Mantra (capítulo único)

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Comentarios:

1.- Éste es un one-shot, spin off de "Mi amado Doctor", ubicado temporalmente entre sus capítulos, si hay otra historia parecida no la he leído.

2.- La imagen de la portada es un arte que no me pertenece, créditos a su respectivo autor, si alguien lo conoce, me lo escriben en los comentarios, ¡gracias!

Advertencia: Historia con contenido adulto, sin más que decir, disfruta de tu lectura.


Desde hace mucho tiempo, quizá durante toda la vida, se busca el significado del por qué te encuentras aquí, cada persona busca en su interior, aquello que lo motive y lo encamine por un sendero, a veces caótico, accidentado, imprevisto, a causa de un total desconocimiento del ser y su misión espiritual, en otras ocasiones, la iluminación es alcanzada por unos pocos afortunados que son capaces de liberarse de todas las cosas mundanas y terrenales, tal vez para Mu, su senda iba más dirigida a las últimas características, trataba de lidiar su existencia entre la bondad, la serenidad, la prudencia, siempre abierto a ayudar a quien lo necesite, con un trato amable, sencillo y lleno de sabiduría para con los demás.

Su trabajo como profesor de Química en el Instituto Saint, y la convivencia con su padre Shion y amigos como Shura y Camus no lo distraía del realce de su alma por medio de su humildad, ante las fuerzas del universo y la madre naturaleza, con eso poseía unas costumbres bastante particulares, como llevar una dieta estrictamente vegana, para sentirse en paz con los animales, jamás veía televisión, manejaba un perfil muy bajo en redes sociales, y no tenía citas en lo absoluto, esos detalles que en palabras de su colega y confidente Marín, le decía que era muy "tranquilo" para ser alguien tan joven, entre líneas trataba de decirle que se dejara ir aunque fuera por un momento, que se soltara al desenfreno, frecuentemente resonaba en su cabeza su voz con una frase que ya le era inolvidable: "te vas a enamorar Mu, no puedes pasar toda la vida siendo virgen".

Pero para él no era tan fácil, por no decir imposible, debido a que esa forma de actuar era su más querida herencia de su natal Tíbet, la cual no visitaba desde que tenía cinco años, era tan diferente a lo que ocurría en su día a día en la capital de Grecia, su religión budista, era lo único que le quedaba para no perderse, eran los recuerdos de su pasado que eran parte de su identidad, eso y un mantra que repetía cada vez que se sentía en un apuro, y requería con urgencia calmar su corazón, de su suave voz, y de su sangre que trataba de llevar como un calmado río en sus venas, salían esas maravillosas sílabas con un poder mágico.

Cada mañana al despertar, y después de encender una varita de incienso con aroma de vainilla, repetía constantemente en posición de flor de loto, aspirando el delicado aroma en el vapor que parecía bailar una danza misteriosa y exquisita en el aire, "Om mani, padme hum", que significaba: meditación, dicha, paciencia, disciplina, sabiduría, generosidad y diligencia, para combatir a los males que representaban  el orgullo, el ego, la envidia, la lujuria por el entretenimiento, la pasión o deseo carnal, la estupidez, el prejuicio, la pobreza de mente, el deseo de poseer, la agresión y el odio.

Con los ojos cerrados, evocaba una dimensión en la que su cuerpo físico no importaba más, se transportaba a un espacio inmaterial, una utopía de la moral, en la que se sentía uno con los elementos, se convertía en las desbocadas olas del mar, que rompen en un estruendoso y maravilloso sonido en los infinitos granos de arena de la playa, o también podía viajar en las alas de las aves, que levantan su majestuoso vuelo más allá de las nubes, directo a los ardientes y dorados rayos de sol, y de repente, ya no estaba más ahí, no necesitaba nada de nadie más, y esa armonía le parecía de una belleza incomparable.

Gracias a su ritual cada mañana, tenía ánimo para impartir sus clases, y la elocuencia para dirigirse a los demás de la mejor manera, lo único que se permitía a veces, era tomar un poco de vino, simplemente porque lo hacía sumergirse en un estado todavía más profundo de meditación y reflexión, su juicio no se nublaba por la embriaguez del alcohol, solamente adormecía un poco sus sentidos, lo comparaba a estar flotando ligeramente por encima del suelo, en ese permanente estado de calma.

Mantra (ShakaXMu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora