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El sol se cuela por la ventana, indicándome que debería  levantarme e ir a "ayudar" a mi padre con los asuntos de la manada.

Y sí, dije "ayudar", porque más bien, me quedo sentado a su lado viendo como él hace todo el papeleo y, de vez en cuando me enseña algún documento y me da una explicación sobre qué debería hacer en estos casos, ya que pronto me tocará a mí asumir estas responsabilidades, puesto que dentro de poco me convertiré en el Alpha de mi manada; ThunderWolf.

En fin - suspiro perezosamente - supongo que ya toca ir al despacho y dejar de holgazanear - digo con pesadez, para acto seguido dirigirme a mí armario y vestirme con unos vaqueros azul marino,una camisa de tirantes negra que deja a la vista mis marcados bíceps, los cuales luego taparía con una sudadera gris deportiva y me calzaría unas deportivas blancas un tanto simplonas.

Tras esto me dirijo a paso ligero al despacho de mi padre, pero sin llegar a correr, ya que mi padre es muy estricto en cuanto a correr por la mansión, por alguna estúpida razón que solo La Luna conoce. Y aunque sea el hijo del Alpha eso no me exime de sus estrictos castigos.

Como no aceleres, no llegamos - dice mi lobo Zack por la conexión mental.

No voy a correr, sabes cómo es con eso, además ya estamos en la puerta - le respondo por la conexión y la cierro.

Tras esta conversación con Zack, me paro frente a la puerta del despacho.

Me dispongo a tocar la puerta, pero en ese momento Héctor, el Beta de mi padre, abre la puerta.

Héctor es más alto que yo, es de pelo castaño y ojos verdes, iba vestido con un traje negro y una corbata azul marino. Por alguna razón mi padre se empeñaba en que fuera vestido con tanta formalidad.

-Hector, déjale pasar e infórmame si algo ocurre- dijo mi padre con un tono molesto el cual seguramente fue generado por mi tardanza.

Héctor se echó a un lado y yo entré en la sala con paso tranquilo, cuando Héctor vio que estaba lo suficientemente adentrado en la habitación, se despidió con una reverencia y cerró la puerta tras de sí.

Mi padre estaba frente a mí, con el pelo bien peinado, mientras que yo estaba completamente despeinado, además tenia el ceño fruncido y sus ojos casi grises me miraban con ira.

Entonces, mi padre empezó ha hablar con un tono "tranquilo":

-Alex, ya tienes 20 años, por lo tanto…- le corté.

-Papa, no, deja de darme la chapa con que reclamé a una hembra para convertirme en Alpha de la manada, porque mi mate..- esta vez fue él el que me cortó a mi.

-SILENCIO- dijo con tono de Alpha-ESTOY HARTO DE QUE QUIERAS ESPERAR A TU MATE PARA SER ALPHA, A SABER CUÁNDO COJONES APARECERÁ, Y APARTE, TE LEVANTAS A LA HORA QUE TE SALE DE LOS HUEVOS, YA NO ERES UN CACHORRO PARA DECIRTE COMO HACER LAS COSAS; POR ESA RAZÓN, COMO CASTIGO, SERÁS ENVIADO A LA FRONTERA NORDESTE, COMO GUARDIA DE JORNADA COMPLETA HASTA NUEVA ORDEN ¿QUEDA CLARO?- durante todo este sermón fui incapaz de alzar la cabeza por culpa de su estúpida voz de Alpha, la cual es una habilidad que solo los Alphas de las manadas poseen, además de sus compañeras. La función de esta habilidad es reclamar la sumisión de quien la escucha, aunque si se usa en un Alpha de otra manada, además de no surtir efecto, es una declaración de guerra, así que se debe tener cuidado a quien está dirigida.

-- asiento de forma sumisa, para luego abandonar la sala y dirigirme al comedor escaleras abajo.

Mientras bajada, Héctor me esquiva y sigue corriendo en dirección al mismo despacho en el que yo acababa de estar con un montón de documentos consigo.

Sin darle importancia, yo sigo mi camino hacia el comedor.

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⏰ Última actualización: May 14, 2020 ⏰

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