confused ; fargexby.

01

uno ╱ alexby.

la profesora vino a buscarme y habló unos minutos con mis padres. me sentí bastante incómodo durante ese tiempo, no sabía qué decir o a dónde mirar. parecía que ni siquiera iba a poder participar en la conversación.

finalmente, viendo la hora, la profesora se despidió de mis padres. yo les dije adiós y ellos me revolvieron el pelo y me besaron las mejillas.

comenzamos a caminar por los largos pasillos en dirección a la clase. ella se esforzaba en mantener algún tema de conversación, pero yo solo quería llegar al aula y poder sentarme al fondo para estar a solas con mis pensamientos.

parecía que la clase estaba en la otra punta del edificio, pero al fin llegamos. la puerta estaba entreabierta y desde fuera se podían oír los gritos de los alumnos. ¿no les cansaba hacer tanto ruido? aquello provocaba dolores de cabeza incluso sin estar en el lugar del que salían las voces.

la profesora abrió la puerta, lo que hizo que el ruido disminuyera considerablemente, aunque aún había gente hablando. avanzó hasta el centro de la clase y yo la seguí, cabizbajo.

estuvo unos segundos mandando callar, hasta que hubo algo parecido al silencio. entonces se inclinó hacia mí y me susurró: "vamos alejandro, preséntate".

asentí y tragué saliva, mordiéndome el labio. odiaba las presentaciones, yo no era una persona tímida ni nada por el estilo, solo odiaba conocer a gente nueva.

"h- hola. me llamo alejandro, pero me llaman alex, y s- soy un alumno nuevo aquí...", dije.

estuve a punto de pegarme a mí mismo. ¿por qué había hablado tartamudeando? nunca lo hacía, supongo que los nervios me traicionaron.

normalmente no me preocupaba de que los demás me juzgaran ya que aquello solían ser tonterías, pero en aquella ocasión era distinto. era nuevo en aquel lugar y me había presentado como si fuera un completo idiota.

miré a mis nuevos compañeros, buscando expresiones de burla y por el estilo, pero me sorprendió que no era así. algunos ni me miraban, estaban a lo suyo, y los que lo hacían tenían expresiones neutras.

sonreí para mis adentros mientras recorría la clase con la mirada. posé mis ojos en el grupo del fondo.

en la última fila había un chico teñido de blanco, en cuyo pelo se notaban ya las raíces castañas, que abrazaba a un moreno con un piercing en la ceja, parecían buenos amigos, o quizá algo más. a su lado había un chico de cabello naranja algo largo. me pregunté si sería natural. el último en aquella fila era un chico castaño que llevaba puesta la capucha de su sudadera negra. sus uñas estaban perfectamente pintadas de negro, y su mirada parecía aparentemente vacía, aunque se podía ver que era buena persona.

en la fila de delante había un chico de rasgos asiáticos y pelo oscuro que miraba a un punto fijo en el suelo, se le veía pensativo y algo triste. al otro lado, una chica de cabello castaño oscuro y largo, se mordía el labio mientras miraba por la ventana, sin prestar mucha atención a su alrededor. por último, en el medio de ellos dos estaba un castaño que poseía una bonita mirada.

lo miré atentamente, fijándome en sus rasgos como había hecho con el resto de compañeros. él, en cambio, me dedicó una mirada vacía y llena de asco. bajé la mirada enseguida, avergonzado.

la profesora me llevó a su mesa y me explicó el funcionamiento de algunas cosas en el aula. después, miró la clase y vio que el único lugar vacío era en la antepenúltima fila, al lado del chico de rasgos asiáticos. me dijo que aquel sería mi sitio durante el curso.

asentí y caminé hacia allí con la mirada baja, deseando que nadie se fijara demasiado en mí.

llegué a la mesa que me habían asignado y dejé mi mochila sobre ella para después sentarme al lado de aquel chico.

lo miré unos segundos, pensando en si hablarle o no, pero finalmente lo hice. sería una tontería no haberlo hecho.

"hola, soy alejandro, pero puedes llamarme alex" repetí lo que había dicho antes, esta vez más tranquilo y sin tartamudear.

él apartó la mirada del punto al que estaba mirando y la posó en mí. me miró unos segundos y me dedicó una pequeña sonrisa.

"guillermo, llámame willy" levantó la mano y yo se la choqué, devolviéndole la sonrisa.

oí un pequeño gruñido y noté como alguien tomaba el brazo de willy, alejándolo de mí.

"hey, willy, no te conté lo que hice el otro día" escupió más que dijo el castaño, volviendo a mirarme con asco.

suspiré y miré hacia la profesora. un minuto después, alguien me pasó un pequeño papel doblado por la mitad. extrañado, arqueé una ceja y lo abrí, leyendo:

"no te pienses que me vas a robar a mi mejor amigo, niño maricón. si te crees que las cosas van a funcionar así, te equivocas. va a ser muy difícil para ti como vayas intentando quitarme a mis amigos".

miré a mi alrededor, posando la mirada en el castaño, que me sonrió su superioridad y arrugó la nariz.

decidí mezclar las apariencias del juego con las reales, de modo que algunos de los chicos son como en karmaland y otros como en la vida real.