Los cinco elementos, viajes entre dimensiones

Capítulo 3. Confusión

Al llegar a mi casa no encontré a nadie, nada inusual casi siempre estaba sola, pero no es algo que me moleste, de todas las formas estoy feliz de volverme a encontrar con Rikardo, no esperaba su regreso, todavía recuerdo aquellos años en los que nos pasamos jugando con los juegos de mesa de mí hermano y cuando veíamos películas hasta quedarnos dormidos, aún lo recuerdo ... Espero que nos llevemos igual de bien que antes 

Al estar en el interior de mí casa me dirigí a mí cuarto para dejar la mochila y cambiarme de ropa a más cómoda, después comencé a realizar algunas tareas y cuando las acabé me dio un poco de hambre, era de esperarse ya que no había desayunado nada por las aspiraciones, así que termine de hacer lo que estaba haciendo y yo dirigiéndome a la cocina donde había una nota que decia: Deje huevos y tocino, solo prepararlo. Era de mi hermano, al parecer se le olvidó comprar cosas para hacer comida, de nuevo ... El ahora estaba en la universidad y casi no nos vemos, pero aún así así me paso muy bien cuando el está en casa, casi siempre nos la pasamos viendo películas, jugando en la consola o leyendo un libro en silencio.

Cuando iba a poner el satén agarre una caja de cerillos y tome uno, pero al encenderlo algo paso -¡MI MANO! ¡TIENE FUEGO! - Pero cuando corrí al lavabo para apagar el fuego, me di cuenta de que no dolía, no ardía , no identificado que el fuego me quemara, solo encontrado una sensación algo extraña. Me quedé viendo unos segundos mi mano. Pero cuando ví el fuego se extendió hacia mi muñeca entre en pánico y comencé a echarle agua a mi mano antes de que mi brazo este por completo en llamas, quemando así mi suéter favorito; cuando el agua comenzó a caer sobre mi mano sentí un dolor indescriptible -Mierda- el fuego comenzó a apagarse, pero al ver mi mano me percate de que estaba completamente roja, como si lo que me hubiera hecho daño fuera del agua y no el mismísimo fuego

Caí quedándome de rodillas en el suelo viendo mi mano, sin saber que hacer o cómo reaccionar -Me estoy volviendo completamente loca- Permanece unos minutos en el suelo hasta que se calmó el dolor, me levanté y me dirigí nuevamente a la cocina, busque entre los cajones de esta hasta que por fin lo encontré, lo tomé y subí a mí habitación corriendo y una vez dentro comencé a buscar entre los cajones de mi ropa, encontrando así un par de guantes negros para luego cubrir mi mano enrojecida con el papel aluminio que había encontrado en la cocina, cuando termine de cubrirla encontré mi mano en uno de los guantes e hice lo mismo con la otra -Será algo incómodo traerlos así pero ya no habrá algo parecido a lo que hace un momento en la cocina. Ya no tenía hambre

A la mañana siguiente desperté más temprano de lo normal, revisa mi celular -Perfecto- Una sonrisa se dibujo en mi rostro al sable que eran las 5:45 ¿Qué por qué? Pues ese era el momento justo cuando el sol comenzó a salir, así que corrí por mi cámara y salí a mi balcón y me envió en el suelo esperando a que el sol saliera. A los pocos minutos comenzaron a salir y al cielo se baño de hermosos colores y tonos carmesí, anaranjado, amarillo y uno que otro color rosa.

Tomé una foto, una más para mí colección de fotos. Permanecí así un par de minutos hasta que el sol termino de salir del horizonte, me dirigí al interior de mi casa para tratar de hacer el desayuno, baje y note que eran las 6:00, agarre de nuevo los cerillos y con un poco de miedo encendí uno acercándolo a la estufa para prenderla, pero esta vez no pasó nada, mi mano ya no estaba en llamas, así que comencé a cocinar los huevos y el tocino para desayunar.

Cuando termine de cocinar sirva el desayuno en dos platos uno para mí y otro para mí hermano quién necesita seguía dormido en su cuarto, déjé los platos en la mesa y subí las escaleras en dirección al cuarto de mi hermano para despertarlo, pero no estaba y comencé a preocuparme al no encontrarlo, así que llame a su celular, pero no contestaba y en ese momento escuché la puerta de la entrada abierta y supe que era el, así que corrí lo más rápido que pude para abrazarlo, el estaba con bolsas en las manos, el había comprado las cosas para cocinar. Al verme dejo las bolsas en el suelo y se acercó más a mi.