Sólo dame unos minutos.
De verdad me voy a confesar.
Sólo que verte sonreír es como ver salir el sol, lo cual hace que me quedé ciego.
ShinKami
- Mención de otras parejas.
- Los personajes le pertenecen a Kohei Horikoshi.
- Créditos al creador del...
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La música sonaba fuerte, como es toda fiesta. Los alumnos se divertían, los maestros también lo hacían mientras ponían orden, incluso algunos héroes profesionales y ex alumnos asistieron. Todo parecía ir bien, claro, si exceptuabas que los chicos de la clase 2-A parecían zombis andantes. ¿Dónde estaban los muchachos que querían divertirse? ¿Que vivían sus emociones al máximo? Esas y mas preguntas pasaban por las cabezas de los tres profesores mas cercanos a la clase.
Toshinori Yagi, Hizashi Yamada y Shota Aizawa.
Así es, y como padres adoptivos -y héroes profesionales- de la clase, iban a llegar al fondo de esto. Así que arrastrando a Aizawa fueron a preguntarles a los chicos lo que pasaba.
- ¿Jóvenes, porque esas caras? ¿No deberían de estar bailando o en la mesa de bocadillos? – pregunto amablemente el profesor Toshinori cuando se acerco al grupo de jóvenes reunidos junto a las mesas.
- YEAH! Deberían de estar divirtiéndose, bailando con sus amigos, comiendo y bebiendo ponche hasta que exploten. No acá con cara de entierro. – hablo el Yamada mientras volteaba a Aizawa para que les diera la cara a los chicos.
La única respuesta que recibieron por parte de los chicos fue una mirada de desagrado hacia su tutor.
- No me vean así. No es mi culpa que no tuvieran las agallas para hacer una simple pregunta.
- Usted nos lo prohibió.
- ¿Y desde cuando me hacen caso?
Touché
- ¿Pregunta? ¿Pregunta de qué? -pregunto extrañado Toshinori mientras miraba a Aizawa y luego a los muchachos, esperando a que le respondieran. Y antes de que los chicos pronuncien alguna palabra Aizawa se les adelanto.
- Recuerdan que dos semanas antes de este dichoso baile, estos engendros, hicieron todo un desastre y como castigo yo les prohibí venir con parejas.
- Si claro, pero creí que lo habías dicho de broma Shota.
- Pues no.
- ¿Es por eso que los niños no tienen parejas?
- Creí que nunca te hacían caso.
- Y no lo hacen. Solo que esta vez su cobardía pudo más. ¡Ja! Quieren ser héroes, pero no pueden pronunciar una simple pregunta. - dijo mientras bebía un poco de ponche.
- Eso sí que es patético. - dijo un joven pelinegro de ojos turquesas, junto a él se encontraba un rubio de cejas tupidas y una sonrisa cínica.
- Ni que lo digas. Qué vergüenza Tokoyami, yo creía en ti. Me has decepcionado -negaba la cabeza mientras ponía una mano sobre en hombro del nombrado. Mientras que este se sonrojaba de vergüenza.
