Quería escribir algunas canciones y aunque siempre lo hacía en su estudio decidió ir a una cafetería en busca de inspiración, normalmente esos lugares estaban llenos de parejas o amigos y eso lo hacía tener ideas Al llegar busco una pequeña mesa, le sorprendió el buen lugar de esta, ya que estaba casi escondida de la vista ajena pero le permitía observar todo el lugar con detenimiento, y así pasó, hasta que tu cara apareció delante de él Se sorprendió ante tus bellos y grandes ojos, y admiro tu nariz con la punta roja junto con las mejillas, era invierno así que se lo atribuyó a eso. Cuando realizó su pedido solo te pudo observar por varias horas, caminando de un lado a otro, pidió varias tazas y pequeños postres mientras escribía pocas cosas en su cuaderno, cuando el lugar estaba apunto de cerrar se despidió de ti y agradeció tus servicios, al llegar a casa escribió como loco toda la noche sobre esas nuevas sensaciones dentro de él, y sí, volvió al día siguiente y el siguiente a ese, solo quería armarse de valor para invitarte a una cita, aunque claro, sus pequeños coqueteos nunca faltaron
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Kim SeokJin:
Era la madrugada y el apenas salía de la empresa, había estado grabando una canción, pero la jornada aún no acababa, tenía que preparar sus maletas para ir al extranjero a una premiacion, creyó oportuno pasar por café para él y los chicos. Al llegar el lugar estaba casi solo, con una o dos personas bebiendo tranquilamente, al llegar al mostrador su corazón casi se detuvo al notar tu bella sonrisa darle la bienvenida. Intentó tranquilizar sus nervios y con mucha amabilidad dictó su orden, internamente agradeció que necesitará varios cafés porque así el pudo comenzar una animada charla contigo mientras preparabas todo. Cuando le diste la orden el solo pudo atinar a decir gracias y caminar lento a la salida, pero un repentino atrevimiento lo atacó y volvió delante de ti — tengamos una cita —no dijo nada más
Tu mirada era confusa — y-yo no lo se — No esperaba un sí, apenas lo conocías de menos de media hora pero el sabía que no se rendiría — iré al extranjero y cuando vuelva vendré aquí cada día hasta que la respuesta sea un sí —
Sin duda lo cumpliría, había quedado hipnotizado a ti
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