Capítulo II

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Cuando volvi a Polis no tarde en conseguir el voto de Podakru, si por lo que fuera Trikru no aceptaba el tratado, con las firmas del resto de clanes podemos hacer que den su brazo a torcer, solo me faltaba la firma de Azgeda, la Nación del Hielo.

- Nia, sabes bien que me necesitaras en cualquier momento- le advertí- te recomiendo que firmes el acuerdo con Skaikru antes de que se me empiece a agotar la paciencia- en su mirada pude notar cierta preocupación

- No me tientes niña porque eres ta la que no deberia enfadarme a mi

- Muy bien Nia, si no es por las buenas sera a mi manera- ella puso cara de horror pero rápidamente la disimuló

- No tengo nada que ocultar por lo que no tienes nada que hacer- dijo fingiendo seguridad

- Bueno, entonces no te importara que le hable a Titus de esa tal Ontari

Panico. Su cara estaba inundada de panico.

- No te preocupes Samay- dijo apresurada- eso no sera necesario- y firmó

- Me alegro, me he ahorrado una gran perdida de tiempo- dije amablemente- me ha alegrado verte Nia, nos vemos

Victoria.

Ahora que ya tenía todas las firmas tenía que llegar con Lexa cuanto antes, era plena tarde por lo que llegaria al anochecer.

Unas horas después, ya habia caído la noche y al llegar pude ver una gran aglomeración de gente, ¿habran aceptado?, rápidamente avance entre la multitud y pude ver a Clarke hablando con Lexa y a Finn ¿atado a un mástil?, o dios, quieren venganza, sangre por sangre.

- ¿Qué está pasando Lexa?- pregunté, aun que era obvio lo que pasaba

- El pueblo pide justicia, la alianza se cumplirá cuando el muera

Puse una cara de decepción hacia Lexa y pude ver la mirada de súplica de Clarke.

- No, de eso nada- me gire hacia el pueblo- ¿que manera de llegara a la paz es esta?- pregubte alzando la voz- ¿mediante la muerte?

- Queremos justicia!- exclamo alguien de la multitud y se oyeron mas exclamaciones de gente

- Para nada- me apresure a acercarme a Finn y empecé a destarle, no tardaron en apuntarme con las lanzas, típico

- Lo lamento Sam pero no hay otra opción dijo Lexa- la sangre pide sangre

- La sangre no pide sangre- le corregí, antes de terminar de desatar a Finn alguien me agarro del brazo- no vuelvas a tocarme o yo misma te arrancare el brazo- advertí

- Sam...- me intento advertir Lexa pero la interrumpí

- Este asesinato no se llevara acabo- sentencie- tengo las firmas de los 11 clanes a excepción de Trikru por lo que la alianza con Skaikru ya es verídica- todo el mundo calló- si alguien se enfrenta a Skaikru, se enfrenta a todos, y si alguien intenta tocarle un solo pelo a Finn, yo misma me ocupare de el

Termine de soltar a Finn bajo su atenta e intensa mirada.

- No pienso permitir que ese asesino quede libre despues de lo...- pero no pudo terminar de hablar porque uno de mis cuchillos estaba ya clavado en su garganta

- Si alguien más tiene algo que objetar, porfavor que lo diga ahora- exclame y todo el mundo se quedó en silencio

- Gracias- me susurro Finn- porfavor, no mates a nadie mas, no por mi

Yo le agarre de la muñeca y me fui haciendo paso entre la multitud que me abria pasillo. Mientras caminaba, aun sostenido la mano de Finn escuche como se tensaba un arco y antes de que la flecha se disparara hice que Finn se agachara, saqué agilmente mi espada pero alguien me sujeto de la muñeca...

- Te advertí que si me volvias a tocar te arrancaria el brazo- y antes de que el pudiera soltarme ya estaba retorciéndose de dolor en el suelo, alce mi vista y vi al portador del arco que me miraba con pánico, claro que no me pudo mirar mucho porque meti mis dedos en sus ojos hasta que se desangrara.

Volvi hacia Finn y pude ver su mirada de asombro- no he matado a nadie- le dije mientras el se levantaba

Le guíe hasta mi tienda y en cuanto entramos pude ver como su cara se relajaba y volvia a respirar.

- Gracias, por defenderme- me dijo

Yo negué con la cabeza- ni las des- me lave las manos que estaban manchadas de sangre y le indique que se sentara

Me acerque a mi mochila y saque una pomada para las rozaduras de las cuerdas en sus muñecas, sus tobillos y su cuello, empecé a aplicarla y pude notar como su piel se erizaba a mi tacto.

- Que no te de vergüenza- le dije- te tendras que acostumbrar a mi, en cuanto te alejes un poco de mi te intentaran matar

- Entonces tendremos que conocernos mejor, para que sea mas divertido- yo sonreí, ya no tiene vergüenza desde luego

Asentí divertida, abri la tienda y llame a cuatro guardias Trikru- aqui no puede entrar nadie, absolutamente nadie sin mi permiso a excepción de Lexa, y si uno de vosotros entra o le hace algo a Finn no solo le matare de la manera mas lenta y dolorosa que pueda sino que antes de eso matare a todas su familia ante sus ojos, asi que yo me lo pensaba dos veces antes de hacer una imprudencia- dije severa

- ¿No te estás tomando muchas molestias?

- ¿Tu crees?- el asintió- bien, ven- le hice con la mano un jesto de silencio y susurre- tumbate aquí y no te muevas por nada

Yo me dirigi hacia una silla que habia al borde de la tienda, de manera que si me sentaba mi figura se marcaba desde fuera, me sente y rápidamente agache mi cabeza para evitar la flecha que entró por la tela de mi tienda.

- Yo creo que no- cogi la flecha y con mis dedos roce la punta, me los llevé a la boca y rápidamente escupí- vaya, te querian envenenar, no te levantes aun- cogi mi arco y coloque la flecha, mire a traves del agujero que habia provocado la misma y apunte hacia la figura que habia disparado la flecha la cual rapidamente cayo al suelo, no le mate, le deje que disfrutara el veneno

- Deberías descansar- le dije- mañana sera un dia largo y hay que tener la mente despierta a todo, la cama es grande- le dije indicandola con mi mano- buenas noches

- Buenas noches- me dijo el

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Parece que ya ha salido el lado salvaje de Samay. ¿Que os parece? Desde luego tiene las ideas claras.

Espero que os haya gustado el capítulo y gracias por leer.

~Onn

Samay Stormi | Finn Collins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora