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La música del lugar era tan tranquila como atrayente, las pláticas se elevaban como murmullos esparcidos en el aire y las luces del lugar le daban un toque precioso; El pelirosa sonrió ante todo aquello, las cosas estaban saliendo bastante bien y esperaba que siguieran así.

Te noto intranquilo mochi precioso.- Fuertes brazos rodearon su cintura mientras el sentimiento de calidez lo invadía por completo

Estoy tranquilo conejito.- JiMin se dio la vuelta para mirar por completo al contrario, su novio parecia salido de una revista de modelos super guapos, traía un traje a medida a color negro y su precioso cabello estaba más largo de lo usual, esto a petición del más bajo, a JungKook parecían brillante los ojos al verlo, JiMin nunca entendería como es que el más alto podía guardar tanto amor y deseo en la mirada.

JungKook por su parte no podía dejar de mirar a JiMin, un traje a medida como el que él mismo portaba sumado a que el rubio traía una gargantilla en su delgado cuello, JungKook jamás dudaría del amor de su enano favorito, no cuando JiMin lo miraba con aquel brillo de ternura y amor.

Era gracioso verlos en ese momento pues tiempo atrás ninguno de los dos suponía que terminarían así, la razón era simple, JiMin había nacido en una familia adinerada, toda su vida consistía en lujos, JungKook por el contrario había nacido en una familia pobre, no podía darse lujos de ningún tipo, tenían vidas tan distintas, sin embargo, el destino siempre sorprende a las personas.

La forma en la que se conocieron se la debían a TaeHyung, un chico de cabellos castaños y sonrisa cuadrada que era el mejor amigo de JiMin; El rubio había visitado a su amigo como cada fin de semana, cuando llego a tocar la puerta un chico pelinegro de grandes ojos negros le abrió, JiMin nunca en su vida sintió su corazón latir de aquella manera, aunque tan pronto como las ilusiones crecieron fueron desechadas cuando su amigo le presento a aquel chico como su novio oficial.

Pasaron varios meses, meses donde TaeHyung y JungKook mantenían una relación que haría envidiar a muchas y a muchos, JiMin sonreía al ver a su amigo tan feliz, el rubio y JungKook habían desarrollado una amistad bastante extraña, pues el rubio ayudaba una que otra vez al menor, sobre todo cuando este último le regalaba cosas a su novio, sin embargo aquello no eliminaba que se la pasarán dirigiéndose insultos tales como "Chacal Mugroso" o "Enano Mimado".

Tal vez fue por aquello que el rubio fue el primero en saber que la relación de sus amigos se estaba apagando, la primera pista surgió cuando JungKook se preparaba para tomar una beca, debía pasar una prueba y salir con buenas notas en todos sus ramos por lo que el chico se la pasaba estudiando en sus tiempos libres, y cuando no estaba estudiando trabajaba, por lo que no tenía tiempo para salir o ver a su novio.

Esto provocó que Tae tomará unas vacaciones lejos de Busan, para cuando regresó JiMin lo notaba algo distante, claro que no le tomo mucha importancia a aquello pues la noticia de que JungKook había conseguido la beca capturó por completo su atención; Organizó algo pequeño para el menor, y como sabía que a JungKook no le gustaba que gastarán dinero en regalos simplemente hablo con la madre del mencionado y acordaron hacerle su platillo favorito, ese día JiMin le hablo demasiado emocionado a Tae pero este dijo que no podría ir, debía hacer cosas importantes. Al final la cena fue un éxito, JungKook estaba felíz, el único momento en el que dejo de sonreír fue cuando le dijo que TaeHyung no llegaría, pero nada aparte de eso.

La segunda pista llego semanas después, era una noche tranquila para el rubio, se encontraba en su sofá cubierto en mantas, un tazón de palomitas a su lado, una soda de manzana en la mesa y un capítulo de "The Untamed" en la gran pantalla plana, estaba a mitad del capítulo ocho cuando su teléfono comenzó a sonar, JiMin estaba intrigado por la serie pero no pudo ignorar a quien le llamaba.

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