•ETÉREA• - Oscar Diaz

•EIGHT•

Narra Zoe.

-Hola mami- dijo Oscar entrando a mi habitación, me había quedado aquí para acomodar mi ropa

-Hola cariño, no sabía que estabas aquí- respondí acercándome, el cerró la puerta con seguro- ¿Por qué cierras la puerta?- pregunté

-Porque no quiero que nos molesten, quiero besarte tranquilo- respondió y yo reí

Oscar caminó conmigo hacia la cama, y me arrojó a ella. El se puso encima de mi y comenzamos a besarnos. Nos separamos y le quité su camiseta. Me  puse encima de él, y me quitó mi top. Seguimos besándonos, iba a quitarle su pantalón, pero tocaron la puerta.

-Oigan, ya vamos a comer- dijo Ruby, y luego se escucharon sus pasos alejándose

-Vamos- dije poniéndome mi top otra vez

-No creas que te has salvado de mi, tú y yo tenemos toda la noche para nosotros- respondió mientras se ponía su camiseta

Salimos de la habitación para cenar, no había mucha comida, pues habían ido al supermercado, y ahora no podían regresar.

Luego de comer, Oscar y yo tomamos asiento en el sofá, allí estábamos hablando. Hasta que lo llamaron por teléfono, él y Cesar debían irse.

-Adiós mami, todavía no te has salvado de mi- susurra luego de besarme

-Tal vez no quiero salvarme de tí, adiós papi- susurré en su oído

-Eres mala- respondió alejándose- Vámonos- le dijo a Cesar

-¿Y la cuarentena?- preguntó acercándose

-Ya fue- respondió Oscar y ambos salieron de casa

Luego de despedirme de los chicos, me fui a mi cuarto, pues tenía sueño. Lo primero que hice fue ponerme el pijama, para luego acostarme y dormirme.

Hace algunas semanas jugó el equipo de Freeridge, lo que era malo para Jamal, pues había estado mintiendo y sus padres creían que estaría en el juego, lo cual era mentira.

Pero para su suerte, tiene de amigo a Ruby, él cual tiene una gran habilidad para convencer a las personas, excepto a Oscar, con él no funciona.

Ruby habló con el entrenador y este último permitió que Jamal esté en la banca, junto a los suplentes.

Durante el juego todo se salió de control, el árbitro expulsó a todos los jugadores, así fue como el entrenador puso a Jamal. Lo que no sabía era que Jamal salvaría el juego.

Luego de eso, Jamal le dijo a sus padres que había estado mintiendo, que no estaba en el equipo y que no le gustaba el fútbol. Ellos lo aceptaron, y le dijeron que debía hacer lo que le gustara. Él quedó atónito, pensó que iban a estar decepcionados, pero yo tenía razón, le había dicho que lo iban a aceptar, pues, al fin y al cabo, son sus padres.

Ahora gracias a las ocurrencias de mi hermosa familia debemos hacer una fiesta, y Ruby literalmente enloqueció haciéndose cargo de ella.

Ya no se que hacer, Ruby quiere que bailemos, todos nosotros. Yo no quiero hacerlo porque, a pesar de que me guste el baile, este es muy ridículo, demasiado ridículo.

Tal vez piensen que estoy exagerando, pero juro que no lo hago. Mi familia está haciendo todo un drama, y Ruby quiere hacer que la fiesta sea aún más ridícula, quiso pedir una carroza, que por suerte no estaba disponible. El punto es, me estoy ahogando, ya no se que hacer para que se calme, lo peor es que cada día se pone peor, y se cree el presidente, cree que puede decirnos que hacer.

Si ya estaba estresada hasta hace dos minutos, ahora no se cómo llamarle a esto. Pensaba ponerme un hermoso vestido azul con encaje para la estúpida fiesta, pero es el que Jasmine se apropió. Pensé en pedírselo, pero le hizo un gran agujero en la espalda, y no creo que quiera devolvérmelo.

Salí de mis pensamientos al llegar a casa de Oscar, quería despejarme un poco de todo el tema de la fiesta, y este es el mejor lugar para hacerlo.

-Hola cariño- dije cuando abrió la puerta

-Hola mami- saludó para luego besarme- ¿Cómo estás?

-¿Por qué preguntas?- pregunté

-Es que, no te ves bien, pareces muy estresada- responde

-Pues lo estoy, ya no soporto a Ruby con sus grandes dramas, es sofocante- dije y el me abrazó

-Debes tranquilizarte ma, si sigues así te traeré a vivir aquí conmigo- comentó

-Se que debo tranquilizarme, pero a veces no puedo hacerlo. Y lo de vivir contigo no es mala idea- respondí

-Lo sé, mis ideas son las mejores- afirmó y yo solo reí- ¿Lo ves? Ya logré que te tranquilizaras

-Sólo tú logras que me tranquilice tan rápido- dije mirándolo a los ojos- Gracias, por todo

-No me tienes que agradecer ma, y siempre voy a estar junto a ti- respondió besando mi cabeza

-Te amo Oscar- afirmé

-Yo más Zoe, yo más- responde sonriendo

-¿Puedo quedarme a dormir aquí? Es que hace noches no duermo bien- expliqué

-Eso no tienes que preguntarlo mami, mi casa es tu casa- respondió y yo sonreí

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