunca escribía, “Y me fui a dormir” porque la mayoría de veces no era así. Escribió sobre su amor platónico, le escribió cartas que jamás él podría ver, le escribió poemas, le escribió mil confesiones de amor, escribió todas las razones de porque era solo Min YoonGi quien estaba en su mente y no otro, en ese diario reprimía todas sus razones, todos sus miedos, todos sus lamentos, todo su amor hacia él.


Por eso eventualmente empezó a dormir, no se estaba guardando que era gay, porque lo había escrito, aunque nadie lo fuese a leer, estaba ahí, lo había contado, se había confesado a su Hyung mil y un veces en aquel diario, pero él nu ca lo sabría, por que Min YoonGi no leía los diarios de los demás y esa ya era su culpa.

Y fue el día que los padres de YoonGi se fueron de nuevo a Daegu a vivir cuando pensó que todo acababa, que ya no lo vería más, que ya no quedarían por las tardes ni mucho menos le vería sonreír.

Pero no fue así, solo sus padres se fueron y él se quedó a acabar sus estudios, su animó volvió a subir cuando tras ver a los Min marcharse él seguía ahí, pero volvió a decaer cuando vio a esa chica entrar en casa de más pálido, siendo recibida con un beso, se encerró en su habitación.

Las primeras palabras de odio fueron escritas en su diario y lo volvió a cerrar con candado.

-Taehyung, cielo, baja a cenar. - su madre siempre había sido la persona más amable del mundo, quizás, pensaba Taehyung, que ser parte de una familia católica no era tan malo después de todo. Él y sus padres bendijeron la mesa y cenaron entre risas y algún otro comentario religioso, Taehyung no compartía la misma opinión ni mucho menos creencia que sus padres, pero un par de mentiras para mantener la familia unida no era ningún problema.

Todos acabaron de cenar, al ser una familia tradicional, su padre se fue a ver la tele mientras su madre recogía la mesa, Taehyung simplemente se sentó frente al portátil para editar algunas fotos, no le gustaba editarlas, le gustaba que conservaran su esencia, pero debía ordenarlas y eliminar las borrosas o mal hechas, su móvil sonó, era un mensaje de su Hyung, bufó al imaginarse que le hablaba mientras abrazaba a aquella chica y se resignó a contestar, volvió a posar su vista en el portátil, pero el móvil volvió a sonar, bufó y le quito el sonido, pero no tenía caso, la pantalla se iluminaba a cada poco y cansado decidió contestar.

¿ Podrás Perdonarme ? - TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora