La vida es corta... muy corta, eso lo sabía bien él, quien había decidido vivir en paz hasta que su momento llegara.
Eran alrededor de las 5am en aquel pueblo montañés de Suiza. Nadie podría haber elegido mejor lugar para pasar su vida que Soglio. Había unas cuantas villas, con poca distancia de por medio, un par de construcciones de no más de 3 pisos con apartamentos espaciosos. La vista desde arriba era increíble y lo verde del paisaje revitalizaba el alma.
A él le gustaba sentarse en el banquillo hecho de troncos que estaba a pocos metros de la casita que rentaba.
Vestía unos pantalones color caqui, un suéter verde pardo con algunos rombos en su diseño, algo ligero para el clima que hacía, pero no le importaba. Su cabello, aunque canoso, aun brillaba, enmarcando sus facciones angulares.
Suspiró, convirtiendo en puño su mano izquierda para alcanzar con la yema de su pulgar el anillo que aún llevaba, que era recordatorio de una promesa rota. Sus ojos, aunque tranquilos, también emanaban melancolía.
-Buen día, Noah- saludó una menuda chica, de unos 30años, que había visto pasar trotando unos minutos atrás.
Noah. Ese nombre, aunque ya respondía a él, le sonaba tan extraño, poco familiar, ajeno.
El hombre, de alrededor de 60 años le saludó con un asentimiento de cabeza.
Ella, sin esperar invitación, se sentó junto a él en el banco, dejando una cómoda distancia entre ellos. Le tendió una taza con té caliente.
-¿Por qué la dueña de unas villas sale a correr antes de que el sol si quiera se asome?- preguntó, un tanto hosco, aceptando la bebida. Ella ya se había acostumbrado a él, no hablaba dulce, tampoco pedía perdón. Hacía alrededor de un mes que vivía en su propiedad.
-Serví en las fuerzas especiales de la naval- se encogió de hombros- los viejos hábitos nunca mueren- le sonrió con calidez
-Eres joven para ser una veterana- dió un sorbo al té e hizo algo como una mueca- ¿cómo es que a un ex militar le alcanza para esto?- No acostumbraba hablar de us vida, pero, las veces que había cruzado palabra con él, parecía más interesado en escuchar que en contarle sobre su vida
-Tuve una lesión, mi aptitud física ya no llenaba los requerimientos- por más que lo intentaba, él no la dejaba mirarlo a los ojos- mi abuela hizo una gran fortuna y compró propiedades... su sueño era dejarle todo a una gran cantidad de nietos, pero fui la única
-Ya veo
-¿Qué hay de usted, Noah?- le colocó una mano sobre el hombro- sólo hay dos tipos de persona que llegan aquí: quien viene como turista y quien viene a olvidar...
-Ocúpate de tus asuntos- escupió con amargura, se levantó y dejó la taza en el banquillo- la próxima vez, deberías ponerle miel- y con esto regresó a la casa. Ella estaba intrigada, quería saber su historia.
La mañana siguiente también lo encontró en ese lugar, le tendió una taza de té, con dos de miel y se sentó.
-Esto está mejor- agradeció con una inclinación de cabeza- yo vine a olvidar, pero aún no lo consigo
-Muchos turistas me han contado que gritar sus penas a la montaña se lleva todo- le dijo
-Esos turistas son unos estúpidos- bufó- ¿Qué van a saber?
-¿Qué es lo que desea olvidar?- la chica se acomodó con las piernas en flor de loto y un codo descansando en su muslo, mientras su mano sostenía el peso de su cabeza
-Perdí a la persona que amo... y también, me arrebataron a la persona que amo- en su voz se escuchaba la pena que llevaba en su alma y sus ojos se humedecieron un poco, sin derramar lágrimas. Se preguntó si era porque se le habían agotado- la primera vez fue mi culpa... debe de seguir por ahí... tsk, imbécil, me seguía llamando- ella rio en su interior, parecía que no dejaría de ser un viejo cascarrabias en ningún momento- pero la segunda... - suspiró- mi pequeña... debí haber sido yo- dejó bruscamente la taza al lado y la miró con molestia- ¿sigues aquí?- se levantó de su lugar y volvió dentro, y aunque quería negarlo, se sentía un poco más en paz.
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The life after [ChenMin/Xiuchen]
RomanceLos años le pasaron por encima, y lo que JongDae quiere es olvidar. ChenMin/ XiuChen one-shot