Esta es solo otra forma de decir que estoy solo.
Que a veces la gozo,
y a veces la embolo.
Que de a chorritos salpico
decires y haceres que practico.
Que me vienen sensaciones penduleando de aquí para alllá,
recordándome que no soy inmune, que soy humano voilá.
Y más la flasheo y más la flasheo separándome de mi mismo tratando de decirme en cada palabra.
Porque ahí es cuando me separo,
cuando pienso mucho y olvido que un abrazo te repara la vida.
Y que ya hace mucho, pero mucho tiempo que no soy tocado con amor.
Que soy mi cuerpo que extraña.
Como que aparece el recuerdo de sentirse dos personas en una,
en la sensación de saberse en un acuerdo sin palabras.
Uno en el otro quebrantando en el contacto las fronteras que a ti te llaman uno, y a mi otro.
Y que duele y está bien que duela.
Que eso es un tesoro y no lo tiene cualquiera.
Pero uy uy uy quien así vivir pudiera.
Y no está, lo saco de lo que mi cuerpo me cuenta, lo intento y solo por eso no ocurre.
La puerta de lo vulnerable que uno llega a cruzar da miedo.
Te das cuenta que no está mal necesitar.
Pero que van a pasar un montón de cosas que no tienen nada que ver con eso.
Se van acumulando los recuerdos en días,
y llamarlo impredecible sirve para no ponernos demasiado sensibles.
Para desdramatizarlo y darle el poder de no matarnos.
De no matarnos aunque se nos parta el pecho de tristeza.
Porque ahí está el alma.
En el pecho,
donde se confirma cada tristeza en hecho.
Pero no, el tiempo no se detiene, solo juega a enlentecerse en formas que nadie entiende.
Los días se toman de la mano jugando a la onda onda,
combinando jornadas de sombras y luces. Cayendo del éxtasis a la tumba en bruces.
Y que hay un sin fin extra de pequeños gigantes placeres.
Que todo eso existe sí,
y más valoras tu tiempo, mi tiempo.
Ya sea en los días muy buenos o muy malos, te acordás un poco de esto.
Cuando todo eso pasó te das cuenta que también pasó toda tu vida.
Pero esperá, pensarlo cinco minutos te da ese empujoncito.
A saber, que las cosa valen su pena y valen su gloria.
Que cada piña bien dada, que cada cresta de cada ola bien tomada, valen cada mal momento que te llevaron hasta ahí.
Y toda caricia, todo fracaso corajudo, todo amor no correspondido algo han construido
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Que puede no pasar nunca pero cuando pasa pahh...
es hermoso.
Igual aún queda un sin fin de pequeños gigantes placeres extra y esta bueno que sean parte del camino.
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Esta es solo otra forma de decirlo
PoetryUn poema que habla en clave de necesidad desde un pasado con muchas formas y que llama hacia aquello que se tuvo.