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"No dejamos de jugar porque nos hacemos viejos, nos hacemos viejos porque dejamos de jugar" - George Bernard Shaw

P.O.V Namjoon:

Ese día me levanté extrañamente feliz. Presentía que sería un buen día.

Me puse mi polera blanca, mi saco azul celeste y mis vaqueros ajustados negros y caminé como cada día hacia mi universidad, que quedaba a un par de cuadras de mi departamento.

Ya estaba frente a la puerta cuando una mano se posó en mi hombro, haciendo que me sobresaltara. Me tranquilicé al voltearme y ver que eran mis amigos.

Jk: ¡Nam, hasta que por fin apareces! ¡Pensábamos que estabas muerto!

Nj: ¡No llego tan tarde! ¡Sólo un par de minutos! -exclamé divertido por su exageración.

Yoongi me abrazó por detrás y yo me estremecí ante el tacto de sus manos en mi cintura. Ese era el efecto que tenía mi novio en mí.

Yg: Hola, mi amor. ¿Cómo amaneciste hoy? -me saludó para luego dejar un casto beso en mi mejilla.

Nj: Perfectamente, porque sabía que hoy te vería en clase. ¿Y tú?

Yg: No tan bien como tú... Pero vamos tirando.

Las primeras clases de la mañana transcurrieron como cualquier otro día.

Sobre las 11 de la mañana caminaba por los pasillos en busca de mi taquilla. A esa hora el pasillo estaba vacío, así que me puse a tararear una canción.

Xxxx: Qué bonita voz tienes -susurró una voz grave en mi oído antes de que todo se volviera negro.

P.O.V Yoongi:

Caminaba por el pasillo en busca de Namjoon. Como no lo encontraba por ninguna parte decidí ir hasta su taquilla a ver si estaba allí.

Al llegar vi sus cosas, pero no a él. Me sorprendió ver que dejó su taquilla abierta, y sobre todo, que sus libros y sus cuadernos estaban esparcidos de cualquier manera por el suelo.

Me acerqué y pude divisar algo más. Su móvil, el cual tenía la pantalla rota. Lo recogí del suelo y me lo quedé mirando.

Esto era muy extraño. ¿Qué estaba pasando? ¿Y Namjoon?

Llamé a los otros, quienes vinieron corriendo ante mi llamada de auxilio.

Hk: ¿Qué es lo que pasó? ¿Ese no es el móvil de Namjoon?

Yg: Lo es. Todo esto es de él. Pero no lo encuentro por ninguna parte.

Me estaba alterando mucho. Miles de ideas terribles cruzaban mi cabeza.

¿Y si se había fugado con otro hombre? ¿Y si lo habían violado y lo habían dejado tirado en cualquier cuneta? ¿Y si se había peleado con alguien y ahora estaba en coma en el hospital?

SJ: No te preocupes. Seguro que está bien. Lo encontraremos.

Th: Sí... Aunque esto es muy raro. Namjoon es muy ordenado y cuidadoso. Jamás dejaría sus cosas así tiradas.

Yg: Eso es lo que me preocupa. Él jamás lo haría.

SJ: ¿Insinúas que fue otra persona? -asentí con la cabeza-. ¿Como quién?

Yg: Eso es lo que no sé. No hay mucha gente que odie a Namjoon ni nada. Se lleva bien con casi todo el mundo.

Jk: No entiendo nada...

P.O.V Namjoon:

No sé qué hora era cuando me desperté. Sólo sé que era ningún sitio conocido para mí.

Las paredes eran rosas, al igual que el techo, la enorme lámpara de araña, la moqueta, los marcos de las ventanas, y todos los demás muebles de la habitación.

Yo estaba tumbado y arropado en una cama rosa circular enorme. Parecía la cama de un rey. O de una Barbie, más bien.

Al levantarme, me di cuenta de que llevaba puesto un camisón de color rosa metalizado, con encaje en el pronunciado escote y que apenas me cubría mis partes bajas; y un antifaz del mismo color en el ponía "Princess".

Me quité completamente el antifaz, me bajé de la cama, y me puse unas zapatillas con forma de conejo blanco que había allí.

Me acerqué a la "ventana" -la cual no tenía cristales, sólo una cruz de madera pintada de rosa como en los dibujos animados-, pero no pude ver casi nada. Sólo una... ¿Nave? Gris, vacía casi por completo.

Abrí el armario para buscar ropa más decente, pero sólo encontré vestidos y tacones de colores pastel y rosas. Sobre todo rosas.

Desistí en mi idea de cambiarme y salí corriendo de la habitación sin saber a dónde iba ni qué hacía allí.

Corrí por toda la casa, que más bien parecía una mansión, y me di cuenta de que todo era de color rosa en todas sus variedades.

Cuando alcancé la que yo creía que era la puerta principal , también rosa y muy grande, la abrí esperanzado.

Fuera había un pequeño jardín lleno de flores rodeado de una valla blanca. Corrí hacia ella sin darme cuenta de que estaba dentro de una enorme nave industrial. Al llegar hasta la puerta de la valla me percaté de que frente a mí no había una valla. Había una gruesa pared de cristal templado.

Nj: Mierda...

Xxxx: Las muñecas como tú no dicen malas palabras. Son unas señoritas.

Levanté la mirada y vi a un hombre frente a mí mirándome con cara de degenerado.

Iba vestido de negro y era rubio, al igual que yo.

Xxxx: Nammie~...

Nj: ¿Quién eres? ¿Y cómo sabes mi nombre?

Daba golpes al cristal con todas mis fuerzas intentando romperlo, pero nada servía. Era inútil intentar escapar.

Jm: No te molestes. No lograrás nada, Nammie. Y respondiendo a tu pregunta... Me llamo Jimin, pero puedes llamarme Jiminie.

Nj: No voy a ponerte apodos. Te lo vuelvo a preguntar. ¿Cómo sabes mi nombre?

Jn: Sé muchas cosas de tí. Llevo vigilándote mucho tiempo.

Nj: ¿Cuánto es mucho tiempo? -pregunté asustado.

Jm: Desde hace 10 años exactos -respondió con simpleza.

Mi desconcierto no hizo más que ir en aumento. Me llevaba vigilando desde que tenía... ¡¿8 años?!

Jm: Eras un niño muy adorable. Ese cuerpecito moreno... Esas mejillas abultadas... Esos gruesos labios... Era imposible no querer verte.

Nj: ¡¡Eres un maldito pervertido!! -le grité desde el otro lado del cristal-. ¡¡Y UN PEDÓFILO!!

Jm: ¿Pedófilo? Tenía 20 años cuando empecé a observarte de lejos. Así que sí. Puede que fuera un poco pedófilo.

Nj: ¡¿Un poco?! ¡¡Estás enfermo!!

Jm: Pero sólo lo hice contigo. Además, esperé a que cumplieras la mayoría de edad para traerte aquí. ¿Te gusta? La mandé construir únicamente para tí.

En ese momento opté por llorar. A lo mejor, si le daba pena, me dejaba marchar.

Nj: Por f-favor... -dije entre sollozos-. Déjame marchar...

Jm: No cuela, Nammie...

Nj: ¡¡No me vuelvas a llamar así!! ¡¡Maldita sea!! ¡¡Eres un bastardo malnacido!! ¡¡Muérete!!

De pronto, él pulsó un botón y mi cuerpo dejó de responder. Literalmente. No era capaz de mover ni un músculo. Me callé de pura impresión.

Nj: ¿Q-qué? -me pregunté asustado.

Jm: Ya te dije que mis muñecas son unas señoritas.

Nj: ¿Qué me has hecho?

Not your baby girl (Minjoon/Yoonnam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora