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Solar bufó molesta y volvió a tocar la puerta. Estaba enojada, hace más de diez minutos estaba tocando la puerta del departamento de Jimin, esperando a que su ex pareja le abriera para poder dejarle al bebé.

Hoy nuevamente era Sábado y Jimin cuidaría del pequeño Sunoh, pero al parecer se le había olvidado por completo.

Estaba molesta, llegaría tarde a la cita que tenía y ella realmente no estaba dispuesta a eso.

-¿Noona?

Ella volteó y sonrió falsamente al ver a Taehyung. Él nunca le agradó, siempre supo que Kim Taehyung le llenaba la cabeza a Jimin para acabar con su relación.

-Taehyung, hola.

-¿Buscas a Jimin? -ella asintió -¿Y lo has visto?

-No, la última vez que nos vimos fue la semana pasada, cuando pasé a buscar a Sunoh.

Taehyung se acercó a la puerta y tocó con algo de desespero.

-Él no responde ni ve mis mensajes desde el Sábado.

Solar frunció el ceño.

-Quizás ande de fiesta.

Taehyung negó.

-No, él siempre me contesta los mensajes esté donde esté, él nunca haría que yo me preocupara.

-Quizás sólo no quiere hablarte.

Taehyung negó y nuevamente tocó la puerta.

-No lo entiende, él no contesta mis mensajes, ni los de Jungkook, llamé a Jin hyung y él dice que Jimin tampoco le contesta, me comuniqué con sus padres y ellos comenzaron a llamarlo pero él no contesta.

De repente, la puerta de al lado es abierta y ambos miran a un hombre salir de allí.

Era el vecino de Jimin.

-Disculpe -Tae habló, llamando la atención de aquel joven muchacho -¿Conoce al chico que vive aquí?

Él asintió y sonrió.

-Jimin-ssi, sí, él es un buen vecino, me ayuda con muchas cosas.

Solar bufó.

-¿Y lo ha visto? -preguntó Tae -Es que no podemos comunicarnos con él y estamos preocupados.

-Lo siento, la última vez que lo vi fue hace una semana si no me equivoco, él estaba con un bebé, dijo que iría a la plaza.

-Fue el Sábado -Solar dijo -Jimin me dijo que llevó a nuestro hijo a la plaza.

-Miren -nuevamente el muchacho habló -Pueden hablar en recepción y contarles de su situación, él puede abrir la puerta de su departamento sin problemas y entonces pueden entrar y ver, quizás hay algo ahí que les diga algo, no lo sé.

Taehyung suspiró aliviado.

-Gracias.

-De nada.

Y así fue como Taehyung fue corriendo hacia recepción mientras Solar esperaba molesta a que el castaño vuelva.

Unos minutos después, la puerta del departamento de Jimin fue abierta y Taehyung fue el primero en entrar.

Todo estaba limpio, impecable.

Nadie nunca había visto el lugar, Jimin no dejaba que Solar entrara, él siempre la atendía en la puerta y sus amigos nunca iban, Jimin se negaba y decía que él iría hacia sus casas, que no habría problemas.

Nadie entendía porqué Jimin no quería dejar que nadie entrara, pero lo respetaban, de todas formas eso ya no importaba, ahora ya lo sabían.

Habían fotos, no en exageración, de lo contrario, eran unas cuentas, pero las fotos adornaban cálidamente la sala.

¿De que era las fotos? Fácil, del pequeño Jimin y su novio, el amor de su vida.

Era bonito, Taehyung quiso llorar mientras veía el rostro de su pálido amigo, aquél que hizo feliz a su alma gemela, aquél que falleció y con él se llevó al adorable y feliz Jiminie.

Y Solar, ella miraba con recelo las fotos del pálido, del chico culpable de que Jimin la dejara.

Pero todo odio y resentimiento desapareció cuando abrió una puerta al azar y ahí lo vio, el cuerpo de Jimin tirado en su cama, inerte, pálido y sin vida.

Gritó, ella gritó y tapó los ojitos de su bebé mientras salía de aquella habitación y entre tartamudeos y sollozos le contaba a Taehyung lo que vio.

Tae corrió a la habitación, corrió hacia el cuerpo de su amigo y lloró, lloró mientras inútilmente trataba de levantarlo.

-No puedes irte Minie, no puedes.

Era un asco, Taehyung se consideraba el peor amigo de la historia, ¿cómo no pudo darse cuenta que su Mochi necesitaba ayuda? Era tan evidente, había perdido al amor de su vida y luego a su hijo, pero parecía bien, Jimin demostraba estar bien y Taehyung estaba seguro de que saldría adelante.

Se había equivocado y se culpaba por eso.

-Lo siento -susurró entre lagrimas -Perdóname.

No era su culpa, era claro que no, pero él no pudo evitar culparse.

Pero estaba bien, Jimin estaba bien, él ahora estaba con su hyung, con su gatito, con su primer, último y único amor.

Fin

TE EXTRAÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora