Solo mio

Solo mío

Era una noche fría,el tenia sus cabellos castaños y su piel era blanca como la luna que acompañaba aquella noche,aparentemente ambos tomábamos la misma ruta para llegar a la fiesta de Elizabeth Adams. Mi curiosidad fue inmediata al verlo. En un momento dejó de caminar y volteó, y dijo- Por qué me sigues?-Sentí como mi respiración se me dificultaba mientras pensaba suplicarle un beso de aquellos rosados labios que pedían una explicación. Al comentarle porque iba en su dirección, secundando mis palabras comento que no debería ir sola por la calle y me ofreció acompañamiento, a lo que inmediatamente accedí. Tras llegar a la fiesta, le pedí que se quedase mi lado,a lo que el amablemente asintió. En ese momento no me pude contener y profesé mi amor, su respuesta no era lo que anhelaba. Su corazón pertenecía a alguien más y tras estallar en llanto y desesperación, le suplique que fuese mío, él se sorprendió por mi prematura insistencia, más yo sabía que él y yo estabamos destinados a estar juntos.
Su incomodidad durante su estadia en el lugar fue visible,por lo que pronto se marchó y esclavizada por mi profundo amor decidí seguirlo. Notaba mi presencia pero nunca me logró ver, ya que la penumbra que envolvia a la noche era mi aliada. Llegó a casa, y observe lo que ocurría. Una chica llegó al lugar y luego de un beso, mi envidia se revelo. Luego de que entraran, agarre una botella, la rompí y procedí a entrar. Me miraron confundidos y asustados y yo sin pensarlo arremetí primero contra ella. El horrorizado corrió a su habitación, pero antes que subiera las escaleras termine con él, dejándo a los dos agonizantes en el pasillo. Di la espalda a la escena pero me dije: el nació para mí y nadie más que yo lo podrá amar.