Fin del juego

Capitulo 8

Los días seguían pasando y nuestro joven lobo aún no sabía cómo desenmascarar a ese par, para por fin poder lograr su cometido y quedarse con aquella linda vampiresa

-¿Clawd?- desde hacía un rato alguien llamaba al castaño quien seguía perdido en sus pensamientos -¡¡Clawd!!-

Soltando un leve gruñido volteo de sobresalto encontrándose con un par de ojos rosados quienes se posaban fijamente en el

-Si que estás hundido en tus pensamientos lobito- mostrando sus colmillos en forma de sonrisa aquella vampira miraba fijamente a Clawd quien sin pensarlo había comenzado a ruborizarse un poco mostrándose en sus orejas las cuales comenzaban a tornarse un tanto rojizas -No habrás olvidado que hoy te ayudaría con economía doméstica-

-lo lamento mucho Dráculaura, tenía mi mente en otro sitio- movía su nariz lentamente al tiempo que percibía un dulce ahora proveniente de ella, un aroma que nunca antes había podido oler -¿tienes tiempo ahora?- le costaba trabajo hablar sin tartamudear, ¿que era lo que le ocurría? Siempre había sido un don Juan sin importar nada, nunca ninguna mounstrita había hecho que él dudara de sí mismo pero ella, ella comenzaba a ser diferente y eso, ¡NO estaba permitido!

-claro que si lobito, por eso es que vine a buscarte- aún mantenía una sonrisa tierna en su rostro -vamos de una vez, en la tarde tengo una cita con Val y no quiero ir tarde-

Esto le había calado al peludo haciendo que mostrara un poco los colmillos -bien...- susurró por lo bajo mientras comenzaba a caminar rumbo a la biblioteca con aquella vampira detrás suyo