No me diste motivos, ni una pequeña esperanza, ni tampoco bellas palabras, solo me diste tus ojos, y yo te entregue el alma.
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A media noche.
PoetryY cuando ya es hora de dormir llegas de nuevo a mis pensamientos, eres como la sombra que me asecha en la fría oscuridad.
6.
No me diste motivos, ni una pequeña esperanza, ni tampoco bellas palabras, solo me diste tus ojos, y yo te entregue el alma.